¡Manejando TNT!
Cuando se juega con este explosivo, sino se es un artificiero experto, puede traer consecuencias irreparables.
Y esto es lo que le ha pasado a este Gobierno que padecemos donde, el presidente tiene en su agenda como prioritario, permanecer en la Moncloa a toda costa sin tener en cuenta que, el estar morando en ese palacio, conlleva la obligación ineludible de poseer una preparación política adecuada para defender a España en general de todos los problemas, al ser esta Nación el territorio bajo su mando.
Su mandato en sus primeros ochenta y cuatro días, no ha podido ser más desastroso. Lo único que ha realizado es legislar y legislar a todas horas, en una carrera contra reloj para, destruir todo lo legislado por gobiernos anteriores, en provecho propio.
Después no se ocupó de los principales problemas que aquejaban a España sino que derivó hacia las primacías de Unidas Podemos, posiblemente porque las tenía “in mente” antes de ofrecerle entrar de forma ventajosa en el desgobierno y a “toda pastilla” porque no había tiempo para demorar la investidura y con ello seguir ocupando el palacete que tanto le gusta.
Y cómo no le quedaba otra opción pues, a forman un gobierno de monstruo Frankenstein donde tendrían entrada todos los partidos independentistas que, como usted, tenían como lema la destrucción de España. Se apoyó en Pablo Iglesias, un profesor de la Universidad de Madrid quien, con su coleta trata de identificarse con los progresistas y, con su forma de vestir con los desarrapados que tan bien le vinieron para utilizarlos en los escraches y en las algaradas callejeras cuando lo creyó conveniente. Esta “chusma”, fue en parte quien le llevó a liderar el partido político Podemos y una vez dentro el ínclito Pablo Iglesias, quería también el Palacio de la Moncloa, pero mientras esto llegaba se fue a vivir a su chalet de Galapagar agazapado y en espera de la oportunidad.
Cuando entró en el Gobierno, como vicepresidente 2º, apretó a su “patrón” (momentáneo) para que se doblegara a su programa político, dimanado de lo que aprendió del comunismo boliviano. ¡El señor Iglesias Turrión, diabólico profesor que solo Dios sabe el daño que ha podido hacer en la Universidad y, ahora desde el poder, a España!
Se cree un intelectual por haber leído, sin comprender, el árbol político de su admirado Hugo Chaves con las tres raíces: bolivariana, zamorana y robinsoniana, cuando en realidad lo que tiene su cerebro es una diarrea mental considerable, dimanada de haber cogido ideas políticas de aquí y de allá y, meterlas sin criterio en la coctelera, para crear otro Frankenstein intelectual.
Un desquiciado que, con su verborrea fluida, engaño a muchos españoles de inteligencia mediocre quienes con sus votos, le auparon a un pedestal político inmerecido.
Le siguieron muchas féminas, que a su vez adoctrinaron a sus amigas para entrar en ese feminismo que tanto gusta también a su colega Sánchez Pérez-Castejón quien, admira las ideas de Pablo. Ideas siempre izquierdosas de Marx, Lenin, Guevara, Naser y Troski.Siempre tuvimos la impresión que Pablo Iglesias acabaría desplazando en el mando de la nación española a su, por el momento jefe, Pedro Sánchez, porque es más listo, más calculador, más macabro y menos ególatra (aunque más progresista), más sinvergüenza y sin sentido de ridículo.
El tiempo lo dirá si es que ambos políticos duran en sus puestos, pues presentimos que el COVID 19, a causa de sus errores políticos, se los va a llevar por delante.
El espécimen profesor a partir de dejar su docencia en la Universidad recapacitó junto a su pareja, para trasladarse del pisito de profesor al casoplón del político, tirando por tierra todas sus ideas de proletariado para entrar en la “casta” que tanto criticó.
El primer gobierno de Pedro Sánchez Pérez-Castejón derivado de la moción de censura a Mariano Rajoy (desde junio del 2018 hasta enero 2020) constituido por las ministras: Carmen Calvo, Nadia Calviño, María Jesús Montero, Teresa Ribera, Margarita Robles, como más representativas y con ministros como: José Luis Ábalos. Fernando Grande- Marlaska y Luis Planas hasta completar una nómina de 17.
El segundo gobierno, tras pactar con todos los partidos independentistas y Unidas Podemos ya bajo el chantaje de Pablo Iglesias, incorporó a los fieles ministros-ministras anteriores, a Salvador Illa (Sanidad), José Luis Escrivá ((Seguridad Social, Inclusión y Migraciones), José Manuel Rodríguez Uribes (Cultura y Deportes), Juan Carlos Campo (Justicia), Alberto Garzón (Consumo), Manuel Castell (Universidades), Pablo Iglesias (Vicepresidente 2º, Derechos Sociales y Agenda 2030), Luis Planas (Agricultura, Pesca y Alimentación), José Luís Ábalos (Transportes, Movilidad y Agenda Urbana), Fernando Grande-Marlaska (Interior), Pedro Duque (Ciencia y Universidades), y a las féminas; Isabel Celaa (Educación y Formación Profesional), Reyes Maroto (Industria), Arancha González Layo (Exteriores), Irene Montero (Igualdad), Yolanda Díaz (Trabajo) y Carolina Darias (Política Territorial y Función Pública).
Gobierno basado en la igualdad de género con 11 mujeres y 11 hombres y en la Cima el Presidente Pedro Sánchez. Hasta completar los 23 componentes.
Gobierno que, con reunión de consejos de ministros precipitados y sin contar con la oposición en ningún momento, ha legislado bárbaramente y sin cabeza, pero el pueblo español seguía callado como si esto no fuera con él.
Ha tenido que venir una maldición en forma de COVID 19, para que en el confinamiento obligado a que los ciudadanos españoles se han visto sometidos por esta viremia, comenzaran, muchos de los que votaron PSOE a darse cuenta del nefasto gobierno que padecemos.
Y tras seguir legislando de manera oculta y en días claves para llevar los acuerdos del consejo de ministros al Boletín del Estado con concesión de amnistía a los rebeldes catalanes, catapultar a su colega Iglesias al CNI, no cerrar las fronteras para que el virus entrara y ver que los españoles están “cayendo como moscas” por falta de medios de protección y tratamiento, el TNT (trinitrotolueno) comenzó a inquietarse y finalmente cuando se aprueba por decreto la inyección de 15 millones de euros para subvencionar las cadenas de televisión privadas con la finalidad de utilizarlas de forma partidista para seguir mintiendo, estalla en forma de boletín Informativo por parte de VOX para alertar al pueblo español de que hay que derrocar a este gobierno, pidiendo la dimisión inmediata de Pedro Sánchez y la constitución de un Gobierno de Emergencia Nacional que rija a España antes de que la ruina sanitaria y económica sea irreversible.
Luego, cuando pase este tsunami vírico, tiempo habrá de pedir responsabilidades criminales a todos los miembros del gobierno y de partidos componentes del mismo por negligencia criminal derivada de “imprudencia grave en el desempeño de sus cargos políticos” tipificada en el Artículo 142 del Código Penal: “quien por imprudencia grave causare la muerte de otro será castigado con pena de prisión de 1 a 4 años. Si la imprudencia es profesional o por motivo del cargo ocupado, la pena es de 3 a 6 años”.
En el caso que nos ocupa es homicidio masivo con más de 10.000 víctimas hasta el momento cuando aún no se ha alcanzado el pico de la viremia. Después habrá que juzgar a las dirigentes feministas por la manifestación del 8 de marzo, a los Presidentes de las Comunidades que no acataron las medidas dictadas. A las comunicadoras de medios de comunicación que llamaron a las mujeres a acudir a la
manifestación etc, etc.
Los jueces a los que este Gobierno, cuando estaba en funciones, tanto ha distorsionado con motivo del proceso catalán, es posible que sean inmisericordes con todos ustedes y esperemos que los políticos que les lleven a los tribunales no decretarán amnistías, por lo que el panorama que se les presenta a todos ustedes como políticos es bastante oscuro y es que: “el poder está en el saber”y ustedes no ha sabido ni escoger a los asesores adecuados para un Gobierno leal al pueblo que representan.
¡Que Dios nos coja confesados!