Niños, niños, niños... pobrecitos niños
Una vez más han vuelto a ser los niños el instrumento utilizado políticamente para desviar la atención política.
Por tratarse de individuos débiles a causa de su incipiente desarrollo físico, la sociedad analfabeta y lerda se deja llevar por la humanidad que desprenden, con lo que vuelve a ser engañada por esta serie de políticos, mentirosos compulsivos, que les toman de escudo protector y de camuflaje, como defensa de su ineptitud en el desempeño de sus funciones.
Dan mucho juego estas criaturitas cuando los problemas que padecen, se anteponen a todos los demás por muy evidentes y sangrantes que estos sean.
Hemos podido observar este proceder en multitud de ocasiones. Recordemos cuando los marroquíes realizaron la invasión del Sahara español, llevando por delante de sus ejércitos -como escudos protectores- a los niños seguidos de las mujeres. Naturalmente la cuestión humanitaria impedía que los soldados españoles reaccionaran como militares y…vino lo que vino.
Lo mismo ocurre con la llegada de las pateras a nuestras costas donde, ante la zozobra siempre prima la noticia de: “venían dos criaturitas con sus madres” mientras se obviaba como noticiable que habían muerto ahogados 60 personas.
Ahora con esta pandemia del COVID 19, tenemos la misma canción. Hay que primar la salida del enclaustramiento político-sanitario de los niños, mientras se silencia de manera rotunda el enorme número de muertos entre los que prima los ancianos.
¡Señores asesores sanitarios de estos políticos, LOS NIÑOS TAMBIÉN SUFREN ESTA VIREMIA!, y pueden ser portadores del virus a pesar de que no ofrezcan sintomatología.
No sé de donde partió la teoría de que los “los jóvenes no puede padecer la enfermedad”.
¡Vamos a ver señores científicos y políticos!
Nos dijo el Sr. Iglesias Turrión que: “el virus no discernía las clases sociales” tenían razón, pero debería haber añadido: “tampoco discierne sexos ni edades” pues el virus es como un toro bravo que ataca a todo lo que invade su territorio.
Pero deberían, ahora todos los asesores científicos de los políticos, añadir:
Primera premisa: lo que ocurre es que: “el organismo infantil está como los automóviles nuevos; en los que todas sus piezas funcionan perfectamente por no estar afectas del deterioro y desgaste que el tiempo y uso les acarrea”.
Y Segunda premisa: encima los niños llevan unos aditivos para el motor, en forma de vacunas, que les confieren ciertas resistencias en forma de inmunidad.
Pues ocurre que, los niños ahora están vacunados con las llamadas “vacunas sistemáticas” que, traducidas al idioma del pueblo son las obligatorias: “Hepatitis B (aplicadas en tres dosis), Poliomielitis (aplicada en 4 dosis), y a partir de los 12 meses la de Neumococo (aplicada en varios recordatorios). Pero también con otras vacunas las denominadas voluntarias (no sufragadas por la Seguridad Social) pero que, los padres aun distrayendo el dinero de otras necesidades, les aplican: “Rotavirus” (en tres dosis), Varicela (en dos dosis con dos años de diferencia) y la Meningitis B. Vacunas donde predominan las víricas.
Los niños encerrados en casa se hacen histéricos y agresivos por faltarles la libertad de expandir su enorme energía. Necesitan realizar ejercicio para mejorar la salud, resistencia cardio-respiratoria, fuerza, flexibilidad, resistencia muscular y coordinación.
El corazón y pulmones han de adaptarse a los esfuerzos musculares para proporcionar oxígeno a través del movimiento de la sangre al organismo y para ello necesitan movimientos en espacios libres con carreras, bicicletas, natación etc, etc.
La flexibilidad de las articulaciones, necesitan estiramientos y gimnasia en busca de la coordinación.
Actividades todas ellas necesarias para el desarrollo físico psíquico.
Naturalmente que todo esto es necesario.
En el momento en que estoy escribiendo este artículo escucho la noticia: “el Gobierno prolonga el enclaustramiento hasta el 10 de mayo” e imaginamos que esta situación sea para, toda la población incluidos los niños si bien, parece ser que, quienes nos mandan, tienen in mente dar suelta a los niños el 27 de este mes. Pero…????
Este gobierno que padecemos ni ha tenido ni tiene SENTIDO COMÚN. Tampoco sus asesores sanitarios presididos por un ministro de Sanidad Salvador Illa Roca quien políticamente era el nº2 del PSC, considerado como un buen “gestor” y “negociador” pero político, NO SANITARIO ya que es Licenciado en Filosofía. Por ello ha fracasado totalmente en la lucha sanitaria contra el Covid 19.
Hasta el momento con más de 20.000 fallecidos no se ha realizado una sola autopsia clínica que pueda analizar las razones últimas por las que el virus mata y cómo lo hace, lo que serviría para establecer estrategias terapéuticas en las personas que aún están luchando con la enfermedad.
Carecemos de un grupo de investigadores forenses, avalados por el gobierno, para que se practiquen determinadas autopsias en distintos grupos de edad para analizar órgano a órgano, tejido a tejido y lugar a lugar las causas fisiopatológicas últimas por las que el virus actúa y cómo lo hace. Lo que nos llevará a seguir en la “inopia” cuando esta viremia acabe.
Nunca sabremos realmente que es lo que pasó, cuando y, por qué pasó. Faltó rigor científico por carecer de una buena cabeza científica investigadora.
¡Es pedir: “peras al olmo”! a nuestras autoridades sanitarias y políticas, carentes por completo de el “más común de los sentidos”
Sentido común que es; “la capacidad natural de juzgar los acontecimientos y eventos de forma razonable”. Una capacidad natural personal que dimana de las experiencias vividas y del legado recibido durante la crianza. En definitiva: “un sentido interno que configura la percepción”, muy relacionado con la convivencia y las reglas sociales en el sentido de cumplirlas de forma no agresiva.
Cierto que a veces no tiene razón de ser al no encontrar explicación a lo que se cuestiona. Por ello ahora está sometido a controversia. De ahí que se opine de distinta manera sobre él.
REIA dice: “los principios del sentido común son universales y fijos, no sujetos a la crítica o renovación. POPER opina todo lo contrario, mientras que VICO se queda en el punto medio al decir que: “el sentido común depende de los contextos culturales específicos.
Por eso se valora tanto el tenerlo. El alcalde de Madrid lo ha tenido y por ello se ha convertido en el alcalde de España al ser reconocido como el político más destacado en esta crisis, por su gestión inteligente y por hacer política incrementando los valores de la convivencia.
Aquí en España como, por allende nuestras fronteras se dijo que la toxina coronavírica atacaba a los pulmones pues, a encaminar la acción curativa sobre todo lo relacionado con este órgano descuidando otro tipo de patologías, cuando los virus son como un tsunami patológico.
El tiempo nos quitará o nos dará la razón.