Por una vez, Sánchez, ¡cumple con tu deber!
MADRID, 27 (OTR/PRESS) Los españoles, con excepciones inducidas como la "niñada de escape" del domingo, están cumpliendo mansamente con su deber: acatar la confinación, que alcanza ya el mes y medio, sin rechistar. Pero ¿está cumpliendo con él quien la ha ordenado, el presidente Sánchez?. Rotundamente. NO.
Ni lo hizo antes, por irresponsabilidad e insensatez, ni lo está haciendo ahora, después de aquella proclama sanchista, cuando España ya había sido anegada por el virus, que implícitamente reconocía la inacción dolosa anterior. "Haré lo que tenga que hacer, cuando lo tenga que hacer y como lo tenga que hacer".
Mentira, claro. Una más. Ni lo hizo antes ni lo ha hecho después. Sánchez sigue sin cumplir con lo más elemental. Con su deber. Se ha limitado a encerrarnos, a darnos sermones y a repartir culpas. Todo menos hacer lo que desde el inicio tenía que hacer.
Después de mes y medio de alarma, de "será mañana", de "la semana que viene están", de "el lunes que viene comenzamos", este lunes tras un mes de anuncios la realidad es que nuestros sanitarios siguen sin la debida protección y la población sin poderse hacer los test. Este lunes, tras cuatro semanas de anuncios, dicen de empezar un "estudio serológico" pero ya se renuncia a los test masivos única y real forma de control.
¿Como vamos avanzar así?. ¿Cómo es posible que meses después de que la epidemia llegara no haya en muchos sitios el más elemental equipo de salvaguardia para quienes nos tienen que cuidar y sanar?. ¿Cómo se puede combatir la enfermedad, el aislamiento solo gana y parapeta, si no se saber quien está infectado, aunque no tenga síntomas, quién no y quien está inmunizado?. Hace tres semanas que lo anunciaron y en el anuncio y el spot seguimos ¿Pero alguien "normal" ha visto un test? Si no se lo han hecho ni a los que corren por contacto continuo el máximo peligro de contagio. Si en este sentido España ha logrado de nuevo lo mas alto del terrible podium mundial: el máximo porcentaje del planeta de profesionales sanitarios infectados, un 15% del total, superando ya los 35.000 sanitarios contagiados.
Sin ese test masivo a la población o al menos sin una muestra estadística de gran dimensión, sin conocer la aproximada verdad del impacto del virus no se puede establecer un mínimo plan de actuación contra el. Es lo que han hecho y están haciendo los países que mejor están sabiendo afrontar la pandemia. Es lo que, perdido un tiempo precioso que se cuenta en vidas humanas, este Gobierno ha sido incapaz aún de poner en marcha siquiera.
Es peor, en lo que hemos estado ha sido en compras-estafas, material que ha habido que desechar, ridículos e incautaciones de quienes han demostrado sobre todo y ante todo una absoluta incapacidad y una demostrada ineptitud. Desde el experto Fernando Simón quien nos afirmó de entrada que el coronavirus como mucho supondría en España unos cuantos casos diagnosticados, que recomendó asistir a la concentración del 8-M y ¡aún sigue ahí como oráculo mayor al lado de un ministro que en vez de ayudar a conseguir el material necesario lo único que ha hecho ha sido entorpecer, retardar y crear caos y confusión. En todo cuanto toca y en todo lo que nos va a tocar cuando al fin, llegará el día, en que nos dejarán salir.
Saldremos pero ni siquiera sabremos ni nos dirán, la ocultarán como sea y mentirán jugando con las cifras, el número de muertos, el total de las victimas. Ni eso nos dirán. Seguirán con la mentira oficial sabedores de que son muchos, muchos más, casi el doble tal vez tan solo con contar los que se niegan a reconocer pero ya algunas comunidades aceptan. ¿Pero a qué viene la monserga de que si no se le ha hecho test post morten no se le apunta como tal aunque sea evidente para médicos y funeraria que sufría el mal? Propaganda, maldita propaganda, que parece ser es la única obsesión gubernamental.
El pueblo español ha cumplido con su deber, hasta aplaudiendo primero de noche y ahora antes del atardecer. ¿Pero a quién aplauden? ¿A quién deben aplaudir? ¿A los sanitarios y todos aquellos que están en primera línea en la pelea ? ¿O acaso pretende el gobierno, que los ha dejado sin protección e indefensos contra el virus, apropiarse de ese aplauso para sí?. Pues es lo que intenta obscenamente hacer. El Presidente cada sábado por lo menos en su "monsergón" y a cada hora y a cada día la parva de ministros televisión a televisión.
Pero ya vale, señor Sánchez, ya basta de palabrería, de anuncios, de soflamas y de spot. Protejan a los sanitarios y traigan y hagan o dejen hacer los test a la población. ¡Cumpla usted, por una vez, aunque sea solo por una maldita vez, con su deber!.
PD. La "niñada" del domingo es coherente con la abducción televisiva y doctrinaria a que se ha sometido a la población, ya de por sí infantilizada y cada vez más. Si se la ha convencido de que en el balcón fiesta y aplauso, que no era cosa ni de penar, ni de sufrir, ni que iba del todo con ellos ¿qué se podía esperar?. Si la consigna ha sido que no se mentara la tragedia, ni se mostrara un ataúd, ni se viera a la muerte, ni se sintiera el duelo, ni se permitiera el luto y hasta se prohibieran las lágrimas -la presidenta madrileña fue linchada por ello, porque aquí solo Pablo Iglesias tiene bula, amén de saltarse cuarentenas, para llorar, pero solo por los muertos de hace más de 80 años y de uno de los bandos de la guerra civil- ¿cómo no iba, precisamente la parte más entregada a esa doctrina de la población, a reaccionar con tan irresponsable actitud?