Cual es el sentido de la vida
Desafortunadamente, vivimos en una sociedad que en su mayoría es acrítica, no pensante y, sobre todo, se cierra a sí misma en su mundo y sus deseos, o de lo contrario sigue ciegamente un camino lleno de promesas vanas, en la búsqueda incesante de una felicidad fácil, pero efímera e inalcanzable.
El mejor ejemplo es a veces en la distinción y elevación de la respuesta inesperada a los ojos de los hombres.
En la Biblia hay un pasaje conocido como "el hijo pródigo". A pesar del texto pela persona del hijo ser conocido, es el papel del padre lo que destaca. No es ser padre, porque es el progenitor, se le llama padre porque, por su actitud inesperada hacia un mal ejemplo, la persona así es reconocida. De su acto ante lo inaceptable, esta persona se convierte en un ejemplo y, por esta razón, se le reconoce convirtiéndose en modelo y fuente de inspiración.
Es inútil mostrar desacuerdo con una determinada situación y encontrar alguna excusa para ser parte de esa misma situación, o de una situación análoga.
Probablemente la forma de la respuesta dada por el hijo, que siempre lo ha acompañado, es la voz de su voluntad silenciada por razones mayores que la satisfacción de un ego frágil y desconcertado. ¡No lo hizo! Este ser deja su posición formal para ser genuinamente lo que es, una persona igual a todos los demás. En la misma humanidad compartida por todos nosotros, él se resistió a lo fácil, para contestar en la medida en que desea y quiere llegar.
¿Cuál es la validez y el valor de una respuesta que está tanto o ainda más vacía cuanto el mal ejemplo que queremos criticar?
El reconocimiento del error y el deseo de un cambio de actitud proviene de la respuesta dada por el otro cuando este se encuentra delante a una realidad que no debería suceder. Es en este cambio generado a partir de la novedad de la reacción, que es comprobado y asignado el estado de ejemplo, convirtiéndose en alguien cuyo modelo debe copiarse.
Todos somos involucrados en un mundo que todavía se encuentra en construcción.
Es un hecho reconocido que el ser humano necesita estímulos en su vida, especialmente estímulos positivos. Como respuesta a esta necesidad, la mayoría de las veces, el ser busca y espera a otra entidad los estímulos que lo ayudan en la misión de simplemente vivir. Hay casos en los que se generan dependencias reales, en los que la persona llega a dejar de pensar por sí misma, poniendo toda su vida en la mano de otro que es un ser otro igual.
Si en algunas perspectivas existe formalmente una cadena de valor diseñada por el hombre, que de alguna manera determina el nivel en el que cada uno de nosotros se encuentra y, a partir de ahí, también surge la esperanza de pautas concretas y positivas en las que confiamos. También es cierto que a veces nos sentimos defraudados cuando se trata de lo que comúnmente decimos: "el ejemplo debe venir de arriba".
Más que sufrir la frustración o la desilusión causada por la falta de correspondencia con lo que esperábamos del otro, sobre lo cual depositamos las nuestras mejores expectativas, debemos ser conscientes de que todos estamos al mismo nivel en lo que es nuestra esencia humana.
El cambio de actitud es urgente. No es posible pensar que la vida humana se perpetuará sin que se produzcan cambios reales al nivel de la persona. Y, en este caso específico, todos son corresponsables en la construcción de un mundo que no solo sea mejor, sino más humanizador. ¡No estamos solos!
A veces, el vacío aparente nos hace pensar que caminamos solos llevando un mundo entero a nuestras espaldas, pero en verdad creo que en este viaje no llevamos el mundo, sino que el mundo está con nosotros lado a lado, cuanto más no es en una única y misma voluntad, el ser feliz.
¿Hasta dónde vas hoy?...