La condena de esta Comunidad
No salimos de nuestro asombro con las decisiones del equipo del todopoderoso vicepresidente y portavoz de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea. Asegura su consejera de Sanidad, Verónica Casado, que "esto no es un castigo, es una medida de seguridad". Comprendo las razones médicas -las que prevalecen en este Gobierno regional- pero aún dudo a qué medidas de seguridad se refiere Casado en Salamanca, Ávila, Segovia y Soria. ¿No serían las mismas que para Valladolid, Burgos o León, por ejemplo? No logro alcanzar a ver las diferencias entre las nueve provincias, si es que las hay. ¿La proximidad a Madrid?, como se ha podido deducir. Cuando no existe el tránsito entre Comunidades Autónomas hasta el día 21. Asegura también que se debe, sobre todo, "al aforo", porque en lo demás no existen grandes diferencias entre ambas fases. ¿Le parece poco?
Existe constancia de que muchos empresarios, sobre todo de hostelería, en cuanto a Salamanca, estaban esperando a este lunes para abrir sus negocios, tras el anuncio del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, de paso a fase III. Incluso alguno se había propuesto sacar a sus empleados del ERTE para comenzar este lunes su apertura, por ese aumento de aforo que la consejera de Sanidad ve como problemático.
Reconozco que la cautela de Castilla y León tuvo mucha importancia médica en los tiempos duros de pandemia y, también, en la fase 0 y el paso a fase I, pero estamos en otro momento de la pandemia. Sí, existe el virus, pero nadie duda que su virulencia no es la que era, ni por asomo, como tampoco la carga viral y la carga del sistema sanitario de Castilla y León, en todas sus provincias, por igual. Como también se debe esperar que cumplan con su cometido de tener abiertos y a disposición de los ciudadanos todos los centros de Atención Primaria, requisito esencial para hacer frente a los contagios, pocos, rebrotes, ninguno de momento desde que entramos en fases. Ahí se debería incidir.
Decía que estamos en otro momento de la pandemia, en la que ya es el factor de conciencia y aptitud personal el que debe imperar. A pesar de los consejos, continuos, de Casado en lavarse las manos, en guardar la distancia de seguridad, en mascarilla -por fin!- en lugares cerrados y donde no se pueda guardar 1,5 metros de distancia. Es la responsabilidad de cada uno de nosotros. No podemos estar todo el tiempo siendo vigilados, guiados por los políticos... si alguien incumple las normas, para eso deben estar las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado -no solo para levantar informes y muchos de ellos... ya sabemos-, aunque en su inmensa mayoría deben recibir la felicitación de todos los ciudadanos por su comportamiento, antes, durante y después del estado de alarma.
Es el momento, señor Mañueco, que parece estar silente en estas decisiones -que es a quien tienen en boca los afectados y son muchos-, o señor Igea, como todopoderoso vicepresidente, de que asuma ya esta función de desescalada el área económica y turística del Gobierno regional. Estamos, a dios gracias, en otro momento de la pandemia. ¿Que no corremos, como gusta decir a Igea? Parece de poco gusto esa expresión, por no decir exabrupto del portavoz regional, al referir que “al final ¿quién ha ido más rápido?”. “Es más importante quién ha llegado más lejos”, defendía esta mañana respecto a los brotes en otras comunidades autónomas como el de Basurto.
Se olvida el vicepresidente y doctor Igea que la crisis económica y el cierre de negocios y, además, la falta de trabajo también crean hambre y muertes. Si otras zonas limítrofes, con datos epidemiológicos parejos e incluso peores, corren, como dice él, también están superando la otra crisis antes que en Castilla y León. Los datos y la realidad las reflejan las cifras y las quejas de todos los sectores, sobre todo el hostelero y comercial. Y no pensar que desde otras zonas y otras personas puedan ver a Castilla y León como una Comunidad 'manchada' en el mapa que todos los días muestran con los cansinos datos... Dios nos libre.
Algo parecido ocurre al tránsito entre provincias de la misma Comunidad. ¿Qué diferencia a las comarcas rayanas de Zamora o Salamanca, de Valladolid o Palencia, o de León con Sanabria...? A estas alturas de la pandemia, aún sigue siendo incomprensible. Y sí, ya se que contestarán que la prudencia, evitar contagios y también muertos... Ante ese argumento, tan esgrimido por la consejera Casado, amparada, totalmente, por el todopoderoso Igea, poco queda que responder médicamente. A estas alturas, también, y visto lo visto, se entiende mucho mejor la dimisión de Germán Barrios, el que fuera consejero de Empleo y que abrió la crisis de Gobierno en plena pandemia.
Las fiestas populares
Como esos alcaldes que esperan que les digan algo, ahí es donde deben incidir y están callados, respecto a la organización de sus fiestas patronales y eventos de verano. Son miles y miles de personas las afectadas y de las que nadie se acuerda. Bares y comercios rurales que viven de sus fiestas todo el año. De los músicos, técnicos, conductores de las orquestas. De los ganaderos de bravo, tanto que dicen desde el Gobierno regional en defender la Fiesta... con los encierros y todo el ganado que se mueve en estas tierras castellanas y leonesas. Los feriantes. Los artesanos. ¿Se imaginan ustedes el serio problema económico que pueden causar silencios como los que hace la Junta de Castilla y León? Ahí tienen a Feijóo en Galicia, Asturias o Cantabria, o la misma Aragón, en una defensa a ultranza de estos eventos cuya no celebración pueden llevar a la quiebra, al paro si es que lo tienen -en muchas ocasiones no-, sin ERTEs -no los admitieron- y negocios rurales y que, todo indica, podrán celebrarse una vez salidos del estado de alarma, en el cercano 21 de junio. Pero en Castilla y León, aseguran los afectados, "solo se habla de miedo, nadie nos ofrece una solución, para bien o para mal". He ahí la cuestión, equipo médico político regional. Deberían 'mojarse' ya de una vez, sí, para bien o para mal, como dicen los afectados, asumiendo todas las consecuencias de una decisión o de otra, porque eso lleva consigo el cargo y la política. Esperemos que, después de todas estas decisiones de ir a paso de tortuga en las fases, la decisión no la dejen en manos de los pobres alcaldes, en una lucha con su conciencia y sus convecinos.
O creen desde el Gobierno regional que los castellanos y leoneses no podemos vivir sin ser tutelados. O somos tan inconsecuentes como para no dejarnos salir del confinamiento... ¿En verdad lo piensan? Porque visto lo visto hasta el día de hoy, nada hace pensar en lo contrario.
Y seguimos con las fronteras
También es inexplicable la obcecación del Gobierno de España en mantener cerradas las fronteras con Portugal hasta finales de junio. Por no decir esa inasumible cuarentena a quienes visiten este país. Llevamos perdidos muchos meses de negocio, de economía, de turismo, de empleo y, encima, con medidas que otros países, de igual destino que España, no implementan a las exigibles de sanidad, en una carrera que se puede perder a la hora de recuperar visitantes de otros países. No hablo de estados fuera del espacio Schengen. Refiero países como Alemania, Bélgica, Inglaterra o Países Bajos... nuestros turistas.
En estos tiempos de pandemia, en los que ya debemos afrontar la nueva realidad como ciudadanos responsables sin tutelas ni guardianes, en libertad, como en muchos otros asuntos, en que hay que plantarla cara al virus -mientras no desaparezca o lleguen tratamientos o vacunas - nos damos cuenta de por quién estamos gobernados, sean de un color o de otro, ay!