Como taurino que soy, estoy muy preocupado por los derroteros que está tomando nuestra Fiesta con respecto a la pandemia del Covid 19. Fui el primero que abogó por la celebración de corridas a puerta cerrada. Donde sin público pagano, la cuestión económica correría a cargo de la empresa televisiva que gestiona las retransmisiones importantes taurinas y, donde las corridas se convertirían en tentaderos en plaza.
Seguro estábamos que nuestro gobierno seguiría en su idea de acabar con la Fiesta más Nacional de ahí que, no contáramos desde el primer momento con ayuda alguna, por parte de él, para que este sector, tan importante económicamente, se salvara del desastre.
Pero reconozco mi candidez al pensar que la cadena Movistar + iba a correr con los gastos de la idea, sin darme cuenta que, al no ser seguras las ganancias, tal proyecto quedaría en el baúl de los recuerdos.
No obstante la idea quedó ahí y, algún empresario alertado por ciertos toreros, ha tratado de llevarla a la práctica montando alguna que otra corrida. ¡Craso error!
Comprendo el estado de desesperación en que están sumidos los pilares de la Tauromaquia a los que se ha agregado a “chupar de la teta de la vaca” la televisión taurina privada al ver peligrar los puestos millonarios, tanto económicos como sociales, de que gozan sus componentes que cada vez son más al agregarse algunos que habían sido cesados en sus puestos taurinos de privilegio.
Desesperados ganaderos (criadores del TORO) por no dar salida a sus productos en edad de merecer.
Desesperados toreros al ver que, la temporada se les va en blanco.
Desesperados empresarios, al ver que su “modus vivendi” se les cerró.
Todos están preocupados de forma más o menos razonada, pero...es el momento de pedir a los taurinos SENSATEZ pues han de ser conscientes que, en las circunstancias que el contagio impone, es imposible dar toros.
Algunas cadenas de Internet creyéndose descubridores de la “pólvora taurina” se han incorporado, tratando de sumarse al “chupar del bote” y han llegado a realizar corridas tentaderos con dos diestros actuantes ante cuatro astados que, los aficionados podían ver, si se abonaban con el módico precio de 12 euros. Pero no era una verdadera corrida de toros sino más bien un tentadero y eso no cuaja en la afición taurina.
Además hemos de tener en cuenta que, este gobierno ANTITAURINO que padecemos, está deseando que salte la chispa de un contagio en una plaza de toros, para “cargarse” vía decreto, la Fiesta de los Toros.
Primero ¡VAMOS A CURARNOS! de esta Pandemia y luego…tiempo tendremos de poner las cosas en su sitio y no denigrarnos viendo a todo un espectáculo donde predomina, el arte, sobriedad y colorido convertido en una pantomima de toreros con mascarilla, secundados por cuadrillas, apoderados, porteros, taquilleros, presidencia, y hasta banda de música que no podrán evitar humanamente que este virus, bacteria, proteína mutada o, lo que sea, siga haciendo de las suyas.
Luego, cuando todo haya pasado, analizaremos la dejadez de los taurinos, la desidia de la Administración, y la actuación que los aficionados, como sustentadores de la Fiesta, hemos tenido para cargar con parte de culpa, al no haber exigido las prerrogativas a las que teníamos derecho.
No se controló la función empresarial por parte de aquellos ayuntamientos propietarios de plaza de toros, al no solicitar un curriculum serio a los licitadores que vinieron a “llevárselo crudo” obviando a los aficionados mientras, en las plazas importantes no se dio opción a nuevos empresarios serios y competentes por no haber actuado con anterioridad en la categoría de estas plazas en una legislación interna inconstitucional y discriminatoria que nadie se atrevió a denunciar.
Las administraciones no controlaron las cuentas claras de las corridas que, con sus pérdidas económicas propiciaron el “lavado de dinero”.
Los aficionados no hemos exigido (salvo raras excepciones) carteles dignos tanto en toros como en ternas actuantes, ni enfermerías dignas, ni ruedo sin piedras y cantos cuando no de yerbajos que invadían hasta los tendidos.
La tauromaquia merecía un respeto que únicamente propiciaban los empresarios-empresarios que no acabaron millonarios por no haber cambiado la empresa de nombre cuando las cosas no iban bien y, que por dignificar la Fiesta, hacían propagandas artísticas y por ende caras, al tiempo que acondicionaban las plazas haciendo limpieza general y organizaban tertulias informativas al final de las corridas. ¡Eso era hacer Tauromaquia!
ESPERAR, ESPERAR, ESPERAR y tener paciencia para soportar la sequía de festejos como hacemos todos los años en la denominada pretemporada y dediquémonos a leer temas taurinos para aumentar nuestra cultura taurina y transmitírselas a las nuevas generaciones.
Pero algunas Comunidades como, la de Andalucía no han querido esperar y ya se han dado en dos sábados (4 y 11 de julio) las dos primeras Novilladas de Clases Prácticas del XXXVI Ciclo de Novilladas, patrocinadas por Canal Sur y las Asociaciones de Escuelas Taurinas de Andalucía Pedro Romero, en Morón de la Frontera y Ubrique sin que notáramos (a través de los visto por televisión), diferencias importantes, salvo las mascarillas de los comentaristas y público.
También, algunos alcaldes no han tenido paciencia al ver que se les va al traste el ciclo de novilladas base de pueblo, anunciadas como Alfarero de Plata en su 7ª edición, donde priman el apoyo al toreo base y a la variedad de encastes.
Es el caso de Villaseca de la Sagra, donde un Foro de Promoción, Debate y Defensa de las Ferias de Novilladas, ha pedido mejorar las condiciones y viabilidad para celebrar novilladas en plazas de 3ª y 4ª categoría basándose en principios tales como:
-Novilladas son necesarias para defender y fomentar la Tauromaquia y
-Eliminar y disminuir las obligaciones formales con el fin de aminorar los costes económicos de organización y celebración de Ferias de novilladas.
Y las peticiones eran:
- Reducir el IVA al 4%.
- Revisión de la cotización de los profesionales taurinos desde el punto de vista laboral, fiscal y administrativo.
- Revisión de la estructura de los espectáculos taurinos.
- Reducir el IVA del toro bravo del 21% al 10%.
- Eludir los honorarios de los veterinarios nombrados por el colegio veterinario provincial a favor de un veterinario de servicio dependiente de la Administración que, como funcionario no cobrara honorarios.
- Reducción en un 50% (42,5% efectivo) de los salarios mínimos de banderilleros, picadores, mozos de espadas y ayudas.
- Derechos de imagen en retransmisión televisiva: 2,5 % para banderilleros, picadores, mozos de espada y ayudas, 75% novilleros, ganadero y organizador.
- Precio máximo de entrada 12/20 euros para novilladas picadas de 6 novillos.
Y lo peor de todo es que algún comentarista taurino de renombre, saliendo en defensa del Alcalde D. Jesús Hijosa, ha llegado a escribir:
“las algas de un colectivo que quiere sacar tajada de cualquier eventualidad que se organice en torno al toro”
Y amigo Sancho, “con la iglesia hemos dado” en frase cervantina:
“Esos veterinarios taurinos han tenido que realizar y pagarse una serie de cursos de especialización tendentes a obtener el Diplomado en Espectáculos Taurinos que, les faculta para el reconocimiento de los toros y dar o no su idoneidad para la lidia” y como profesionales veterinarios cobran por un acto profesional y, de estos honorarios un tanto por ciento importante va a las arcas del colegio veterinario para contribuir a su sostenimiento.
De la misma manera que ustedes cobran por su trabajo, sin diplomatura específica alguna, comentando de forma más o menos acertada, lo que ven en el ruedo, formando parte, eso sí, ustedes, de los malandrines que, D. Quijote, tantas veces denunció.
Y mientras, todos los perjudicados han de hacer acto de conciencia o de contrición por los errores cometidos.