El día 3 de octubre ha sido un exitoso día de movilización de la población rural de la España vaciada. Es la segunda convocatoria de la Plataforma de la España Vaciada, esta vez, con los lemas #SanidadRuralDigna #YoParoPorMiPueblo. Ha contado con el apoyo activo de las asociaciones en defensa de la sanidad pública en el medio rural, de organizaciones sociales, fuerzas políticas y sindicales. Ha destacado la participación popular en Aragón y en Castilla y León (en especial, Zamora, Soria, Burgos y Segovia).
Los miles de personas -que se han concentrado en pequeños grupos ante centros de salud y consultorios médicos- han exigido una sanidad pública de calidad en el medio rural, que garantice las mismas coberturas y prestaciones existentes en las zonas urbanas y que atienda las especificidades de esos territorios. Han pedido también que se mantengan abiertos y activos los consultorios locales, crear la figura del sanitario rural y un programa básico de salud pública en las zonas rurales fundamentado en la prevención, dotar a los centros de salud comarcales de la plantilla necesaria para atender una población dispersa y envejecida y cumplir la Ley General de Sanidad, dotando a todas las áreas de salud de un equipo multidisciplinar. Además, han solicitado que se convoque con regularidad los consejos comarcales de Salud, una adecuada cobertura informática, potenciar el médico de Atención Primaria haciendo atractivo para los profesionales de la salud el desarrollo de su carrera en los pueblos.
En las concentraciones han estado presentes jubilados y jornaleros, jóvenes estudiantes y trabajadores, familias al completo, profesionales de todos los gremios y funcionarios, juristas y amas de casa, miembros de los ayuntamientos y administraciones locales, y también los que enfrentan en su trabajo las deficiencias de la sanidad rural, el personal sanitario.
Una indignación generalizada existente en los pueblos de la España vaciada ante la falta de una sanidad rural digna, que es una de las condiciones básicas para revertir el despoblamiento.
Un despoblamiento que afecta gravemente a lo que se ha denominado la España vaciada, pero también a la constante disminución de población en el resto de las zonas rurales. La baja rentabilidad en la actividad económica apoyada en una progresiva degradación de los servicios básicos está en la base de un proceso que se lleva gestando durante décadas. El continuo deterioro de las infraestructuras junto con los recortes y desaparición en determinadas zonas de servicios básicos como sanidad y educación han ido conformando una situación de quiebra en el tejido económico y social.
Es necesario y urgente un Pacto de Estado que aplique una política integral en el medio rural, actuando en varios frentes con medidas como: Canalizar las ayudas de la PAC y de las instituciones a los productores directos. Una política de precios en origen que garantice las rentas de los productores. Potenciar las cooperativas y los planes medioambientales basados en la agricultura y ganadería ecológicas.
Asesoramiento técnico, formación, conocimiento del trabajo y las especialidades en el campo especialmente orientados a los jóvenes. La creación de industrias de transformación en las comarcas donde se producen. Y proyectos vinculados a las nuevas energías en el medio rural, instalaciones eólicas y de energía solar. Un plan de inversiones y beneficios fiscales a las nuevas explotaciones e industrias; y a la utilización de nuevas energías en el campo. Y dotar de infraestructuras de comunicación (desde internet hasta el ferrocarril) y garantizar una red de servicios básicos: atención sanitaria, centros de enseñanza, atención a los mayores, etc.