Intervención certera y realista del diputado de XAV, Pedro José Pascual Muñoz, en el pleno de esta semana que comenzó esta tarde con el control del Gobierno Mañueco/Igea. Quizás sea por su condición de médico, pero sus palabras, iniciadas con el título de esta crónica, pusieron sobre la mesa la opinión de los ciudadanos en esta segunda o tercera ola de pandemia. Conciso, claro y directo pidió el toque de queda como otros países europeos, pero también criticó que de 50.000 multas impuestas en esta Comunidad, tan sólo se han cobrado el 10%, pero es que 30.000 ni se han comunicado. Todas ellas por infracciones en las medidas sanitarias para luchar contra la Covid-19. Y, finalizó, con esa opinión generalizada de que la población está harta y no sabe qué hacer con tantas medidas que ni se aclaran. Y Mañueco mirando hacia Madrid, en esta ocasión no a Génova, sino a La Moncloa, porque la culpa de todo la tiene Sánchez. Ídem.

Y mirando para otro lado comenzó el pleno de las Cortes de Castilla y León con el enésimo enfrentamiento entre Luis Tudanca y Alfonso Fernández Mañueco. De poco sirvió que el portavoz de Ciudadanos, David Castaño, metiera de por medio una "crítica amigable" con el Corredor Atlántico, del que la formación naranja de las Cortes parece tener mucho interés, aunque, la puya la puso Mañueco -como sin quererlo- lanzando el dardo de que "Cs en Galicia es extra parlamentario". Pero sí, el Corredor Atlántico es importante, ahora y también durante los años del PP -en Moncloa y en CyL-, pero los territorios de la Raya siguen sin saber qué es el Corredor Atlántico y siguen sin tener infraestructuras mínimas -no hablamos ya de grandes autovías, que se necesitan como la A-11 hasta la frontera-, sino perforar más la frontera con nuevos puentes y carreteras modernas. Los habitantes de la Raya no quieren grandes obras, sino las obras más elementales para subsistir y vivir acorde al siglo que nos toca sufrir.

Volvemos a los pesos pesados de esta política regional -en esta ocasión el todopoderoso Francisco Igea, el que se sitúa "en el centro" del espectro político porque dice alejarse de las extremas izquierdas y derechas, pero Aguado en Madrid y Marín en Andalucía no sabemos qué pensarán para poder sentarse en los mullidos sillones azules de sus Comunidades- ha quedado un tanto relegado. 

El socialista Luis Tudanca llevó hasta el hemiciclo, nuevamente, la corrupción de Castilla y León, con altos dirigentes en aquellos tiempos -como el condenado Jesús Merino, o el mismo Cosidó-, en operaciones en investigación por los juzgados como la 'Perla Negra' o las 'eólicas'. Además, cuando Mañueco era presidente de la Comisión de Conflictos y Garantías del PP y secretario regional de los populares. Ahí incidió en su pregunta el líder socialista. Pero Fernández Mañueco no entra a la muleta, en el argot taurino como buen taurino. Tudanca decía "usted ni se inmuta, no se enteraba de nada"... Mañueco tildó esta discurso de "incalificable, política de trincheras pleno tras pleno". Y regresó al manido Gobierno de España, como muletilla que siempre vale, tanto para un roto como para un descosido. Pero la situación es la que es y de aquellos polvos vienen estos lodos, se mire como se mire. No extraña que ya canse e irrite este asunto al presidente de la Junta, aunque él no formara parte de aquellos gobiernos de su querido Juan José Lucas y Jesús Merino y Tomás Villanueva, o de los más cercanos de Juan Vicente Herrera, -que está y quiere estar mutis, no sabemos si por callar lo que sabe o no opinar de estos tiempos nuevos - también Tomás Villanueva y la entonces poderosa María Jesús Ruiz, la conocida como maldición de los vicepresidente, señor Igea.



De acuerdo, como dijo el procurador de XAV - Por Ávila, que los ciudadanos de CyL ahora piensan en otras cosas, como es la Covid y la crisis que llega, los ERTEs sin cobrar, el paro, la Sanidad que está en la UVI y el miedo de unos padres con sus hijos en los colegios y no se dejan de poner aulas en cuarentena. Cierto, estos son los problemas que llevan el miedo con ellos, y también los contagios, salvo para los desalmados e insolidarios que no cumplen con las normas, a las gentes de esta 'doble' Comunidad, Castilla y León. Pero no es menos cierto que si algunos problemas afloran ahora es por las consecuencias de aquellos tiempos locos en que todo valía, con poder casi absoluto, de unos, y los otros que andaban enfrascados en lo suyo. 

La corrupción, aunque no se quiera, sigue siendo el pan nuestro de cada día que los medios la ponen sobre la mesa cada vez que nos sentamos a comer y enchufamos la televisión. Es lo que hay, y es lo que toca, se quiera o no.