Ni un pase
Emiliano García Page, presidente de Castilla la Mancha, ha utilizado un símil taurino para opinar sobre el pacto del Gobierno con Bildu sobre los presupuestos del Estado y ha dicho, muy castizamente, que dicho pacto "no tiene ni un pase".
Posiblemente muchos ciudadanos y ciudadanas, sobre todo, pero no únicamente, los más jóvenes, se habrán preguntado qué quiso decir exactamente el presidente y es que dicho símil no es fácil de entender si no se tiene algo de cultura taurina.
Por eso Ortega y Gasset, dijo aquello de que: " La historia del toreo está ligada a la de España, tanto que sin conocer la primera, resultará imposible comprender la segunda". Indudablemente que en los tiempos que corren esto ya no es exactamente así. Pero, sin duda, que muchas expresiones están todavía impregnadas de taurinismo y que, bastantes veces, se utilizan sin saber muy bien su origen. Sirva de ejemplo el término "descabellado", o fuera del cabello, que es lo que se hace al apuntillar toro con el estoque. Y no digamos tantas otras como " coger al toro por los cuernos" o "te va a pillar el toro", o "estar al quite", "pinchar en hueso" o "torear a alguien" y muchas otras que forman ya parte de nuestro idioma cotidiano.
Por ello, la expresión de García Page, quizá a los primeros que habrá resultado extraña habrá sido a los propios de Bildu que, por su ideología, posiblemente antitaurina, no entiendan bien que ha querido decir, aunque lo sospechen por el obligado contexto y la personalidad del que la ha dicho. Y es que García Page es un taurino de raza ya que iba de niño a los toros de la mano de su padre empleado de la plaza de toros de Toledo.
Por ello, como político, hizo una sabia e interesante reflexión cuando dijo que al torear, "con la izquierda se torea de verdad pero para cortar orejas hay que torear también con la derecha". Algo que quizá se contradice con la rotunda afirmación de ahora.
Sin embargo, volviendo a los símiles taurinos, hay uno que me llamó la atención cuando leí el libro de Obama "La audacia de la esperanza" y es que cuenta que en su época de senador, que cuando un tema estaba suficientemente debatido en el Senado, "Había que tirarse a matar". Esto es en la Cámara parlamentaria posiblemente más importante del mundo, se usa un vocabulario esencialmente taurino, no en balde en USA los toros, aunque sea a su manera, siguen lidiándose.
En fin, ya veremos, en qué acaba la faena imposible, según unos, del pacto presupuestario, aunque yo creo que para los buenos maestros todos los toros tienen su lidia aunque esta parezca imposible; pero para eso están quienes saltan al ruedo y, aunque sea una faena de aliño, esta se hará plausible, despertando, eso sí viscerales divisiones de opiniones.
Pero la democracia, como la fiesta de los toros, y la vida misma, es precisamente eso: contradicciones, cambios de opinión y faenas que unas veces terminan en broncas y otras en aplausos. Esperemos que, a pesar de todo, no llegue la sangre al río.