La violencia de género no existe, hay más hombres que mujeres maltratados, hay más hombres que mujeres asesinados, os quejáis de vicio, no sé qué más queréis, a saber qué ha hecho ella para que tuviera que matarla, seguro que se lo merecía, es que le quitó la casa, es que le puso los cuernos, es que le arruinó la vida, en España no hay mujeres explotadas sexualmente, están ahí porque quieren, es dinero fácil, no quieren trabajar en otras cosas, la prostitución es un mal necesario, también hay prostitución de lujo….
Mientras en España sigan escuchándose este tipo de mensajes, no podremos hablar de un país en igualdad, sino más bien de un país ciego a los datos, y sobre todo a las realidades. Estas ideas, pensamientos o ideologías están presentes en el día a día, y en reuniones sociales más o menos formales. Estas frases forman parte del imaginario colectivo, y se repiten por sistema, sin un análisis profundo, sin contrastar con los datos oficiales, datos que, sean nacionales o mundiales, nos indicarán la misma dirección de la violencia.
Los resultados nos muestran que la violencia sí tiene género, y sigue siendo necesario manifestarse, reivindicar y luchar por un mundo en el que las mujeres no seamos las víctimas. Los homicidios son cometidos por hombres en un 95% de los casos, según datos de Naciones Unidas, mientras que las mujeres son responsables solo del 5% restante. La consecuencia directa de estas conductas es la prisión, en España el 93% de las personas privadas de libertad, son hombres y solo el 7% mujeres. Cada año mueren en el mundo más de 87.000 mujeres asesinadas en el contexto de pareja y/o familia, cada día 238 mujeres. El enunciado es terrible, pero real: cada 6 minutos, una mujer es asesinada en el mundo a manos de un hombre. En España, una de cada dos mujeres ha sufrido algún tipo de violencia machista. Si hablamos de otras formas de violencia: terrorismo, torturas, agresiones sexuales, suicidios, trata de mujeres, estos delitos también son mayoritariamente cometidos por hombres.
El 25 de Noviembre, día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres, necesitamos que se hable de todas las formas de violencia que sufrimos: discriminación, acoso, violencia de género, violencia sexual, trata con fines de explotación sexual, matrimonios forzosos, mutilación genital femenina… violencias que en ningún caso suceden en la dirección contraria (por ello la cuestión del ‘género’ término que provoca tanto hartazgo).
Si leemos estos datos de forma objetiva, sin juicio, sin mirada política, no cabe la posibilidad de pensar que la violencia que tanto rechazo genera, no existe.
Podemos buscarle a estos hechos una justificación basada en la testosterona o en cuestiones biológicas, pero no es así, ya que si así fuera, todos los hombres serían violentos. Nada más lejos de la realidad, por suerte para la sociedad. La mayoría de hombres no lo son y además son parte de esta lucha, por lo cual… si no son cuestiones biológicas: ¿dónde está la causa? ¿Quién es la causa?... o, tal vez, ¿es la sociedad que construimos la que sigue manteniendo y generando estas formas de violencia?
Mi experiencia en prisión como psicóloga, técnico de instituciones penitenciarias, me ha permitido, además, comprobar que la explicación de esta violencia tampoco es una enfermedad mental. Estos hombres no son enfermos mentales; pueden tener ciertos rasgos patológicos, pero hablamos de personas que cometen un delito intencionalmente, y en la mayoría de casos, de forma premeditada, no basado en un ‘cruce de cables’, y muchos de ellos tras el ingreso en prisión, refieren que volverían a cometerlo.
¿Cuál es la causa entonces?
Ciertamente, no niego que existan otras formas de violencia, y que obviamente hay hombres que sufren violencia en la pareja, pero ni los datos ni la forma de violencia es la misma, porque lo queramos o no, nos guste o no, la violencia es cosa de hombres, y hasta que no asumamos esta dicotomía, no llegará el cambio esperado.
Por todas estas violencias, que nos sitúan al 52% de la población en el lado de las víctimas, se organiza anualmente con carácter honorifico desde la Delegación del Gobierno en Castilla y León la entrega de reconocimientos Meninas, para agradecer la labor de las personas físicas, colectivos, entidades o instituciones que destaquen en su contribución a la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres en cualquiera de sus formas, así como a la atención, asistencia, protección y recuperación de las víctimas.
Este año, se han celebrado en Palencia y han recibido reconocimientos oficiales: el Club balonmano femenino de Palencia, Andrea Martínez, Lara Herrero, ACLAD Palencia, Celia Gabarri, la Cátedra de Estudios de Genero de Palencia, la Universidad Popular de Palencia y la cooperativa LOVEPAMUR. Gracias a todas y a todos por vuestra dedicación.
Jessica Martínez, coordinadora de las Unidades de Violencia de Género en la Delegación del Gobierno en Castilla y León