La espita y el Ayuntamiento de Valladolid
Con el título de “La espita”, nuestro periódico decano publica ocasionalmente la opinión del autor de esta columna sobre determinados aspectos de la actualidad vallisoletana y regional, habitualmente de contenido político.
Hacía tiempo que no me citaba en ninguna “espita” y menos aun dedicándome el título: “Que vuelve Javier León”, decía en titulares, tocando a rebato como si un nuevo virus amenazara con caer sobre la ciudadanía vallisoletana, algo que no me sorprende, por cuanto el mismo autor me dedicó hace justamente dos años otra “espita” en la que advertía a los responsables del PP sobre la inconveniencia de que yo apareciera en las listas municipales, ni de primero ni siquiera de último de los integrantes de la misma, eso sí, sin atreverse a decir quién debería encabezarla aunque somos muchos los que sospechamos quien era su candidato.
Inicialmente pensé ignorar su interesante ponencia política pero, hoy me he animado a comentarla, y se me ha ocurrido ir al diccionario de la RAE para conocer lo que en un buen español debe entenderse por “espita”, y la verdad es que su lectura me ha animado a escribir unos comentarios.
Dice la RAE en su primera acepción que espita es una “medida lineal de un palmo”.
En su segunda acepción lo describe como “canuto que se introduce en el agujero de la cuba u otra vasija para que por él salga el licor que esta contiene”.
Pero es que en su tercera acepción define a la espita como “dispositivo análogo a la espita de las cubas, que permite la salida de gases, líquidos, etc. de un recipiente”.
Y para rematar, en su cuarta acepción, la coloquial, la describe como “persona borracha o que bebe mucho vino”. Sin comentarios....y que cada cual elija la acepción que más le guste.
Finalmente, la RAE afirma que “cerrar la espita” supone “suprimir una ayuda, normalmente económica, que antes se daba”... y resulta que ahora lo entiendo todo. Pero no por meterse conmigo, el autor va a conseguir abrir espita alguna. Como he comentado, no es la primera vez que lo hace, (lo de meterse conmigo) y, sinceramente, ignoro la razón, pero entiendo que mis siete victorias seguidas en las siete ocasiones en que encabecé la lista popular, (por cierto, las únicas siete veces que el PP ganó las municipales en Valladolid) para algunos sean difíciles de digerir, y especialmente para quienes querían apostar por un candidato alternativo.
Pero luego uno empieza a atar cabos: la que fue candidata de PP al Ayuntamiento vallisoletano en una entrevista en La 7 de Castilla y León TV, en respuesta a un comentario mío sobre la falta de oposición en el ayuntamiento, quiso recordar que “Javier León perdió la alcaldía”, olvidando que Javier León ganó siete elecciones seguidas, cinco de ellas por mayoría absoluta y que en todas ellas la lista municipal obtuvo mejores resultados que la lista autonómica en la misma demarcación, incluso cuando el PP nacional perdía las elecciones, y que fue la lista encabezada por ella la que perdió por primera vez las municipales vallisoletanas desde 1.991, y que incluso, mis peores resultados fueron superiores a los obtenidos por el Psoe en las últimas municipales que ella y “sus gentes” las perdieron.
Dice sentirse respaldada por Génova, que es lo que le importa. Ciertamente yo me sentía más respaldado por los ciudadanos, que eran los que me elegían, que por Genova que era quien me nombraba, y para mí eso es lo importante. Las listas las confeccionaba el candidato con el presidente del partido, (unos eran “mis gentes” y otros las” gentes del partido”), confección que ciertamente no siempre estuvo exenta de tensiones. Pero es que al día siguiente, su número dos reproduce las palabras de Pilar del Olmo en su twitter con las mismas omisiones.
Y para concluir, un par de comentarios sobre el Pleno del martes: al iniciarse la sesión, Pilar Del Olmo interpeló al alcalde sobre sus controvertidas vacaciones náuticas, lo que descolocó al primer edil y ya, dentro del orden del día, el portavoz de Vox, de forma análoga a lo que hice yo en la crisis anterior, presentó una moción para reducir los sueldos de alcalde, concejales y personal de confianza.
Como era de esperar sólo sacó su voto y la tímida abstención de VTLP. El resto de grupos se opuso, En el debate, Pedro Navaja volvió a atacarme atribuyéndome unos suplementos de sueldo que, salvo mis trienios de funcionario, nunca existieron, pues mis cargos en la caja no estaban ligados a la alcaldía sino a la elección en la asamblea de Caja Salamanca como un concejal del Psoe lo fue en la de Caja España, ingresos que por cierto tenía declarados en la secretaría general del Ayuntamiento, donde además depositaba una copia de mi declaración a Hacienda. La otra corrección debo hacérsela al concejal De Santiago Juárez quien afirmó que la reducción salarial aprobada en el Ayuntamiento fue impuesta por el Gobierno de España, lo que es rotundamente falso. Fue una decisión libérrima del pleno municipal a propuesta mía.
En fin, y para concluir, quiero aclarar que no vuelvo porque no me he ido, y que continuaré diciendo lo que me venga en gana, como siempre hice, aunque a algunos les moleste. Y si ahora el grupo municipal popular se decide a hacer oposición, y parece que con el tema del caos circulatorio y náutico ha encontrado material, bienvenido sea. Yo les aplaudiré.