Puebla de Sanabria y su Museo Taller de Gigantes y Cabezudos
En Puebla de Sanabria, Zamora, existe un museo con diez Gigantes y 33 cabezudos, cuyas figuras tiene su origen en 1848, que empezaron para anunciar la festividad de Ntra. Sra. de las Victorias.
Este museo fue creado oficialmente en 1998 y contiene los Gigantes siempre van con un séquito de unas figuras más pequeñas, que se llaman los Cabezudos. Entre los más antiguos gigantes están la denominada La Negra y El Chino, después se han ido incorporando otras figuras como La Zapatera y el Zapatero, El Rey y La Reina, etc.
Casas y Museos
Hasta dónde sé, promocionado por asociaciones y cofradías de gigantes y cabezudos existen en la Península Ibérica los siguientes museos además del de Puebla de Sanabria, La Casa de los Gigantes de Lleida, La Casa Museo de Gigantes y Cabezudos de Torrejón de Ardoz, El Museo de Gegants y Cabets de Ontiyent, La Casa Museo de Gigantes y Cabezudos de Tolosa, El Museo del Corpus-Casa de las Roques en Valencia (contiene carros que transportan el Corpus Christi y también una parte de Gigantes y Cabezudos).
Los Gigantes y Cabezudos es una tradición popular de Europa y América del Sur, que en los días de festividades, casi siempre religiosas se sacaban por las calles, desfilando, o solos, o acompañando al Cristo o a la Virgen o al santo/santa de la fiesta del lugar.
Están realizados con una estructura de madera, hierro o aluminio que forma el soporte y después, la figura está formado por cartón-piedra, ahora fibra de vidrio, poliéster, tela para el traje o el vestido. Su existencia según Wikipedia están implantados, en noventa Estados, tanto en África, América como en Europa. Se tiene documentación de figuras de gigantes en la Edad Media, en 1265, en Évora, en la procesión del Corpus Christi, varias figuras de gigantes, que presentaban los vicios que Jesucristo había venido a abolir. En Pamplona en 1276 se encuentran documentación de tres gigantes, y solían salir en la procesión de San Fermín.
De niños vimos por las calles de nuestra ciudad-pueblo desfilar los gigantes y cabezudos, el día de la inauguración de las fiestas locales. Hasta dónde sé, era una tradición que en casi todos los pueblos de España, al menos, de un cierto nivel demográfico, tenían uno o dos gigantes, y varios cabezudos. Que recorrían las calles, por un motivo o por otro. Quizás, posteriormente la industrialización, hizo mermar dicha costumbre, aunque también, en algunos lugares siguieron existiendo, y como en el caso que comentamos, se crearon Museos o Casas de Gigantes, debidos casi siempre a iniciativa de las comparsas o asociaciones de personas que integraban esta fiesta popular.
Consecuencias.
Quizás, aunque el origen de esta fiesta popular o esta tradición duerma en la noche de los tiempos, quizás, aunque solo lo retrotraigamos hasta la Edad Media, quizás posiblemente tengan un carácter más antiguo, pero por un lado habría que plantearse dos extremos o puntos, por un lado, la revalorización del concepto de fiesta y de fiesta popular, que de alguna manera o forma ha quedado un poco reducido y rebajado, porque otros medios, especialmente, la televisión y otros tipos de entretenimiento han ido llenando el ocio de los pueblos, estos han solapado, diríamos la necesidad de salir a la calle, de forma colectiva o en grupo colectivo, para expresar alegría. Por tanto, sería conveniente recuperar el concepto y la necesidad de fiesta y de fiesta popular, siempre dentro de los parámetros de la legalidad vigente y de la moralidad correcta.
Y, en segundo lugar, que esta tradición de Gigantes y Cabezudos, se podría analizar y evaluar, es decir, si permite un mayor crecimiento, cultural y conceptual. O, dicho más simplemente, por ejemplo, ya que existen diversas cofradías que recorren, concretamente la Piel de Toro, y, como tienen que tener lugar donde guardarlos, éstos, podrían servir como Casas Museos, que pudiesen ser visitadas. Los pueblos o ciudades, podrían buscar no solo un lugar, es decir, no solo un almacén para conservarlas para el año siguiente, sino un lugar, aunque sea modesto, para exhibición, al menos, los fines de semana o en algún horario reducido, en algún tiempo.
En el caso que comentamos, ya existe un Museo de Gigantes y Cabezudos en Sanabria, por lo cual, si se me permite, yo indicaría, la sugerencia, que estudien la posibilidad, de no solo ser un taller, es decir, lugar dónde se realizan nuevas figuras, o reparan, si mis datos son acertados, sino que también, podrían dar el paso siguiente, que es crear una biblioteca o Centro Documental, dónde podrían ir recogiendo materiales bibliográficos, documentales, fotografías, estudios, artículos, carteles, recortes de prensa, etc., para ir vertebrando diríamos una teorización sobre este fenómeno.
O, dicho de otro modo, crear-analizar-sistematizar los fundamentos conceptuales de una fiesta... Entre otras realidades, tener una Web oficial de este museo, dónde se podrían incluir, todos esos documentos en distintas pestañas, historia de la fiesta en la localidad, fotografías e historia de cada personaje o Gigante, fotografías que se pueden recoger de años anteriores en sus exposiciones por las calles, estudios y artículos publicados, bibliografías, etc.
Las diversas Casas y Museos de esta actividad cultural existentes, podrían crear una Red de intercambio de ideas y sugerencias, y podrían también, crear una Asociación Nacional, quizás, si soñamos despiertos, buscar la manera de crear una Asociación Internacional de Gigantes y Cabezudos, igual que existe una de Títeres y Marionetas a nivel internacional.
Para terminar este modesto artículo, expresaré una idea, que siempre me ha venido a la cabeza, cuándo he visto algunas de estas figuras, ahora en televisión, o en alguna fiesta local, ¿se podría avanzar en esta fiesta, y al final, el recorrido que suelen hacer, los diversos personajes, en un escenario, una plaza de un pueblo, por ejemplo, con sistemas de altavoces, hablar entre ellos y crear una pequeña obra de teatro?
¿Podría empezar, como todo lo que nace, siendo muy pequeño, durar unos minutos, cinco o diez minutos al principio, después, según los personajes, que se tuviesen, pues un poco más...?
Por tanto, elevar los Gigantes y Cabezudos, dar un paso más a la fiesta, no perder toda la tradición, de salir a las calles, acompañando una fiesta, y, también, diríamos terminar en una escenificación con lenguaje y palabras y frases, representando alguna historia real o imaginaria, según los personajes que se dispongan... ¡Ahí dejo el guante en forma de Gigantes y Cabezudos...!