Decía la embajadora de Marruecos antes de desaparecer del mapa, de Madrid y de este país dejando en Melilla el mojón del Rey de Marruecos.
Y sí, hay actos que tienen consecuencias y, también, hay actos que buscan unas consecuencias. ¿O creen que es un menosprecio para el turismo español que Boris Johnson -mandatario de la Gran Bretaña- deje a España fuera de los países recomendados a sus ciudadanos para viajar?
Se dice que hilar muy fino es pensar las cosas concienzudamente.
Concienzudamente pienso que con las distintas variantes del bicho que pululan por la pérfida Albión, igual hasta nos ha hecho un favor.
Y el muy inútil de Sánchez poniendo alfombra roja (sin PCR, sin cuarentena) al posiblemente contaminado turismo británico.
Boris que sí ha impuesto con esa decisión la obligación de hacerse una PCR o cuarentena si se quiere ingresar al Reino Unido desde países por él incluidos en esa lista, hila muy fino también, y esta acción, muy de acuerdo con las distintas opiniones escuchadas y leídas, busca unas consecuencias, como son las de que el gasto que se debería hacer en España por parte de los turistas británicos se haga en la propia Gran Bretaña y así ayudar a levantar esa economía.
Eso es pensar en provecho de tú país, tu economía, tus ciudadanos, no como algunos “y no miro a nadie” ya saben, es un decir
Pero, como ha ocurrido durante estos dos años, los actos de este gobierno, no el de Boris sino el nuestro el de Pedro Sánchez, han tenido sus consecuencias y, sobre todo, para el turismo español en su variante empresarial coronando, aún más, su nefasta gestión con no haber solicitado las ayudas europeas para el sector, que sí han solicitado Portugal, Grecia e Italia.
Para el social comunismo no está bien visto el turismo popular, de clase media, parece como que quieren que lo disfruten los políticos de la clase dirigente en sus dumas. ¡Ja, conciencia de clase!
Y la última acción, subir la tarifa de la luz con sus consecuencias, porque son varias, más de un 40% de subida de un día para otro, tarifas por horas más baratas en aquellos periodos horarios que se deberían dedicar a dormir, descansar para volver a enfrentarse otro día con este desbarajuste socioeconómico del que es responsable, sin ninguna duda, el gobierno del PSOE, Podemos y sus compañías y en algunas regiones el empecinamiento en sostener que la hostelería era un foco principal de contagio.
Ahora, sí se quiere ahorrar -como escriben algunos periódicos- planchar por la noche ahorra 38 euros al año.
Si, efectivamente, las acciones tienen consecuencias, pero solo para algunos.