Esta vez no pude ver el pleno, y por ello el viernes pasado sólo pude comentar la intervención del alcalde que, esa sí, apareció inmediatamente en la página web del ayuntamiento. Esta semana he tenido la paciencia de ver íntegramente en la videoteca municipal las casi cuatro horas del mismo, y dedicaré mis comentarios al resto del pleno.
Tras la intervención del regidor, se arrancó el portavoz de Vox con un rejonazo al alcalde por no utilizar la mascarilla, y tuvo una intervención magistral. Curiosamente coincidía plenamente con lo que yo escribí el pasado viernes y empeño mi palabra al afirmar que cuando yo escribí aquello no había oído a mi tocayo, ni por supuesto él conocía lo que yo iba a escribir.
Recordó que lo primero que hizo este gobierno municipal, con la complicidad del resto de los grupos salvo Vox, fue subir el sueldo al alcalde y concejales y aumentar el número de contratados a dedo por los grupos municipales y la subvención a los mismos. Todo un ejemplo de austeridad y buen gobierno. Acusó al alcalde de no tener un modelo de ciudad, del caos circulatorio provocado en la ciudad con la “nueva movilidad” y la proliferación de carriles bici, bus y ciclo carriles, y del fracaso de los proyectos estrella que repiten año tras año, (ciudad de la Justicia, parque agroalimentario, integración ferroviaria, no utilización de las Catalinas y Lope de Vega), y se refirió a la auditoría externa, muy crítica con las fundaciones y empresas municipales y particularmente con la FMD.
María Sánchez, de VTLP, hizo su habitual discurso ideológico y demagógico, defendiendo su gestión hasta el punto de recabar el inicio del rebaje de bordillos, algo por lo que el ayuntamiento fue felicitado hace muchos años, sólo que nosotros no hablábamos de los bordillos de la conciliación. Presumió del parque público de viviendas y del aumento del presupuesto de servicios sociales y ayuda a domicilio, capítulo éste en el que nosotros terminamos con las listas de espera. Nos anunció un futuro banco de tierras municipal, un plan de calidad del aire y culpó de los reventones de la red de distribución de agua a la gestión privada. Y no olvidéis que es la que manda.
El portavoz de Cs coincidió en su crítica con lo dicho por el portavoz de Vox: carencia de modelo de ciudad, caos circulatorio, incumplimiento de los grandes proyectos que se anuncian todos los años, incapacidad de ejecutar las inversiones, apropiación de los proyectos del grupo de trabajo municipal, y cierre continuado de negocios en la ciudad. Censuró la inversión de 5,5 millones de euros en un ascensor en Parquesol que se inaugurará casualmente en la campaña electoral del 2023.
Pilar Del Olmo, del PP, afirmó de salida que el balance del año no podía ser positivo, y que tenía un pasado gris y un futuro negro. Ridiculizó al alcalde por sus afirmaciones de “yo no me pongo mascarilla“, “esto es poco más que una gripe” o “el agua de Valladolid es tan buena que previene el Covid 19”. Recuperó su apuesta por el soterramiento, aunque demostró no dominar el tema al afirmar que había sido un fiasco y que sólo se había hecho el soterramiento del Pinar de Antequera y los talleres, olvidándose de las conexiones con los nudos norte y sur y el 80% del desvío, obras paralizadas por dos ministros socialistas (Magdalena Álvarez y Pepiño Blanco). Censuró el funcionamiento de AUVASA y su intento de gestión de los aparcamientos y la municipalización de NEVASA, descubriéndonos que el despido del gerente de esta empresa mixta nos costó 300.000 €. Coincidió en su crítica con lo expuesto por los portavoces de Vox y Cs y prometió revertir las modificaciones introducidas en la movilidad que habían provocado un caos circulatorio que tan sólo el alcalde no reconoce.
De la intervención de Pedro Herrero, lo mejor que puedo decir es que iba impecablemente vestido con traje y corbata y que no se metió conmigo. Y a continuación surgió el “Pedro Navaja”, que llamó vago al único concejal de Vox, para, a continuación, criticar al partido de Abascal, y afirmó que ninguno de los intervinientes había presentado un plan alternativo. Arremetió contra la gestión de Pilar Del Olmo en la Junta de Castilla y León, acusándola de haber pasado de un inicial apoyo al alcalde a una persecución personal. Mintió al decir que no habían subido los impuestos municipales en seis años, (el viernes pasado demostré que es mentira) y para no dejar en mal lugar a su jefe se quitó la mascarilla. Otro que, como sus jefes, Puente y Sánchez, está instalado en la mentira.
Javier García Bartolomé, en su réplica, desmontó los infundios del portavoz socialista y se reafirmó en su modelo de ciudad que comparto en gran parte.
La jefa, doña María, reiteró su demagógico discurso plagado de mentiras, nos amenazó diciendo que tienen grandes proyectos para la ciudad, pero que en seis años tan sólo han podido desarrollar su modelo de movilidad, negando nuevamente la existencia de atascos. Su gestión, absolutamente nefasta. Temblad si consigue sacar adelante sus proyectos.
La réplica de Fernandez Antolín, de Cs, fue una triste justificación de su política en el ayuntamiento, que suena a música de difuntos.
Pilar Del Olmo tuvo que recordar a Herrero que el tema del pleno era el estado de la ciudad y no su currículum político, demostrando además la ignorancia del portavoz socialista en materia fiscal. Justificó su cambio de postura respecto al soterramiento, (más vale tarde…), y explicó, de forma incompleta en qué había invertido sus dineros la SVAV, olvidando que la gestión económica de la misma siempre la llevó alguien nombrado por el PSOE, y que lo primero eran los talleres y los enlaces, para después poner el suelo liberado en el mercado y así financiar la integración, y que la crisis inmobiliaria y dos ministros socialistas abortaron la operación. Recordó la presentación de la ciudad de la justicia como operación a coste cero, y ha costado, de momento 8,3 millones de euros, y la paralización de todos los grandes proyectos anunciados desde hace seis años.
Aclaró que no le preocupa su futuro personal, y tiene razón, pues es posiblemente la única persona del pleno que perdería ingresos como alcaldesa frente a sus ingresos profesionales, algo que desde luego su detractor no podría decir.
La réplica del portavoz socialista no fue más que la repetición de su primera intervención y cerró el alcalde asegurando que habrá un tercer candidato por el PP y que él se ve con la mayoría absoluta, que ya se enfrentó a otros candidatos populares y que ya mandó a casa al mejor, (gracias, Puente) pero ya aclaré la semana pasada que esto es falso y la única verdad es que llevó al PSOE municipal a su peor resultado en dos elecciones seguidas en las que yo le gané, como hice también con los otros tres candidatos socialistas a los que me enfrenté, hasta en siete elecciones seguidas, en los que también el primero de la lista del PP era el mejor, en su opinión. Por cierto, las últimas no las ganó el Psoe, las perdió el PP.
P.D. Definitivamente el alcalde tiene alergia a las mascarillas: presumió de no utilizarlas al inicio de la pandemia, no la utilizó en el pleno y se fotografió en el coche con el Presidente de la FEMP y el subsecretario de Medio Ambiente sin ella, y sin cinturón de seguridad Y para no perder actualidad acusó a Toni Cantó de cobrar 72.000 € por “rascarse los huevos a dos manos”, expresión muy propia de un trabajador incansable como es nuestro alcalde.
Hasta el viernes que viene.