Hoy, 15 de Agosto, está considerado el día festivo por excelencia y desde siempre la fiesta religiosa del patrón o patrona se unía a los toros y otras diversiones.
En mi tierra charra salmantina se cantaba y bailaba una jota que decía: "Señor Alcalde Mayor no prenda usted a los ladrones que tiene usted una hija que roba los corazones. Sr. Alcalde Sr. Alcalde que si no hay toros tampoco hay baile, que si no hay baile tampoco hay misa porque los mozos no la precisan".
Esto es, misa, toros y baile se fundían en una celebración conjunta inseparable y unida que formaba la fiesta en si. Y así ha sido siempre se diga lo que se diga.
Ahora, por la dichosa pandemia y las nuevas costumbres en muchos sitios ya no hay celebración religiosa, no sé si baile y desde luego sin toros.
Incluso en Madrid, día de la Virgen de La Paloma, una fiesta señera por antonomasia, hay solo misa y procesión con algún concierto pero sin toros lo que es insólito. Se dirá que la pandemia no lo permite pero ha habido ya toros y los va a haber en Septiembre. Será que hace mucho calor pero resulta un poco extraño. Al alcalde Almeida habría que cantarle la copla charra del principio haber si se daba por aludido.
El caso es que las costumbres varían y la playa y la siesta han apagado la afición, pero a pesar de todo los toros estan volviendo con fuerza en muchos sitios al igual que el fútbol que no para. Será que tiene que ser así pero no deja de llamar la atención que el día de la Paloma no haya toros en Madrid aunque fuera en Carabanchel como reza la zarzuela del inolvidable Tomás Bretón, salmantino por más señas.