Castilla y León

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Opinión

Valores y vida o sometimiento y muerte

22 agosto, 2021 20:14
En la antesala de la segunda guerra mundial, los, después, aliados reconocieron a Hitler como representante alemán, no sólo cuando este obtuvo el mandato en las urnas, sino con posterioridad, cuando comenzó a demostrar lo que realmente era.


La valiente Europa blanqueó el movimiento fascista que, partiendo de postulados muy dignos y defendibles, se fue transformando en una bestia que devoraría al mundo.


Solo los desdeñados Estados Unidos fueron capaces de hacer frente al monstruo  y conseguir la victoria, replegándose a su país dejando la gestión política de la reconstrucción a los Europeos, craso error, a los que se limitaron a dar dinero.


Tras la Guerra,los bizarros europeos, como con Hitler, pactaron con el monstruo comunista, que ya había demostrado su sanguinaria y cruel forma de actuar en la República y en la guerra civil española y,posteriormente,sometió a la mitad del mundo, que aún no ha sido capaz de conseguir su liberación.


Europa se ha transformado paulatinamente de un simple mercado común de cobardes, construido sobre un gran y devastador entramado burocrático que no consigue la conformación de una alianza de Estado en un entramado federal, prueba de ello es que, su defensa de la democracia y los valores, se limita a los intereses del burócrata o de la élite económica, sigue siendo un alma espantadiza, inconsistente, que, tan pronto le dejan, está dispuesta a vender su flor al primer postor.


Resulta vergonzoso lo que está sucediendo en Afganistán, la falta de actuación durante 20 años, la incapacidad de desarrollar la zona y la falta de criterios a la hora de la desmilitarización, lo abrupto de la misma, lo desordenada, el abandono cruel y la rendición cobarde, así como la falta de criterio o previsión de la asistencia a los perseguidos en su huida.


No se puede dejar a un pueblo abandonado por las fuerzas amigas, por sus políticos, por todos, a manos de asesinos despiadados que se sostienen con la crueldad, el miedo y el asesinato; pero, en un éxodo descontrolado tampoco se puede aceptar a cualquiera y a cualquier precio, sino que, para evitar males mayores, debemos de ser solidarios pero bajo control y seguimiento efectivo, no hagamos de un mal un mal mayor.


Ante la vergüenza internacional, la zurriburri actuación nacional del “vago portero de local de lucecitas”, debemos de exigir, como ciudadanos, un plan de acción, una acción concertada de ayuda a los afganos civiles, un rechazo frontal al asesino irracional.


La forma de defender a la mujer, la igualdad de sexos, la vida humana, los valores democráticos, los principios de libertad, etc. es enfrentarte al que la pone en cuestión de forma real  y efectiva, generar ámbitos de respeto al ser humano, la dignidad y la vida de forma efectiva; es impedir los actos que vulneran aquello que decimos defender, lo que resulta incompatible con el negociar con terroristas, asesinos y enemigos o dañinos de la libertad y la dignidad humana.


Si defendemos la vida es toda vida humana, si defendemos la igualdad lo hacemos ante cualquier tipo de desigualdad, si defendemos la democracia es frente a cualquier destrucción de los controles intrínsecos a la misma.Lo que no vale es defender sólo algunas vidas, sólo algunas situaciones de desigualdad o admitir según que minoración de los controles propios de la democracia, pues si admitimos cualquiera de sus vulneraciones, empezamos en lo poco y acabamos admitiendo lo mayor.


Lo que está sucediendo en Afganistán es la vergüenza de Europa, la indignidad de nuestros dirigentes, la demostración de su incapacidad de gestión, la prueba palpable de que han admitido a los talibanes entre sus filas y ahora aceptaremos la diáspora de inmigrantes afganos, entre los que admitiremos a los talibanes que nos cortarán el cuello en nuestra casa, como aceptamos el fascismo y acabó en una guerra, o aceptamos el comunismo y siguen asesinando allí donde están.  El totalitario, asesino y criminal lo es en su esencia, luego se visten de talibán, fascista, comunista …, si blanqueas a uno de ellos, aceptas lo que son y los haces propios, al final serás tú uno de ellos.


Correr es de cobardes y la única forma de defender lo que es de uno es siendo firme frente a los ataques.