Disculpen por lo escatológico, pero es la realidad de la vida cotidiana, y de lo más urgente en la mayoría de las ocasiones. ¡Quien diga que no, miente como un bellaco! Pero es que hoy, 19 de noviembre, se celebra el Día mundial del retrete y había que hacerle el honor. ¡Qué cosas!
Se ha escrito mucho sobre “la literatura del retrete”; de esas frases ingeniosas que se suelen ver escritas en las puertas y las paredes de los retretes de cafeterías y demás. Me quedo con esta porque generaliza: “Caga el pobre, caga el rico, caga el Papa, y de cagar nadie se escapa”.
Y es que vengo observando desde hace días la intensa campaña publicitaria que viene desarrollando la empresa que suministra y trata el agua pucelana: Aquavall. Uno, que ya peina canas, nunca mejor dicho, recuerda aquellos retretes de antaño, de los pueblos mayoritariamente, al menos en el mío, donde era colectivo para las dos familias que convivíamos. Era de madera y con un círculo evacuatorio en el centro, con su tapa correspondiente para evitar los malos olores.
Pero daba la igual, porque el contenido iba a un continente denominado corral, donde se acumulaban las basuras y desperdicios de la casa, hasta que iba creciendo desmesuradamente y necesitaba su evacuación. Una vez “limpio” el citado corral, el contenido se llevaba al campo donde servía perfectamente para abono orgánico. Hoy, un saco de abono fertilizante para las tierras vale una pasta, y sino que se lo pregunten a los agricultores.
Hoy día, las cosas han cambiado para bien, al menos en buena parte del mundo. En este día de homenaje al retrete, la empresa suministradora de agua en , habla de los suntuosos cuartos de baño y los cuidados que debemos tener con los mismos. En la citada campaña publicitaria en prensa escrita y radios, que vale un pastón, se lee y se escucha los medios y las inversiones que está realizando la compañía para mejorar los servicios. Además de aconsejar lo que no se debe tirar a la taza del wáter.
Y es que lo del baño -ahora vamos en serio- es preocupante por la cantidad de residuos que se arrojan por las tazas de los baños. Oíamos en Onda Cero a la concejala de Medio Ambiente del consistorio vallisoletano que, en la capital pucelana "cada día se retiran algo más de 4.500 kg de residuos sólidos, de los que un gran porcentaje son toallitas y similares". En muchos paquetes pone que son biodegradables, pero atascan las tuberías. Esta cantidad acumulada a lo largo del año supone casi 1.700 toneladas de residuos sólidos que se han vertido desde los retretes de Valladolid, remataba María Sánchez.
Pero hay algo más triste, según la ONU y se describe en el gráfico que acompañamos:
Por todo ello, debemos dar gracias los que disponemos de un confortable “trono” para aliviarnos. El agua y el retrete son uno de los bienes de consumo más deseados que, desgraciadamente, no todos disponen de ello. Así que, cuidemos nuestro retrete y tratémoslo como se merece.
“En este lugar sagrado donde acude tanta gente hace fuerza el más cobarde y se caga el más valiente”. Pues eso…