El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha deshojado esta mañana la margarita de las elecciones autonómicas anticipadas, que ya tienen fecha: el 13 de febrero de 2022.
El adelanto electoral era la crónica de una muerte anunciada. Salvo Ciudadanos, al que no interesaba creerlo de ningún modo, todos los partidos con representación en las Cortes de Castilla y León barruntaban el adelanto electoral y llevan meses actuando en consecuencia. La única incógnita que faltaba por despejar era el cuándo. Y Fernández Mañueco la ha despejado esta mañana.
¿Por qué estaba claro que Mañueco adelantaría las elecciones? Por varias razones, aunque una de ellas es la de mayor peso: el temor a que el PSOE presentara en marzo una nueva moción de censura contra él y que dicha moción pudiera triunfar esta vez por la deserción de algún procurador de Ciudadanos.
La total desconfianza hacia lo que pudiera hacer Ciudadanos CyL, que desde la marcha de Albert Rivera es un grupo sin liderazgo claro, ha llevado a Mañueco finalmente a pulsar el botón del pánico.
También había otras. En primer término, Mañueco ha buscado el momento que considera más beneficioso para él de acuerdo con las encuestas internas que maneja su partido, que le garantizarían una mayoría absoluta con VOX.
Esos buenos resultados podrían esfumarse más adelante, cuando a partir del 22 de marzo comience el juicio por el caso Perla Negra, en el que están imputados altos cargos del gobierno de Juan Vicente Herrera. Un caso de presunta corrupción en el que se habrían dilapidado millones de euros mediante adjudicaciones irregulares de contratos y la adquisición de inmuebles por un precio muy superior al del mercado.
Con el adelanto de las elecciones al 13 de febrero, Mañueco trata de evitar esos daños colaterales, aunque, a buen seguro el PSOE hará de este asunto uno de los ejes centrales de su campaña.
En el aire está también la reapertura de la toma de declaraciones por parte de la Audiencia Provincial de Salamanca a militantes del PP salmantino por el presunto pago irregular de cuotas en el partido a fin de poder aumentar el número de compromisarios en el congreso que aupó a Mañueco a la presidencia regional del partido. Un puesto que disputó con el candidato de Juan Vicente Herrera, Antonio Silván, exalcalde de León, al que venció por un número apabullante de votos.
Además, el alto precio que supondría para el PP abulense el pago de 35 millones de euros a Por Ávila por su apoyo a los presupuestos autonómicos para 2022 hacía casi imposible el acuerdo. Ahora se ve que la visita que realizó a Ávila la pasada semana el portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Raúl de la Hoz, para negociar el apoyo a los presupuestos era sólo una cortina de humo.
Así pues, no se aprobarán finalmente los presupuestos generales de la Comunidad para 2022, de modo que el próximo año comenzará con presupuestos prorrogados.
Quienes conocen bien a Alfonso Fernández Mañueco saben de su habilidad en el manejo de los tiempos y de su extrema discreción. Es probable, por tanto, que muy pocas personas salvo él y su familia conocieran sus intenciones.
Desde luego, no la conocían en Ciudadanos. Tanto la coordinadora autonómica, Gemma Villarroel, como el hasta ahora vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, han declarado por activa y por pasiva que no habría adelanto electoral, argumentando, entre otras simplezas, que el presidente les había dado su palabra.
De hecho, Igea seguía sorprendido hoy mismo a tenor de sus declaraciones a alguna emisora de radio, mostrando un enfado mayúsculo con Mañueco, al que ha tachado de inmoral, irresponsable y mentiroso.
Mañueco ha demostrado bastante audacia, no solo por la convocatoria de las elecciones anticipadas, también porque se ha cargado de un plumazo a los que hasta ahora eran sus socios de gobierno. En total, ha cesado a 4 consejeros del gobierno regional, cuyas funciones pasa a asumir directamente el PP. De este modo, deja a Ciudadanos sin gasolina para hacer frente a la campaña electoral inminente.
De paso, en Ciudadanos CyL se abrirá otra guerra. Deberán convocar unas primarias para elegir a su candidato a la presidencia. Y los tortazos por hacerse con este puesto se oirán en las islas Chafarinas, ya que los escaños que conseguirá la formación naranja en el nuevo parlamento serán muy escasos, según la mayoría de las previsiones.
El resto de partidos habían hecho ya sus deberes y tenían la maquinaria electoral engrasada para lo que pudiera ocurrir en 2022, pero a Ciudadanos la noticia del adelanto electoral lo ha pillado en total fuera de juego.
Son varios los nombres que se barajan para el puesto: Gemma Villarroel, Francisco Igea, David Castaño (hasta ahora portavoz del grupo parlamentario regional) e incluso Verónica Casado, consejera de Sanidad hasta esta mañana.
Según algunas fuentes, en el Consejo de Gobierno del pasado jueves volvieron a aflorar las diferencias que sostenían PP y Cs. Como en otras ocasiones, Igea era partidario de restricciones severas para evitar contagios de la variante ómicron, medida con la que no estaba de acuerdo el PP.
Aunque el adelanto de las elecciones no era la mejor opción, a Mañueco no le quedaba otra salida. Si otra moción de Luis Tudanca le hubiera arrebatado la presidencia de la Junta, su carrera política estaría finiquitada. Así pues, solo le quedaba la huida hacia adelante. El tiempo dará y quitará razones.