Hace décadas que geógrafos y sociólogos vienen anunciando un progresivo e imparable proceso migratorio desde el medio rural al medio urbano, asegurando que en breve plazo el 70% de los humanos habitarán en ciudades. No hace mucho, el país más poblado del mundo, la República Popular China afirmaba que el 50% de sus habitantes residía en ciudades. Y este fenómeno de naturaleza mundial afecta por supuesto a nuestro propio país, y especialmente a lo que siempre se llamó la España interior.
Algunos buscan su origen en la España Franquista e incluso hay quien se remonta al Antiguo Régimen, pero lo cierto es que fue en las décadas de 1950 y 1960 cuando el abandono del medio rural y la progresiva industrialización de las grandes ciudades abrió una gran brecha entre la calidad de vida en uno y otro medio, provocando la migración desde el mundo rural al urbano, hasta el punto que se llegan a señalar hasta seis comarcas en las que esta emigración es más notable: la Serranía Celtibérica, con Soria y Teruel a la cabeza, la Raya, comprendiendo las comarcas de Salamanca, Zamora, Cáceres y Huelva lindantes con Portugal, la cordillera Cantábrica y Norte de Castilla y León, los Pirineos, especialmente en las provincias de Huesca y Lérida, el este de Extremadura y una conjunción de comarcas de las provincias de Albacete, Jaén, Granada y Murcia. En todas ellas la densidad de población es inferior a los 10 hab/ km2.
Está migración hace que en la década de los 80 muchas ciudades aparecieran saturadas y superpobladas careciendo de infraestructuras de todo tipo para acoger a los nuevos ciudadanos. La justificación de éste movimiento migratorio es sencilla: las condiciones de vida en el medio rural son deplorables, falta mano de obra cualificada y ofertas de trabajo limitadas a una ganadería intensiva y a una agricultura de monocultivo, además de un desarrollo urbano e industrial anárquico, y una progresiva erosión del suelo que caminaba hacia la desertización.
Y cómo no, al amparo de esta situación surge en esta España rural un movimiento ciudadano que reivindica una dignificación del medio rural, hasta que el pasado 30 de septiembre 160 colectivos de 30 provincias “degeneran” y se inscriben como partidos políticos y agrupaciones electorales. La experiencia de “Teruel existe” con un escaño en el Congreso sirvió de señuelo al movimiento ciudadano que aspira a conseguir nada menos que 15 escaños en las próximas elecciones generales. Claro que si analizan los logros de Teruel Existe cuyo único diputado ni siquiera reside en la provincia que dice representar y que fue fundamental para sacar adelante la moción de censura que llevó a Sánchez a la Moncloa, entenderán porqué somos muchos los que consideramos esta plataforma de la España Vaciada como una marca blanca del Psoe.
Esperemos que las gentes de nuestras tierras no se dejen engañar por estos populismos, que al final terminan vendiéndose al mejor postor, pero que están integradas por los “caídos” de otras listas y por quienes creen haber descubierto un modus vivendi con un escaño en las Cortes Castellanoleonesas. Y si alguien conoce el Valladolid Rural es Ramiro Ruiz Medrano que no va precisamente en las listas de la España vaciada, y el número uno de la lista del PP por Valladolid, Jesús Julio, que nació en un pueblo de la Zamora Rural, y ha presidido la Diputación vallisoletana ocho años y actualmente es el consejero del Desarrollo Rural en el Gobierno Autonómico.
Pero la decisión de Alfonso Mañueco de disolver las Cortes de Castilla y León, no por esperada desde hace meses menos Imprevista “por el día, la hora y la forma de hacerla pública”, nos pilló a todos un tanto descolocados, y particularmente a los gestores de esta plataforma, hasta el punto de que en Castilla y León tan sólo concurrirán en cinco de las nueve provincias: Burgos, Palencia, Salamanca, Soria y Valladolid (en León concurren las listas leonesistas de siempre).
Frente a los 15 escaños que les auguraban algunos de sus “animadores”, e incluso a los 6 o 7 que les pronostican algunas encuestas, me atrevo a asegurar que a lo sumo obtendrán un único escaño por Soria (quizás dos), eso porque llevan varios años trabajando el tema, y uno en Avila que ya tenían. Es más, si la mayoría de los electores no conocen a los integrantes de las listas “clásicas”, mucho menos a los integrantes de estas listas. A lo sumo, alguno conocerá a las cabezas de listas de Valladolid y Segovia por su anterior militancia en Cs y en Podemos. Incluso hay quien afirma que la aparición de esta plataforma es uno de los factores que animó a Fdez. Mañueco a pulsar el botón rojo, al margen de sus previsibles problemas con el sector ciudadanos del gobierno, pues que era un “matrimonio de conveniencia” no era un secreto para nadie.
Y si alguien cuestiona lo que digo respecto del origen y objetivos de la plataforma política, por mucho que ellos afirmen que “Sabemos de donde venimos y a quienes representamos”, les invito a recorrer conmigo la lista de Valladolid: de los 18 integrantes de la lista, 14 eran militantes o cargos políticos de Cs y 1 del PP: la lidera Cristina Blanco que fue concejala por Cs y ahora lo es como no adscrita en el Ayuntamiento de Medina del Campo. Los que ocupan los números 3, 4, 6, 7, 8,9,10, 11, 12, 14 y 15 han ocupado distintos puestos en las listas de ciudadanos a Medina del Campo, Alcazarén, Pesquera de Duero, Mojados… e incluso al Congreso de los Diputados. También pertenece a Cs la primera suplente, anterior alcaldesa de Boecillo por Cs y para la que el fiscal pide 4 años de cárcel y 15 de inhabilitación por irregularidades urbanísticas, mientras que el segundo suplente es el único desembarcado del PP.
Tan sólo los puestos 2, 5 y 13 están ocupados por individuos que no figuraron en anteriores listas. Estamos o no estamos intentando llenar la España Vaciada con aquellos que no han tenido hueco en anteriores listas o salen huyendo ante las lúgubres previsiones electorales Y estos son los que quieren salvar España… ? más bien, diría yo, estamos ante un “sálvese quien pueda”, y como predije en las municipales del 2019 de nuestras propias listas en la capital, las “listas de los caídos” de otras listas (propias o ajenas), tienen muy mal pronóstico y muy mala acogida. En aquel caso, el PP perdió las municipales en la capital después de siete victorias consecutivas, cinco de ellas por mayoría absoluta. Y cuando las barbas de tu vecino veas pelar… En fin, que Mañueco les ganó a todos por la mano y les volverá a ganar por goleada el día 13.
Para animar el cotarro irrumpe en plena precampaña el CIS del impresentable Tezanos, que al igual que el 4 M en Madrid y arrimando el ascua a la sardina de quien le paga, pronostica un empate técnico entre el PP y el PSOE, y al igual que entonces, el batacazo será descomunal. Hasta cuando tendremos que soportar a este sinvergüenza intentando interferir en los procesos electorales, y por supuesto siempre impulsando el voto hacia el Sanchismo?
En fin, tan sólo me resta esperar a la noche del 13, para confirmar que en esta tierra los populismos de los extremos e incluso los que dicen ser de centro, están de más. Y el 14, día de los enamorados, (que no de los morados), a celebrarlo. Que así sea
P. D. Escrito todo lo anterior, anoche me acerqué a la apertura de la campaña electoral del PP, en lo que era mi primera salida nocturna y mi primera asistencia a un acto político desde hace más de un año. El reencuentro con mis compañeros fue muy agradable y un tanto emotivo, y las palabras que me dedicaron al inicio de sus intervenciones Jesús Julio y Alfonso Fdez. Mañueco, muy de agradecer.
Y ahora sí, hasta el viernes que viene.