Acaba de celebrarse un concierto en el Auditorio Nacional de Música y su comienzo ha estado pegado a la actualidad: palabras del director Dima Slobodeniouk, precisamente de origen ruso, nacido en Finlandia, en pro de La Paz y condenando la guerra, al frente de la Orquesta Sinfónica de Galicia.
Los primeros compases fueron para interpretar el himno de Ucrania y seguido el nacional español con el público puesto en pie y entre las primeras ovaciones.
El repertorio tenía como obra principal "El pájaro de fuego" de Igor Stravinski. Afamado músico también ruso que sin duda repudiaría también a su compatriota Vladímir Putin, ya que como es sabido no simpatizaba con el comunismo y, menos aún, con el belicismo del dirigente ruso.
El programa del concierto parecía ex profeso para lo que está pasando, cuando ha sido mera coincidencia ya que estaba programado mucho antes de lo que está sucediendo. Sin embargo, hasta el argumento de "El pájaro de fuego", es un retrato de la actualidad bélica, basado en cuentos y leyendas rusas. Hay, como protagonista un maléfico mago, Kaschéi, con una corte de monstruos encantados por el mago.
También hay un príncipe que finalmente con su espada, destruye el alma de Kaschéi como le ha revelado el Pájaro de Fuego. El maléfico mago muere y La Paz y la felicidad vuelven a reinar en el mundo.
Sin duda que ya es más difícil averiguar quién es el príncipe bueno y, menos aún, cuando se pondrá en marcha el "pájaro de fuego" que ayuda al príncipe. Símbolos todos que en la bellísima música de Stravinski tenían un acompañamiento acorde.
Creo que, aunque no estamos para parábolas, las semejanzas con la realidad nos obligan al menos a soñar en un Príncipe salvador de la mano de un "Pájaro de fuego" que nos libre del maléfico mago.