Como el título indica 'Siguen regando la plaza'. Pero la famosa boca de riego donde se hacían las grandes faenas y que estaba siempre en el centro del ruedo, está ahora en la puerta donde se reúnen las cuadrillas para hacer el paseíllo. El portón de los sustos. Al menos en Las Ventas.

Pero eso es lo de menos. Lo demás, es que hay poco que recordar y sí mucho que olvidar de la corrida de ayer en la que Ferrera, Luque y Caballero, poco o casi nada pudieron hacer con los toros de El Torero, cornalones y dificultosos. Unos le echan la culpa a estos y otros a los diestros y cuando comentas que bastante hicieron, en especial Caballero a mi gusto el mejor, te contestan con un sonoro desacuerdo. Menos mal que el ascensor no da para más.

Hoy hay expectación ante el mano a mano de Alejandro Talavante y Juan Ortega, con reses de Jandilla, siempre cumplidores y uno de Vegahermosa que esperamos no desentone.

En fin, todo es expectación y la plaza va a llenarse lo que es buen síntoma. Ojalá qué estas ganas se vean satisfechas con creces porque esto de los toros es siempre una incógnita y un misterio, de aquí su grandeza. Qué Dios reparta suerte