Los trabajadores aprobaron ayer el Plan de viabilidad de Siro ¡Una magnífica noticia para empezar a trabajar en serio! Castilla y León es una potencia agroalimentaria, en este sector hay mas de 3.200 industrias agroalimentarias, 40.000 empleos directos y el sector agrario que la abastece de materias primas con otros 70.000 empleos, además de empleos indirectos en transportes, servicios, etc.
El agroalimentario esta entre las tres primeras CCAA que alimentan nuestro país junto a Cataluña y Andalucía, es el más importante desde el punto de vista económico, el que más aporta al PIB autonómico.
La Junta de Castilla y León durante muchos años ha impulsado el crecimiento de este sector y consiguió que se realizaran importantes inversiones en creación de nuevas empresas, así como en modernización, ampliación e innovación de las existente, generándose un importante crecimiento del empleo, que ha tenido lugar fundamentalmente en el medio rural, con empleo joven, en un entorno que para esta Comunidad es fundamental para frenar la despoblación.
Otras crisis empresariales
No podemos olvidar que Castilla y León necesita la revitalización de su medio rural y que tiene que conseguirlo además de con otras muchas acciones, con una fundamental que es mantener el empleo en un sector endógeno, fuerte, arraigado en el territorio como es el agroalimentario. Riqueza con origen y calidad que acreditan nuestras denominaciones de origen e indicaciones geográficas protegidas, como también lo hace Tierra de Sabor y que demuestran que los consumidores cada vez están mas preocupados por saber de dónde vienen los alimentos que consumen.
Dificultades empresariales que acontecieron en Castilla y León durante la crisis financiera de 2008, como la de Rumasa y que afectaron a empresas importantes como Hibramer, Elgorriaga y La Trapa fueron resueltas y se mantuvieron las empresas abiertas, porque desde la Junta de Castilla y León con la colaboración del Gobierno central inició inmediatamente las conversaciones con los comités de empresa, sindicatos y con nuevos inversores, adoptando los planes de viabilidad en los que cada uno aportaba el esfuerzo que le correspondía.
El incendio de la fábrica de Campofrío, en el que se decidió inmediatamente la creación de una comisión delegada del gobierno de Castilla y León, con participación de las distintas consejerías para entablar una interlocución directa con el gobierno central y con las instituciones europeas es también un buen ejemplo de este esfuerzo.
Se abordó con anticipación la crisis de Panrico y así sucesivamente con otras crisis empresariales que tuvimos, generando una línea de prestamos del Banco Europeo de Inversiones que permitió la supervivencia de muchas empresas que no accedían al dinero de los bancos. Siempre había una prioridad: mantener el empleo en Castilla y León, mantener las fabricas abiertas, lo contrario suponía perder a sus clientes, que eran las cadenas de distribución, si eso sucede, después ya no hay nada.
En Seda Solubles, con 320 trabajadores, ya metida en concurso de acreedores, en las navidades de 2011 nos reuníamos para acordar un préstamo de mas de 4 millones de euros para que no parara la actividad. Les habían cortado el gas y la luz. Al año siguiente una multinacional asiática adquiría la empresa y a día de hoy sigue funcionando y dando empleo en Palencia.
Anticipación y coordinación
Poner en marcha de forma anticipada todas las medidas al alcance de cada Administración, así como de sindicatos y comités de empresa y hacerlo de forma coordinada es fundamental.
Siro esta instalada en municipios que necesitan el empleo que facilita de manera imprescindible: no se puede sustituir este empleo en Venta de Baños, Toro, El Espinar y Aguilar de Campoo porque tienen cientos de familias que dependen de ellos, estamos hablando de 1.700 empleos en el medio rural, un espacio que pierde población y en gran medida es así porque no se crean oportunidades laborales. Recuerdo aquí, que Castilla y León perdió 14.000 personas en 2021.
El esfuerzo de todas las administraciones publicas tiene que estar a la altura de la importancia que tiene SIRO y el empleo que crea.
Las Comunidades Autónomas están creadas fundamentalmente para echar el resto en el apoyo y desarrollo de las fortalezas endógenas. En esta tierra el sector agrario y agroalimentario son parte de su ADN.
El Gobierno de Castilla y León tendría que haber cogido el timón de la solución a Siro y anticiparse poniendo medidas de apoyo encima de la mesa, reuniéndose con los representantes de los trabajadores y con el empresario, Juan Manuel González Serna, que es un gran empresario, lo ha demostrado en múltiples ocasiones, involucrando al Gobierno central para estar en todo lo que es de su competencia y puede aportar. Siro necesita una acción COORDINADA. Todas las fuerzas son pocas.
Los castellanos y leoneses no se merecen debates estériles sobre eslóganes nacionales, ni sobre asuntos que no afectan a su calidad de vida. Quieren mantener sus empleos que es lo primero y fundamental que necesitan para poder desarrollar su proyecto de vida.