Se dice que huir hacia adelante es avanzar a la desesperada, inseguro, sin análisis, criterio y, lo que es peor, con temor y con mucho, muchísimo riesgo. De esa huida sale uno triunfante o ampliamente derrotado y sin posibilidad de recuperación.
La decisión de Pedro Sánchez de volcar todo el esfuerzo en “solucionar sus problemas” con Marruecos y, pegasus de por medio, dejando campo libre a este país sobre el Sahara es personal sin el apoyo de su Gobierno, del PSOE y del Parlamento, es pues, una decisión posiblemente ilegal recordemos que -el Estado español aún ostenta la capacidad administrativa sobre el Sahara- esto es, un derecho real, un derecho que no puede dejarse a la libre disposición del Presidente del Gobierno y con esas dudas, lo que sí creo es, que esa decisión es ilegítima y, más grave aún, está trayendo y traerá problemas para los intereses de los españoles (anótese esto, porque, los problemas de Pedro Sánchez no son en principio problemas de los españoles pero al final los sufrimos) Marruecos, lógicamente, no lo entiende así y, la convierte ya, como un hecho consumado aprovechándose de ello.
Las reticencias de Argelia a la decisión tomada unipersonalmente por el Presidente del Gobierno sobre el Sahara se convirtió primero, en advertencias, llamada a consultas de su embajador, una subida del precio del gas -solo el que llega a España- para terminar en lo traumático como es, ruptura del acuerdo comercial y de amistad con España, cierre del comercio al mercado español, boicot a productos españoles y, la negativa a recibir a sus inmigrantes ilegales que son expulsados de España, para rematar, un descenso del 50% de gas argelino enviado a España en el mes de mayo.
La huida hacia adelante del Presidente es a la inversa, al revés, se ha dirigido a Europa a la que ha recurrido como si del primo de zumosol se tratase, introduciéndola en esta problemática.
No es buena decisión esconder su ineptitud en otro foco de ineptos aún más grande salvo, si quieres disimularlo, es multiplicar los riesgos y la inestabilidad por dos.
Argelia acusa a la UE de entrometerse en un asunto bilateral, un problema que es de única responsabilidad de España y Argelia. Otro aviso.
En esta controversia luce a lo lejos la estrategia de Argelia de convertir a Italia en el próximo destino de su gas para su distribución a Europa, estrategia que puede convertir a la UE en una caja de grillos, desestabilizándola mediando una brutal lucha de intereses.
Posiblemente la paralización del gaseoducto Mitcat que facilitaría la exportación a europa por Cataluña no solo del potencial gasista de Argelia, además, de la capacidad regasificadora de las siete plantas que tiene España convirtiéndonos por ello en un activo positivo ante la crisis energética tras la invasión rusa de Ucrania, este gaseoducto fue paralizada definitivamente en el año 2019; si esta infraestructura estuviese en funcionamiento, es posible que la posición de Argel no fuese la misma.
Si creen que la situación es complicada, ésta puede empeorar hasta hacerla de difícil solución, en la que los intereses y derechos de los europeos y muy en especial de los de los españoles se vean alterados.
El próximo invierno con un gas caro por escaso puede hacer tambalear la economía no solo europea sino que, también, la poco a poco más débil economía española.
Y mientras perdemos el tiempo en estas luchas de egos tenemos la solución en nuestro subsuelo secuestrado por una ley e ideología ambiental equivocada y, como dije en otro artículo, posiblemente inconstitucional.