España tiene una extraordinaria riqueza forestal, con ecosistemas muy valiosos que forman parte de la Red Natura Europea. Castilla y León destaca por su aportación, ya que es la Comunidad con mayor superficie, con 94.000 km2, así como la tercera más extensa en Europa. Se sitúa en posesión de amplias Zonas de Especial Protección de Aves (ZEPAS), Lugares de Interés Comunitario (LIC) y un amplio elenco de espacios naturales protegidos, así como dos Parques Nacionales.
Ordenación forestal
Castilla y León tiene la mitad de su superficie con riqueza forestal, bosques excepcionales en su antigüedad y riqueza biológica, así como pinares que cuentan con la calificación de reservas de la biosfera, como es Babia en León o los Pinares de Valsaín. Montes que cuentan con planes dasocráticos que se iniciaron hace mas de 100 años, como el Pinar de Navafría, y que han generado importantes recursos económicos para las comunidades de vecinos que están ligadas a ellos, que con esmero y dedicación los han cuidado y limpiado históricamente. Son solo un pequeño ejemplo de los numerosos montes y pinares que alberga Castilla y León de norte a sur y de este a oeste.
Durante décadas se ha desarrollado un trabajo ordenado e inteligente por muchos ingenieros de montes, que aparecen recordados en los libros y en las casas forestales, así como trabajadores que estaban de manera permanente en los montes todos los días realizando las cortas y la limpieza de los pinares.
Incendios
El terrible incendio de la Sierra de la Culebra en Zamora, con más de 30.000 hectáreas quemadas y la perdida de la riqueza que albergaba así como la desaparición de actividades económicas ligadas al territorio, como el ganado, y las actividades turísticas han provocado un auténtico desgarro en toda la población y esto exige una reflexión profunda. Es desolador ver las imágenes y escuchar los testimonios de vecinos que han perdido todo, que se han quedado sin su trabajo, sin sus casas… Escuchaba estos días que la apicultura no se recuperara hasta dentro de 5 años, las masas arbóreas necesitaran décadas. Recuperar la zona exigirá mucho esfuerzo y tiempo. Ahora bien, el año pasado sucedió algo parecido en Navalacruz, en Ávila, con 21.000 hectáreas arrasadas.
Raíz del problema
Analizar cómo evitar los incendios exige ir al fondo de la cuestión, a la raíz del problema: hay un factor fundamental que es la despoblación y que exige un plan de acción global en el que se contemple el aprovechamiento de los recursos con los que cuenta el medio rural, entre otras líneas de trabajo.
Uno de los recursos endógenos más importantes en el medio rural son los naturales y una de las oportunidades que mejor se pueden desarrollar es la producción de energías limpias. Los montes necesitan planes de ordenación de su gestión con una adecuada definición del aprovechamiento de la biomasa forestal. Si estamos en un proceso de descarbonización en Europa, de abandono de los combustibles fósiles, por qué no desarrollamos en España una Estrategia de Aprovechamiento de la Biomasa Forestal para producir energía. Esta posibilidad está escasamente desarrollada en España y menos aún en Castilla y León.
Además, se convertiría en una fuente de creación de empleo en el medio rural ya que las labores de recolección de la biomasa, su almacenamiento y procesamiento requiere mano de obra que va desde la más cualificada a la más básica, pasando por la dotación de centrales de producción de energía.
Fondos Next Generation
Contamos con Fondos Europeos Next Generation, y estamos ante una oportunidad para emplearlos en aquellas iniciativas que puedan apostar por la recuperación de nuestra economía.
Es un buen momento para proteger la riqueza forestal de nuestro país y permitir que tenga un uso que está en el punto de mira de las sociedades como es la producción de energía limpia.
Ahora mismo el calentamiento global, que arroja datos de temperaturas cada vez más altas en las series históricas en meses como junio, que antes no se daban, con olas de calor incluidas, así como la despoblación, se convierten en un 'cóctel molotov' para la conservación de nuestros bosques y la permanencia de las escasas familias que viven en ellos.
Sobra decir que la presencia del hombre en el medio natural es fundamental, pero hay que protegerla y desarrollar iniciativas que inviten a quedarse en él. La dotación de medios de extinción suficientes durante todo el año, superando las fechas de inicio de la puesta en marcha de estos en una fecha determinada que en Castilla y León está fijada hace ya más de 20 años el 1 de julio, tiene que ser revisada y superada con medidas de control durante todo el año porque el cambio climático está presente y no se puede obviar, ya que las consecuencias son tan trágicas como lo sucedido en la Sierra de la Culebra.