Finaliza el curso, se relajan las tensiones, comienza la etapa estival y, tanto los que trabajamos como los que vacacionan, no podemos negar que se reduce la velocidad de crucero, que se relajan las formas, que se producen estadios de somnolencia mental o agotamiento de la neurona.
Tanto se relajan las formas que, este año, en algunos juzgados, se reimpondrá el uso obligatorio de la toga (que yo nunca hubiese relajado) y cuando preguntas el motivo se te informa de que no es posible aguantar las visiones que se produjeron el año pasado sin togas, que al final algo tapa, algo iguala y algo dignifica… ¡pues eso! Sírvate ese detalle para evaluar el relajo que se produce, en todas las facetas laborales, de forma que hasta hace bien poco, en este período, se hablaba por los plumillas de “serpientes de verano” para hacer mención a ese tipo de noticias que no son más que globos sonda, farsas para mantener el tipo o simplemente bulos.
De un tiempo a esta parte, nuestro presidente, en verano, amén de irse de vacaciones un mes entero, dejando el barco a la deriva, se dedica a pergeñar todo tipo de actuaciones que se llevarán a cabo en otoño, se preparan las leyes más ideológicas, las acciones más tendenciosas y se organiza el modo de desmantelar los controles.
Este gobierno, desde su nacimiento, ha sido el que más control ha realizado de los ciudadanos y el que más controles políticos ha desmontado, de forma que, en lugar de ser controlado, ha pasado a ser el controlador de los ciudadanos, de los mecanismos de control, de la oposición y de los modelos democráticos. Se podrá afirmar que la derecha nos robó y no reconstituyó los modelos de control destruidos en otras épocas por el socialismo; pero, lo cierto es que este gobierno ha sido el que ha tomado el control del INE, INDRA, no cambia el modelo de elección del CGPJ, intenta manipular el TC, lo hace en CMNV, en el Consejo de Estado, en el Tribunal de Cuentas, en la Televisión pública, en las televisiones privadas, a las que “untó” nada más llegar la pandemia con más dinero que a la sanidad o al ejército, y con mayor rapidez.
Como sé que algún amigo mío, de los “que viven en el error”, me dirá que eso no es cierto, que ha sido el gobierno más progresista y solidario, que nos ha hecho salir a todos juntos, sólo les voy a preguntar ¿qué control al gobierno, al poder, ha construido, generado, reconstituido o estudiado este ejecutivo? ¿qué institución, órgano de control o modelo se accountability ha permanecido independiente? ¿ser progresista, o progresar, es controlar a los ciudadanos? ¿eliminar los críticos como afirmaba sin pudor el Coronel Santiago?....¡Pues eso!, como diría nuestro presidente.
Tan anestesiada está la sociedad que lo último que escuché es de uno de esos amigos errados que tengo en el corazón: que, aunque la Justicia afirmase que los estados de alarma fueron ilegales y supusieron un control ciudadano injusto, a ellos les parece perfecto, pues con ello salvaron vidas.
Pues bien, ni con ello salvaron vidas, ni consentir que nos sometan, por nuestro bien, es aceptable en un Estado Democrático y de Derecho que debe de cursar por el respeto de la legalidad, pues, de otro modo, autorizaremos al policía a matar al presunto homicida con el argumento de que así no matará más.
Esas posiciones de nuestros socialistas y/o comunistas rebelan su auténtica intención de control del ciudadano, del sometimiento del elector, de que somos súbditos y “perritos sin alma” que no valemos más que si les votamos y concedemos el poder.
No quieren una democracia de calidad, sino una democracia pobre y sometida a su control, si eso es progreso y progresismo … ¡Pues eso!