Nos ha tocado vivir un tiempo de impostura como pocos se han conocido o al menos con una impostura que nos afecta tan de cerca y que hasta parece que nosotros mismos nos la imponemos democráticamente. Está claro que los tiempos difíciles forjan hombres fuertes, los hombres fuertes crean buenos tiempos; los buenos tiempos crean hombres débiles, los hombres débiles crean tiempos difíciles. Cuanto menos exigente es la escuela, más burro es el alumno. Cuanto más burro más dócil. Cuanto más dócil más fácil de dominar. Más fácil de ponerle apeas y orejeras.
Cada día podemos elegir entre dos opciones pensar que puede ser un gran día o un desastre. Podemos elegir entre construir o deconstruir. Agitadores y mediocres hasta decir basta, esta es la clase política gobernante y militante además de la periodística, cortesía de una sociedad indiferente y lejana que en más de 40 años no ha comprendido el rol gravitante y que los dejó crecer hasta el extremo de asfixiarnos a todos. Algunos se hicieron ateos cuando leyeron la biblia "te ganarás el pan con el sudor de tu frente". Todos tenemos distintas aspiraciones y formas de ver la vida. La verdadera igualdad, la de oportunidades, es la que consigue realmente sacar a una persona de una situación precaria o de partida al darle instrumentos para hacerlo. Y lo hace por voluntad propia.
El hambre y el frío son capaces de iniciar revoluciones. En Barcelona campa la miseria, la droga, la okupación, la violencia, la delincuencia y el poder de las mafias que ha aumentado de forma exponencial. Otra ciudad camino de un suicidio políticamente correcto. Estamos a un telediario de que los socialistas nos digan que el precio de los alimentos no ha variado y que basta con comer la mitad de lo que comíamos hace seis meses, para gastar lo mismo. Es el nuevo tipo de mensaje intentado por la siniestra, perogulladas chulísimas variadas que nadie entiende pero que muchos aplauden como focas amaestradas para no parecer ignorantes aunque lo son todos. Un país que desprecia a los empresarios es un estado ladrón. Un país que los apoya es un Japón, una Suiza, un Singapur, un Taiwán, etc. De repente ya no hay ningún caso de pinchazos ni sumisión química, la viruela del mono no se contagia por el aire y el Covid ahora se llama gripe, mañana previa una campaña de miedo, al llegar a casa no dude en ducharse y sonarse los mocos, nos dirán otra cosa.
Hay una edad a partir de la cual dicen que ya no se hacen amigos, aunque yo creo es que hay una edad en la que no te vale cualquiera. Una edad en la que sueltas lastre porque estás hasta la coronilla de ser la locomotora de los demás. Wiston Churchill decía que "nunca llegarás a tu destino si te paras a tirar piedras a cada perro que te ladre". El mal de nuestro tiempo es sin duda la necedad que es un enemigo más peligroso que la maldad. El necio del latín nescius, es literalmente el que ignora o no sabe. Deberíamos estar en guardia frente al número cada día más elevado de nuestros congéneres. Cada día nos sale al paso un necio y por la noche nos acostamos con él dándonos vueltas en la cabeza. Nos queda el pensar que somos la única especie libre de ignorar nuestro propio conocimiento o de traicionar nuestros propios valores.