Prácticamente nadie se ha hecho eco de lo sucedido el otro día en el Parlamento Europeo, en el que por primera vez se planteó una moción de reprobación a Marruecos por mantener unos periodistas encarcelados. En ese parlamento ya hemos hecho el ridículo, la izquierda y la derecha, planteando reprobaciones al terrorismo que despúes no votaban algunos grupos o se oponían a ellas, en una demostración palpable de qué es lo que se defiende en nuestro suelo patrio.
Hemos caído tan bajo como defender posiciones que nos dañan por mero interés partidista de mente pacata; pero, lo sucedido el otro día ya avergüenza a propios y extraños cuando, frente a la moción de reprobación, los únicos que votaron a favor de Marruecos fueron los Lepenianos y el PSOE por orden directa del Sr. Sánchez.
Le hemos dado el Sáhara sin contraprestación alguna, nos hemos enfrentado a Argel por orden de Marruecos en el momento en que energetícamente precisamos más de Argel, lo que nos ha obligado a echarnos en brazos de Putin, al que por otra parte decimos combatir, ahora defendemos la censura Marroquí votando en contra… qué más vamos a hacer y en qué más humillaremos a este país por la información que los servicios secretos marroquís obtuvieron del móvil del presidente y/o su esposa.
Desde que los servicios secretos del vecino país accedieron a los teléfonos de la pareja presidencial española, se ha comenzado una política de cobertura al régimen de la dinastía alauita. Seguro que es una mera coincidencia o un “bulo” de los fascistas facinerosos que pretenden desestabilizar al magnánimo Sánchez, y que este tipo de afirmaciones deben de ser minimizadas democráticamente por el General de la Guardia Civil de mi apellido; pero, lo cierto es que desde esos momentos, reconocidos con la boca pequeña por los servicios españoles, se suceden hechos inexplicables que sólo podrían comprenderse si nos dijesen, en una prueba de transparencia, qué contenían esos terminales telefónicos.
El del jefe del ejecutivo debería de destriparse en la comisión de secretos oficiales para conocimiento, control, transparencia y limpieza democrática; y el de su señora, dado el nivel cultural e intelectual de la misma, se podría hacer una docuserie en Tele 5 y/o en la sección rosa de Jiménez Losantos, pero aclararíamos muchas dudas y resolveríamos un montón de jeroglíficos políticos.
¿A quién beneficia la ocultación de dicha información? ¿por qué la oposición es incapaz de pedir información sobre el mismo y hacer ariete de este para cumplir los criterios de seriedad, transparencia, regeneración y democracia que afirman defender?
El 23 de febrero cambió el rumbo de la democracia española y consiguió el gobierno el PSOE, pero nunca se investigó con profundidad, quedando en la condena de 4 militares y sin ni siquiera intentar saber de la denominada trama civil.
El 11 de marzo se alteró el normal funcionamiento del proceso electoral y cambió nuevamente el rumbo en favor del un gobierno del PSOE, pero tampoco se investigó con profundidad dejando escalofriantes incógnitas sin resolver y con acciones judiciales inexplicables, impropias y sometidas al polvo del camino, con destrucciones de pruebas demasiado rápidas, acciones únicamente seguidas en un rumbo que acabó con 4 pelaos incapaces de unir 2 letras como cerebros de la nada.
En este momento, consecuencia de la información obtenida por Marruecos del terminal de Moncloa, se vuelven a producir hechos que suponen un cambio sustancial en nuestra democracia que mantenía una determinada posición frente al Sáhara y la cambió de un minuto para otro, que ha dado una orden directa a los Eurodiputados de salvar la imagen del “Régimen Marroquí”; pero, igual que hasta ahora se hacía el paripé de investigar, con esto ni intención, eso sí, la soberbia y prepotencia presidencial con engreimiento nos tildará de fascistas, facinerosos de ultra derecha por preguntar, pero ni PP, ni VOX, ni el perrito de la Dolores, insistirá en la investigación… ¡manda güevos!