Se ha acabado la Semana Santa y seguimos en modo matrix. No se hace nada de nada. Se gasta de dinero sin conocimiento. Nadie trabaja ni nadie toma decisiones acertadas. Después de la calma más de lo mismo. Sigue sin haber dinero para el ELA, nos van a cobrar por las autovías, etc., etc., etc., destrucción de presas aparte ahora vamos a invertir dos mil cien millones de euros en Sudáfrica para proyectos de agua y de transición energética.
La chufla de la semana es que la UGT va a ir a Francia a manifestarse por la jubilación a los 62 años, mientras aquí nos la imponen a los 67. Por otra parte, el paro general sigue en el trece por ciento frente a la tasa del seis y medio que hay en Europa y el paro juvenil sigue en el 30 por ciento frente al catorce de la UE, datos como siempre maquillados. Eso no es maquillaje sino alicatado. La contratación indefinida está dejando de ser sinónimo de tener un empleo estable.
Esta Semana Santa las terrazas han estado llenas donde siempre otra cosa es que se consuma con alegría. Eso no es el mayor indicador de que la economía va como un tiro, ya veremos los cargos de las tarjetas a final de mes. No recuerdo en mi vida una terraza de España vacía cuando llega el calor, ni en guerra, ni en posguerra, ni en la transición, ni nunca. Eso sí cada día las colas del hambre son más largas y la gente acude mucho antes del amanecer. Una sinrazón más de nuestro matrix.
No sabemos en qué dimensión aterrizará la medida, que ya se puso en marcha en Dinamarca, ni cuándo la nueva ley que retirará las ayudas públicas a los inmigrantes que no trabajen. Ya inventarán otra para cubrirla. Llega como siempre tarde, pero va siendo hora, aunque probablemente cueste mucho de aplicar en España. Pronto la Inteligencia Artificial dificultará más el acceso a la información verdadera. La desinformación y la manipulación harán cada vez más que la verdad sea mentira y la mentira verdad. Habrá que volver al trueque, a lo palpable y a lo tangible. Tú me das, yo te doy.
Abril viene duro. Sequías se han dado siempre. Lo malo es que ahora hay más herramientas para controlar las precipitaciones. Si añadimos que con la energía a precio de oro, el año pasado, se vaciaron muchos pantanos aceleramos el proceso. Demoler barreras fluviales no tiene nada que ver con la sequía dicen los que hacen botijos un día sí y otro también. Somos campeones quitando presas y embalses, poniendo placas solares que reflejan los rayos UV contra las nubes calentando la atmósfera.
La gente es tan absurda, y cada vez más mediocre, que ni piensa lo que dice y lo que afirma es para quedar bien. No sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos. La chupipandi ha propuesto que los psicópatas asesinos se reinserten con clases de feminismo, otros que habría que reinsertar son los vascos y catalanes que dicen que durante el franquismo fueron oprimidos como colonias. Vivimos en el dislate continuo. La UE pagará a Rusia en los próximos doce meses unos treinta mil millones de euros por carburantes, sin contar la cantidad del año anterior. No parece tampoco que el Papa haya dado ningún mensaje para los que se levantan a las seis de la mañana para trabajar y pagar impuestos. Creo que no. Nos quieren como analfabetos funcionales y tratarnos como tales. Estamos en manos de una banda de mercachifles y sinvergüenzas.