Recientemente aprobaba el Consejo de Ministros más medidas de conciliación de la vida familiar y profesional: se ha acordado un nuevo permiso parental para el cuidado de un hijo por tiempo superior a un año, que podrá disfrutarse hasta que cumpla ocho años el menor.
Todas las medidas aprobadas para incrementar el nacimiento de hijos en nuestro país hasta la fecha no han dado resultados. Somos el país con la tasa de natalidad más baja, nos situamos en niveles de los que se denominan tasas ultrabajas.
TASA DE NATALIDAD Y DESPOBLACIÓN
En España la tasa de fecundidad está en 1,3 hijos mientras que la mundial está en un punto por encima, en el 2,3. Esta situación se agrava en el medio rural, ya que tenemos más de 1.200 municipios en los que no nace ningún niño desde 2012.
La situación es especialmente grave en nuestro país. No nacen niños y el medio rural se despuebla. No parece importarle demasiado a ninguno de los partidos políticos. No he escuchado ningún plan para combatir esta baja tasa de natalidad ni tampoco una estrategia seria para combatir la despoblación. Las causas por las que se produce esta baja tasa son diversas: cada vez es más tardía la emancipación de los jóvenes, el acceso al mercado laboral más complicado, el alto coste de la vivienda y de los alquileres, el hedonismo y no querer asumir responsabilidades.
Todas estas causas se reducen a una en el medio rural: la población está envejecida y no hay jóvenes, razón única y exclusiva por la que no nacen niños.
COORDINACIÓN AUTONÓMICA
Efectivamente, combatir las bajas tasas de natalidad requiere un contundente plan con medidas en diferentes direcciones y para ello en nuestro país, que tenemos una organización territorial de la que ya he hablado en reiteradas ocasiones basada en la existencia de las Comunidades Autónomas, es necesaria una laboriosa coordinación en el trabajo y medidas a desarrollar.
Sin colaboración y coordinación entre las regiones de España no es posible un Plan Integral, ya que son las Autonomías las que tienen la mayor parte de las competencias en nuestro país. Solo la intervención del Gobierno central puede desarrollar la colaboración necesaria para abordar un problema tan serio.
En 2030 España tendrá un 25% de su población situada en la franja de más de 65 años de edad. Somos un país con más defunciones que nacimientos. En lo que va de año han nacido 103.443 niños y esto supone un descenso del 1,74% respecto al año anterior. La serie de descenso se lleva prolongando durante los últimos 30 años, con algún repunte puntual fruto de la inmigración.
Continuar CON ESTA PELIGROSA SENDA VA A DETERMINAR QUE NO SE PUEDA GARANTIZAR EL ESTADO DE BIENESTAR
Los pronósticos que ha realizado el INE para los próximos años si todo sigue igual es que el descenso va a continuar. Sinceramente, ya sé que las políticas a largo plazo no están de moda, pero la realidad es que si este problema no se aborda cuanto antes, no se va a poder resolver cuando los porcentajes de personas mayores alcancen cifras de desequilibrio absoluto en la pirámide poblacional.
Las políticas de Estado son las que se abordan las cuestiones que afectan a un país de manera global y estructural. Son necesarias dos estrategias: una que permita adoptar el conjunto de medidas que reviertan la situación en la que se encuentran las precarias tasas de natalidad que tiene España; y dos, la que permita la revitalización del medio rural que debe estar encaminada a retener y a atraer a los jóvenes a vivir en el medio rural. Solo así podremos garantizar el equilibrio del crecimiento de España, que es la base fundamental de nuestro desarrollo como país.