Bajo el Sanchismo, España no únicamente se está adentrando a toda velocidad en una tiranía socialcomunista apoyada por enemigos declarados de la patria española, sino que también el país se parece cada vez más a un narcoestado y no es nada descabellado afirmarlo.
El Gobierno de extrema izquierda de Pedro Sánchez se ha convertido en un caramelo para el narcotráfico, porque con este ejecutivo se ha disparado la corrupción, se ha reducido la lucha contra el narco y se ha favorecido la desprotección de las policías que combaten a las mafias en España, aumentando por ello también la inseguridad.
La situación es verdaderamente preocupante y necesita que se tomen medidas urgentemente, hasta tal punto que la inteligencia estadounidense ve incluso a España débil en la lucha contra el lavado de dinero de la droga. También han señalado la entrada del fentanillo, la famosa droga ‘zombie’ a España.
Precisamente, en esta misma línea, el último informe anual con la Estrategia Internacional de Control de Narcóticos de Estados Unidos, publicado en marzo del año pasado por el Departamento de Estado, advierte de que España se ha convertido en «un punto de tránsito primario en Europa de la cocaína procedente de América del Sur y para el hachís de Marruecos», para cuya detección es necesario «fuerte control fronterizo y vigilancia costera, tecnología sofisticada de detección geoespacial, acción policial interna, investigaciones de asuntos internos y cooperación internacional».
Sin embargo, Pedro Sánchez y su ejecutivo radical han tomado posturas contrarias a estas recomendaciones para luchar contra el narcotráfico. De hecho, recientemente, una de las principales críticas tras la muerte de dos guardias civiles en Barbate (Cádiz), embestidos por una narcolancha, es el desmantelamiento de una unidad de lucha contra el narcotráfico, que nació con carácter temporal y que estaba siendo muy efectiva. Por lo tanto, el Gobierno encima por las cosas más fáciles al crimen organizado, eso sin contar la gran impunidad por la que se mueven por aguas españolas, colando hasta de manera ilegal a inmigrantes indocumentados.
Es incuestionable que está situación es muy grave, y la solución a ello pasa fundamentalmente por dotar de más recursos y dotaciones a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para luchar contra la corrupción y el narcotráfico, pero también por darles permiso de autodefensa, la indefensión hará que más policías pierdan la vida ante unas mafias envalentonadas con la policía, tan sólo hay que comprobar determinadas imágenes y vídeos en el Estrechos o playas de Huelva para comprobarlo con exactitud.
Cuanto más tarde se reaccione ante este gran descontrol, más afectará a los españoles y más difícil será enfrentarse a los grupos criminales transaccionales, porque la experiencia de lo que ha ocurrido en otros países como Venezuela o México nos los dice. Por esa misma razón, el CNI bien lo sabe, y se lo ha trasladado al Gobierno de Sánchez.