El gran día de mi hijo ha llegado. Está todo preparado, camareros, catering, una orquesta para amenizar la velada, photocall, fotógrafos y más de 200 invitados.
Llevamos meses preparándolo para que todo salga bien. Nos preparamos para disfrutar al máximo, y que este día quede para el recuerdo.
No todos los días tu hijo cumple once años, así que hay que celebrarlo por todo lo alto.
Hace un par de meses estuvimos en el cumpleaños de Carlitos. Entre nosotros, ¡nada que ver!
Fue en su casa del pueblo, llevó a todos los amigos del colegio en un microbús, además de a sus hermanos y primos. El picoteo fue muy básico. Ni siquiera había una empresa de catering. Todo lo que comieron lo prepararon los padres del niño. Además, ellos eran los animadores. A veces se pasa mucho sofoco cuando se ven estas cosas.
Pobre niño, debería de estar avergonzado por tener que ver a su padre en el pintacaras y a su madre inflando globos. ¡Qué bochorno!
Lo que no entiendo es como aquellos niños parecía que lo pasaban bien. Supongo que sus padres les obligaron a sonreír y dar las gracias. La educación es lo primero.
Después vino el de Carlota, se notaba un poco más de calidad. Fue en un local de sus padres en la zona centro que habían habilitado para el festejo.
La decoración eso sí era pésima, al igual que la limpieza. Muchos globos, mucho confeti, pero poco gusto en la mezcla de colores y en el contraste con las pinturas de las paredes.
Desde luego otros padres que no fueron asesorados para la ocasión.
La comida no estuvo mal, porque llamaron a una hamburguesería para que los niños tuviesen barra libre de carne y refrescos, y para los adultos pusieron una pequeña parrilla. Aunque mucha carne y poco ibérico.
La amenización más bien pobre: solo un payaso y un mago.
El mejor hasta ahora ha sido el de Inés. Ese sí ha sido una pasada. Alquilaron un local en el centro de la ciudad. Pusieron una máquina de palomitas, payasos varios y personal amenizando la velada con trucos y juegos.
El catering fue excelente y los niños estuvieron muy bien, aunque sinceramente parecían poco contentos. Yo creo que la envidia al ver el despliegue de los padres de Inés puso tristes a los críos y por eso estaban con esa actitud.
Mi Alfonsito salió como aburrido. Yo le pregunté y me dijo que lo había pasado mejor en los otros, pero no le creo. Pienso que le da miedo que el suyo no esté a la altura y por eso salía preocupado.
Ya le he dicho, que cueste lo que cueste, su cumpleaños será el evento de la temporada. Que nadie olvidará ese día. Aunque tenga que pedir un crédito, este cumpleaños va a salir hasta en las páginas en blanco y negro del Hola, las de la alta sociedad.
Para mi niño lo mejor.
Él insiste en que solo quiere pasarlo bien y jugar con sus amigos. Me dice que los lleve al cine y que les ponga unos bocadillos, ¿estamos locos? Ni de broma.
Sé que lo hace para que no gastemos, pero tanto su madre como yo tenemos claro que lo importante es que nuestro niño tenga la mejor fiesta del colegio y de la ciudad. Bueno y, por supuesto, que lo pase bien también es importante.
Así que con este gran despliegue que hemos preparado nunca olvidará este cumpleaños.
Ya estoy pensando ideas para el próximo año. ¡No todos los días tu hijo cumple doce años!