Hoy, lo que parece más relevante es la aprobación de la Ley de Amnistía por un PSOE subyugado y sometido al chantaje de unos delincuentes, asesinos y golpistas, con resoluciones judiciales firmes que así lo atestiguan, de forma que los facinerosos obtienen su propósito y mantienen su presión en pos de nuevos objetivos: el referéndum, el cupo catalán, la independencia subvencionada y pagada por todos, para seguir succionando de todos.

No lo vamos a repetir, pues es harto conocido, que con la mencionada Ley se fractura la igualdad entre los nacionales, se destruye la Constitución y sobre todo su espíritu, etc. pues son razones no sólo conocidas por todos, sino incluso asumidas por los firmantes e impulsores de la misma, que demuestran con sus actos lo que les importa la democracia y el Estado de derecho.

En este momento, prefiero recordar cómo Pedro le decía a Rajoy, cuando surgió el caso Bárcenas, que hiciese un alegato, rodeado de los suyos, hablando de una conspiración judeomasónica de jueces, fiscales, medios de comunicación, produciendo sonrojo e indignación en los ciudadanos, para finar su discurso con la frase de “el presidente tiene que ser decente y usted no lo es”.

Tampoco recordaré cómo Pedro ha cambiado de opinión sobre Pablo Iglesias, con el que no podría estar y dormir tranquilo, con el no a los independentistas, con el he ganado las elecciones, con el estoy en contra de la corrupción, etc., hoy me quiero centrar en esa frase: “el presidente tiene que ser decente…” y parece que el de hoy no lo es.

Rajoy habló de una confabulación, pero Pedro nos habla, sin empacho, de lawfare, haciendo suyas las palabras, conceptos y términos de los delincuentes… curioso.

Rajoy se ocultó en los suyos y Pedro ha necesitado dejar al pie de los caballos internacionalmente a su mujer, 5 días de meditación amorosa y una manifestación de menos de 10.000 personas, para llorar y seguir… significativo.

Rajoy disfrutó de vacaciones pagadas por la empresa de Correa, y Cospedal efectuó un despido en diferido, pero Pedro se acuesta todos los días con una sospechosa, como lo era en aquel momento Correa, sin escrúpulo alguno, la hacen catedrática sin ser graduada siquiera, hace negocios con empresas a las que luego o les dan subvenciones o las rescatan con un tercio del dinero que se emplea para todas las empresas nacionales y promocionan los eventos de su mujer; pero, Pedro, tú no tienes que dimitir, ni es una vergüenza, ni generas “sonrojo e indignación”… sintomático de una enfermedad evidente.

Es verdad que Rajoy fue un presidente nefasto que dividió a la derecha y engañó a su electorado; pero, también es cierto Pedro, que tú le tienes mucho que agradecer, pues sin esa división y sin ese engaño no hubieras alcanzado la presidencia jamás, y prueba de ello es que no has ganado ni una sola elección, has obtenido el gobierno vendiendo la vergüenza y dignidad de una Nación. Enhorabuena fenómeno.

Es cierto que lo que produce desesperación es que la derecha sea incapaz de comprender que lo único que la desune es el engaño de Rajoy y que deben de superarlo, encontrar, como encontraron con Aznar, un mínimo común denominador y darle a los ciudadanos lo que realmente están votando, superando los mantras generados por Pedro de ultra, extrema o derecha cavernosa, cuando el PSOE está encamado con la gruta del siglo XIX y los asesinos de este.

Que Begoña sea o no una delincuente lo decidirán, si les dejas, los tribunales o la amnistiarás con tus “membríscalos”, pero que ni parece decente, ni es digno lo que lleva haciendo desde que llegasteis a la Moncloa, no lo ponen en duda ni los tuyos, pese a que por mantenerse en el pesebre silencien, pues son conscientes de que la frase de Feijoó de “el PSOE hoy ha muerto” sea más cierta que nunca.

Pedro, la vergüenza no la conoces, Maquiavelo a tu lado es el Hada de un cuento, España te importa una mierda y tu mujer te da lo mismo, pues has sido capaz de dejarla en pelota internacional para conseguir tu propósito, pero que te has cargado tu partido no cabe duda, pues ni Guerra y González con su corrupción, los GAL, etc. ni el PP con la suya han alcanzado los niveles de indignidad a los que has llegado tú, ellos se llevaron la pasta como tú, pero no vendieron España, ni se acostaron con comunistas del siglo pasado ni con terroristas con las manos manchadas de sangre… Pedro, España no se merece un presidente que miente, roba, engaña y se acuesta con la corrupción con faldas, o no.

Es importante la Ley de Amnistía, pero lo grave, y lo que debe de perseguirse, es la causa de esa ley y los motivos de la misma, que no es otra cosa que la corrupción en grado superlativo.

Años clamando por la regeneración, un cambio de gobierno tras otro con la misma bandera, un movimiento social, unos partidos nuevos, una angustia ciudadana y la regeneración sigue sin llegar… necesitamos un cambio definitivo, algo o alguien que cumpla la exigencia, ya.