Vivimos inmersos en una sociedad donde impera la mentira verdad y la verdad se convierte en una mentira. Al final sólo queda el miedo que se produce ante la sensación desequilibrante de que no hay una verdad que nos defienda. Ni siquiera las leyes. Mirando las redes sociales no sabes a que playa ir porque puedes encontrarte en medio de un desembarco de inmigrantes o en un tiroteo de narcotraficantes, al final ni la toalla mientras te bañas está segura. En la España vaciada los delincuentes y furtivos campan a sus anchas sin que haya la seguridad necesaria ni policial ni sanitaria. Al final miedo cada día más.
La mayoría de los paneles solares colocados en tierras agrícolas de primera calidad terminaran siendo destruidos por el mal tiempo o filtrando productos tóxicos químicos al suelo y a los manantiales, no teníamos poco con los purines. Mientras los molinos de viento van soltando partículas y haciendo ruido. Los que nos gustaba pasear y ver el eye liner, el horizonte, ya no nos movemos del pollo a la puerta. Los aerogeneradores verdes no se pueden reciclar ni reconstruir. Son montañas de basura. La energía verde es un paso a la no energía que significará más pobreza.
El mundo parece que cada vez gira, si es que gira, ya no sabemos si es plano, como la rueda de un carro. Chirría por todas partes. La expresión "vete al carajo" o "todo se está yendo al carajo" es náutica. En la época de la navegación a vela el carajo era una pequeña canastilla situada en lo alto del mástil mayor de los barcos. Hay la sensación hoy en día que no cabe nada más en el carajo. Los saudíes abandonaron el petrodólar la semana pasada, no sabemos qué pasará. Al final volveremos al patrón oro.
Nos hemos acostumbrado a pagar la gasolina por encima de 160 céntimos, a vivir de alquiler o en una habitación a cambio del 60 por ciento del sueldo, a conducir coches de cuarta mano y a ir de vacaciones dos días, a no conocer al vecino y a ver como cierra la panadería. Nos han acostumbrado a la pobreza. En USA están promoviendo una nueva legislación que obliga a las mujeres al servicio militar obligatorio. Algo sabrán, pero los países que no protegen a sus mujeres mal andan. Cuando nos amenazan con miedo es que nos van a poner un nuevo impuesto mientras seguimos bailando al ritmo de 'Flowers' de Miley Cyrus.
Estamos acostumbrándonos a ver como los débiles toman venganza, los fuertes perdonan y los inteligentes ignoran. No se puede vivir dando explicaciones de todo lo que pasa, ya nos supera lo que nos rodea, ya nadie quiere entenderlas.