El 13 de julio de 1997, hace exactamente 27 años, un miserable llamado Txapote, acompañado de Amaya y Ttotto, en nombre de ETA, disparaba en la cabeza en un camino de monte, escondido, con fácil huida, a un muchacho tembloroso, maniatado y de rodillas, al que dos días antes, cuando acudía a trabajar, había secuestrado y amenazado al Gobierno de la nación con su muerte para, finalmente, cuando el Estado no se arrodilló, cumplir su amenaza.
En aquellos días, todo el pueblo nos movilizamos, inundamos las calles, clamamos como nunca lo hemos hecho y, con las manos pintadas de blanco, gritábamos, desde lo más profundo de nuestro corazón, "ETA, aquí tienes mi nuca" "basta ya", marcando un punto de inflexión contra el terrorismo.
Eran días en los que la lucha por la libertad y la democracia eran pagados con la muerte por una siniestra que jamás ha creído, ni creerá, en una democracia que no sea hacer su santa y libérrima voluntad.
Hoy, se dice que la democracia y la "inteligencia" de un pueblo, liderado por Zapatero, derrotaron a la banda, pero lo cierto es que ETA, acosada y prácticamente eliminada por las Fuerzas del Estado, sin pedir perdón, sin entregar las armas, sin admitir su derrota, ha dejado de matar en unos oscuros y ocultos pactos que hoy se perciben como la humillación y derrota del Estado Español que ha entregado el poder a ETA, pacta con ellos para alcanzar el Gobierno, blanquea a los asesinos y permite que estos no sólo alcancen el poder, sino que se humillan ante ellos, admitiendo el ensalzamiento de los asesinos.
Estamos viviendo, con ETA y con los CDR catalanes, cómo un Estado se somete a la violencia del racista que se considera superior, que no admite la democracia, que no cree en el Estado de derecho y que impone sus intereses a un Gobierno que, por un puñado de votos, por la paz del muerto, está dispuesto a plegarse a la extorsión, al chantaje y a la humillación.
Esos mismos que aceptan el chantaje de los asesinos, huyeron y desaparecieron en el totalitarismo de Franco para, antes, en la aciaga república, propugnaban la guerra, ensalzaban la violencia llegando a eliminar al jefe de la oposición; pero, ahora, pretenden que creamos que la República fue un piélago de paz y democracia, Franco asesinaba todos los días y ahora son ellos los que traen la paz, mientras se orinan en la cuenca de los ojos de Miguel Ángel Blanco, al que ya no recuerdan, para de paso tildar de fascista a José Antonio Ortega Lara por estar secuestrado 532 días por los "pacifistas" de ETA…. "¡Manda güevos!"
Pretendemos retorcer la historia, de uno y otro lado, pero olvidamos lo sucedido hace bien poco, alteramos lo ocurrido hace 88 años rasgándonos las vestiduras, pero ocultamos, olvidamos, escondemos y manipulamos lo que han hecho aquellos ante los que ahora hacemos reverencias, negociamos y concedemos el poder.
Mucho plexiglás, mentira, manipulación y engaño se está desplegando en un pueblo que olvida a sus héroes, a los que dieron la vida por la democracia de verdad, por la unidad de España y la libertad de las personas; pero, la historia, el karma, la verdad, se verán con el tiempo y se contemplará cómo los cobardes nunca ganan, nunca son recordados con honor y nunca construyen nada sólido.
No puedo dejar de mencionar a una derecha estúpida, cobarde, carente de valores y sumida en su constante engreimiento envidioso que les impide construir, olvidando el objetivo común para, encubriendo su minuscapacidad mental y su enorme ego, facilitar al contrario su desarrollo y victoria, dejando que la mentira se desarrolle y consolide con memorias desmemoriadas y traicionando así sus valores en favor de sus bolsillos o planteamientos "estatégicos" … si se nace oveja se nace más inteligente, demostrando que el que no sabe trabajar, construir, generar sinergias, se dedica a crispar, a criminalizar, a darse golpes de pecho para no dejar ver su cobardía.