En esta semana de terremotos futboleros, han quedado en un segundo plano otros de carácter político o jurídico. Entre estos últimos, destaca sobremanera el motivado por la ruptura de Vox con el PP, al menos en el ámbito autonómico. Y, entre estos, el referido a nuestra comunidad de Castilla y León.

En efecto, dicha ruptura o desbandada es debido, según parece, a discrepancias por el reparto o acogida de menores inmigrantes.

Pues bien, salvo alguna excepción, los miembros de VOX en los gobiernos de coalición con el PP han abandonado sus puestos siguiendo las directrices o más bien órdenes de la dirección nacional, léase Santiago Abascal. Sin embargo, como digo, ha habido alguna excepción y, dentro de éstas, destaca para muchos de nosotros la de Gonzalo Santonja, consejero de Cultura, Turismo y Deporte y, sobre todo, salmantino de Béjar y gran aficionado a los toros, además de importante filólogo hispanista como catedrático emérito de la Universidad Complutense de Madrid y gran amante de nuestra historia, nuestro arte y nuestras más señeras tradiciones.

Es pues, una excelente noticia esta ruptura de Santonja con la disciplina de VOX, que además nunca entendimos muy bien.

En efecto, Santonja, con un historial de libre pensador, no encajaba ni con calzador en la férrea afiliación a VOX, aunque siempre se hizo valer su condición de "independiente". Y es que, Santonja, con un pasado totalmente opuesto al que en teoría propugna VOX, parecía no engastar en el mismo. Él ya lo tiene escrito "todos somos iguales, de acuerdo, pero conviene volver a Cervantes, y leer el Quijote, antes de seguir adelante con este tipo de generalizaciones. Sábete Sancho, explicó el hidalgo manchego a su buen escudero, que no es un hombre más que otro, si no hace más que otro".

Y de eso se trata, Gonzalo Santonja no para de hacer cosas, y bien hechas, por cierto, como a la vista está en su inmensa labor de consejero.

Él mismo justifica su pasado con una cita de Patricio Fernández Cortina, escritor mexicano "no es posible cambiar el pasado, pero si es posible hacer algo para remediar el aciago porvenir". Y, como digo, Santonja es un claro ejemplo de remediar nuestro, a veces, no siempre, aciago provenir.

Por ello, su continuidad debe ser recibida con alegre esperanza, ya que como dijo Pablo Neruda, "hay que luchar, pero con esperanza", y eso es lo que la permanencia de Santonja nos produce a todos, un esperanzado porvenir. Él mismo me lo dijo cuando le pregunté si le afectaba la cita ruptura, sus parcas palabras fueron "sólo para bien". Que así sea.