Cada día se tiene más la sensación de no ser de este planeta. A nuestra edad pensábamos que lo habíamos visto todo pero el todo se supera cada día más porque no hay orden ni vergüenza y menos ganas de trabajar. Ganar dinero con el mínimo esfuerzo caiga el que caiga es lo que impera. Quieren talar cientos de miles de árboles para poner 21 parques eólicos en Teruel. Lo que ha costado en tiempo y esfuerzo mantener esos bosques para poderlos disfrutar. Ahora de nuevo sequía y polvo. Donde no hay árboles no llueve. Los aerogeneradores rompen las corrientes de aire, hacen ruido y espantan la biodiversidad. Luego le echaran la culpa al supuesto cambio climático. Como no hay límite se quieren meter con la cabra de la Legión.
Las olimpiadas o francesadas demuestran que la cultura dominante de las élites occidentales, opuestas al que trabaja en la ciudad o en el campo, es la cultura de la degeneración de occidente. Ninguna "grandeur" hay en mostrar la degeneración espiritual impuesta de unos pocos. Los que hemos vivido, estudiado y trabajado en Francia sabemos desde hace muchos años de la decadencia que asola a ese país. La filosofía woke llama derechos a los deseos. ¿Qué tiene que ver la obesidad, la blasfemia, la transexualidad, la obscenidad, etc., con el deporte? Nada. Francia a faltado al respeto a la cristiandad. La mofa de la Eucaristía y de la última cena no tiene perdón.
El primer entrenamiento de triatlón en el Sena se cancela porque el agua está contaminada. Los lodos de un río no se descontaminan de un día para otro, ni las aguas fecales que no se paran de verter. En que cabeza cabe. Bañarse allí y rascarse después es de cajón de madera de pino. A sabotaje diario van a salir los juegos.
Izaron la bandera olímpica al revés por si fuera poco. Pesadumbre es lo que podemos sacar en conclusión de lo sucedido hasta el momento en París. Se quiere degradar la civilización actual y llevar al ser humano al más bajo de los niveles terminando con todo lo que sustenta nuestra cultura. Para algunos es como si quisieran llevarnos hacía un nuevo orden camuflado de salvación. Da la sensación de que somos marionetas de un teatro político en el que no podemos participar. Estamos solos.
Esta semana se cayeron los medios de pago de medio planeta por un fallo en un sistema de seguridad de Windows. Aunque ya nadie se acuerda. Los que abogan por el dinero electrónico están callados como ramonetas. No todo es malo a partir de ahora las mujeres en Arabía Saudita podrán vestirse como quieran sin el permiso masculino.
España dormita mientras el pan y las patatas van tomando protagonismo en la cesta de la compra. La pasta, el tomate y el arroz están siendo dejados de lado. El invierno va ha ser complicado. Las tiranías se creen eternas pero un día se derrumban y nadie se acuerda de ellas.