El dictador Nicolás Maduro está cometiendo un nuevo genocidio en Venezuela para seguir en el poder. El régimen chavista prometió un baño de sangre, tras el fraude en las votaciones y lo está cumpliendo para aferrarse en el poder de Venezuela, hasta la fecha se contabilizan al menos 16 asesinatos, decenas de heridos y cientos de arrestos ilegales

Venezuela arde ante las miradas de todo el Mundo, mientras el pueblo venezolano grita libertad y abajo Maduro.

Se cumplió lo que algunos periodistas teníamos muy claro, una dictadura nunca se va por Elecciones, sino por otros dos métodos mucho más sofisticados, que una transición o la vía armada, la primera ciertamente queda descartada, porque el régimen totalitario y socialista de Maduro se niega a ceder el poder, pero la segunda opción hoy tiene mayor fuerza que nunca de ser una solución para combatir la tiranía de Nicolás Maduro, invocándose el tratado TIAR, dado que es un asunto de seguridad nacional y continental.

Es importante señalar, que Venezuela ha vivido sumida en 25 años de chavismo que han provocado miles de asesinatos, más de siete millones de exiliados, desapariciones forzadas y miles de presos políticos, además de causar una ruina económica absoluta y unas instituciones plagadas de corrupción. Es por eso evidente que la mayoría del pueblo venezolano ha dicho hasta aquí. Por esta razón, la dictadura chavista ha ordenado a las fuerzas policiales del régimen, junto con paramilitares, incluso cubanos castristas venidos de La Habana seguir el genocidio.

Maduro busca perpetuarse en el poder a cualquier precio, sin importarle lo más mínimo cuanta gente muera por culpa de dictadura, y tampoco le tiembla el pulso de hacerlo, mientras toda la comunidad asiste al mismo como espectador sin ser capaz de dar por ahora el apoyo real que necesita el pueblo venezolano.

No obstante, sí me gustaría advertirles a todos los venezolanos de que ellos son los que tienen la llave en primer lugar de poner fin a la dictadura de Nicolás Maduro y sin duda este es su momento. Todos los defensores de la verdad, la justicia y la libertad están con ellos.

Por ello, los lazos hispanoamericanos deben unirse más que nunca y aunque parte de la izquierda española se ha beneficiado también del régimen de Maduro, el conjunto de la sociedad española no puede dejar tampoco de lado a los venezolanos. Por lo tanto, si Rodríguez Zapatero y otros izquierdistas radicales quieren seguir siendo cómplices, que lo hagan sólo ellos, no España.