No dudo que el encabezamiento de esta colaboración pudiera parecer exagerado a alguno de nuestros lectores, sin embargo, les invito a que acudan de mi mano al diccionario de la RAE y vean allí lo que la Real Academia de la Lengua Española, define como maduro y como podrido, y saquen sus consecuencias respecto del dictador venezolano:

Maduro, según la RAE, se dice de una persona, "que ha alcanzado un estado de desarrollo adecuado para su utilización, funcionamiento o empleo" o "que ha alcanzado la capacidad mental propia de una persona adulta", y define podrido como "una institución o persona dominada por la inmoralidad", y estar podrido como "tener en gran abundancia dinero u otros bienes materiales", y señala como sinónimo de podrido, "corrupto, corrompido, putrefacto, pútrido, descompuesto, corrompido, infecto, pasado, picado o rancio".

Visto cómo la RAE define ambos conceptos dejo al criterio y a la conciencia de cada uno decidir cuál de los dos define con mayor acierto al sátrapa venezolano, constituido desde hace 12 años como el dictador que llevó al país más rico de la América Española a superar en miseria y pobreza a la misma Cuba castrista, después de haber sido ministro de relaciones exteriores, (2006-2012) y vicepresidente de la República, en 2012 y 2013. De profesión, sindicalista y conductor de autobús, y con un nivel cultural que le lleva, confesándose cristiano prácticamente, a compararse con Jesucristo afirmando que él también es "el camino, la verdad y la vida" y que el Espíritu Santo está con su gobierno, y a afirmar nada menos que "Jesucristo era un niño palestino que fue juzgado, condenado y crucificado por el imperio español", siendo frecuentes sus referencias cuando no blasfemas, erróneas a la Biblia.

Pues bien, como todos sabemos, el pasado 28 de julio se celebraron en Venezuela, que sin poder considerarse en ningún momento como unas elecciones libres, despertó en los venezolanos y en los ciudadanos libres de todo el mundo, la esperanza de poder derrocar al dictador, a pesar de la situación en la que el Maduro podrido ha llevado a todas las instituciones libres de aquel país hermano, controlando el Parlamento, la Comisión Electoral, los Tribunales de Justicia, las Fuerzas Armadas, controladas por generales cubanos que saben muy bien lo que es el sometimiento al Jefe, después de descabezar la cúpula del ejército autóctono, acallar, encarcelar o directamente hacer desaparecer a la oposición, y proteger al menos dos grupos terroristas parapoliciales que detienen, secuestran, torturan e incluso eliminan sin piedad a todos aquellos que se hacen notar como opositores al régimen chavista y son señalados por este.

Y es que por una vez, y a pesar de impedir a través de sus jueces que Corina Machado, líder indiscutible de la oposición pudiera concurrir a las elecciones encabezando el cartel electoral, los distintos grupos de la oposición democrática supieron organizarse, presentarse con listas conjuntas y contar con un montón de interventores en las mesas electorales, lo que les permitió hacerse con copias de prácticamente todas las mesas electorales, en las que no ofrece la menor duda que el vencedor de las elecciones fue el diplomático, profesor y escritor Edmundo González, presidente de la mesa de unidad democrática, como reconoció inmediatamente el Presidente de Perú.

Y todo ello, con 8 millones de venezolanos que tuvieron que salir huyendo del país, ante el "¡exprópiese!" tan del gusto el dictador venezolano, o lo que es peor simplemente del hambre o incluso de salvar su propia vida. A lo largo de mi vida política presidiendo la Comisión de Relaciones Internacionales de la FEMP y la OICI, (Organización Internacional de Cooperación Intermunicipal) tuve ocasión de conocer y establecer una sincera amistad con políticos y empresarios venezolanos que afirmaban sin dudarlo que "Venezuela nunca será Cuba" con la misma rotundidad con la que aquí hay quien afirma que "España nunca será Venezuela". A estos les recordaría yo que aquí, el Presimiente Sánchez controla, además del Gobierno más numeroso y caro de la democracia española, controla el Tribunal Constitucional, la Fiscalía General del Estado, la Abogacía del Estado, el CIS, la Radiotelevisión Española, el Consejo de Estado, y cuantos organismos e Instituciones pueden suponer un control de los desmanes del inquilino de la Moncloa y familia. De momento no controla el Poder Judicial, pero anda tras de ello.

Más volvamos a las elecciones venezolanas. En Venezuela, la Comisión Nacional Electoral proclamó ganador de las elecciones, con un 51% de los votos a Maduro cuando se llevaba el recuento del 80% de los votos. Inmediatamente la oposición, está sí, exhibiendo las actas electorales demostraba que Edmundo González había obtenido con el 82% de las actas escrutadas un 67% de los votos frente a un 33% obtenido por Maduro.

Un panel de expertos ha señalado que el Consejo Nacional Electoral de Venezuela elección de las medidas básicas de transparencia e integridad lo cual ha provocado una respuesta inmediata del régimen chavista calificando de basura a la ONU. Por su parte el centro Cárter, que ha asistido como observador a más de 100 elecciones en 43 países, ha asegurado que no puede certificar la veracidad de los resultados publicados por el gobierno venezolano porque no ha tenido acceso a la sala. Por cierto, la Comisión Parlamentaria enviada por el PP, fue retenida en el aeropuerto de Caracas y se les negó la entrada en el país.

Además del presidente del Perú, que ha proclamado vencedor a Edmundo Gonzalez, los presidentes de Colombia y Brasil, afines a Maduro en el grupo Puebla, cuestionan también el resultado de su amigo el presidente venezolano y exigen la publicación de las actas de todas y cada una de las mesas electorales, e insinúan que de no ser así, o bien se haga un gobierno de transición con la oposición o directamente que se repitan las elecciones, cosa a la que supone la oposición. En Europa, la Comisión ha solicitado igualmente la publicación de las actas y se niega a reconocer el triunfo de Maduro.

Conviene recordar que Maduro anunció un baño de sangre si no ganaba las elecciones y lo está cumpliendo. Hasta la fecha ha reconocido 2.400 detenidos y hay detectados más de 25 muertos.

Y en España, ¿Cuál ha sido la valoración sobre las elecciones venezolanas? Pues aquí ha habido reacciones para todos los gustos: el Gobierno mantuvo un preocupante silencio sin cuestionar el resultado oficial hasta que las presiones de todo tipo, nacionales e internacionales provocaron una tímida respuesta pidiendo que se hagan públicas las actas. Los grupos de extrema izquierda, (Podemos y afines), han proclamado la victoria de Maduro, y la exministra y europarlamentaria podemita Irene Montero ha llegado a calificar de modélicas las elecciones, el PP y Vox rechazan el resultado y exigen la publicación de las actas. Sería bueno que todos los grupos se definieran de forma clara...

Y para terminar, por hoy, haré referencia a dos importantes miembros del PSOE. El primero, Felipe González, quien no sólo no ha reconocido el resultado sino que además ha insinuado que el Gobierno venezolano ha llevado a Caracas a un grupo de informáticos chinos que están manipulando actas y ordenadores para confirmar el resultado oficial, y a lo que se ve está más complicado de lo esperado, y por el contrario la conducta de quien también fue secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, cuya conducta ha sido tan vergonzante que ha desaparecido sin hacer declaración alguna, siendo el mediador elegido y el supervisor elegido por el dictador venezolano y el cómplice más grave en la opinión de la oposición cubana, lo que ha provocado el silencio del Presimiente Sánchez. Claro que los negocios oscuros que se atribuyen a Zapatero y familia en Venezuela le obligan a guardar silencio.

En fin, que ha transcurrido casi un mes de la celebración de las elecciones, y las actas oficiales siguen sin aparecer... y lo que te rondaré morena...

Y como el tema va para largo, volveremos sobre el tema. Hasta el viernes que viene.