Hacía tiempo, sí, mucho tiempo, que no escuchaba un grito de buenas intenciones como el que ayer se pronunciara desde el tendido para alabar la figura de un personaje político.  Se escuchan a menudo Vivas al Rey, Vivas a España (ayer también se escucharon estos últimos) pero debo confesar que vivas al presidente del Gobierno no estoy  demasiado acostumbrado a escuchar.

Y es que en las plazas de toros, a pesar de estar abarrotadas de público como sucediera ayer en Valladolid, suelen producirse silencios muy expresivos ante diversas fases de la lidia, generalmente debidos a la emoción de los espectadoras ante el futuro incierto de unos pases o de unas estocadas. Y es ahí, en los silencios cuando un grito, una frase, un comentario puede ser escuchado por todos, o casi todos los asistentes.

Yo recuerdo haber escuchado en Sevilla, en unos de sus silencios característicos, el grito de un asistente, protestando de la cornamenta del astado: “tengo yo un amigo que tiene más cuernos que eso…”. Y la respuesta del otro lado de la elipse del ruedo “Genaro, me cago en tus muertos…”.

Si, efectivamente, el comentario, acertado o no, malévolo o no, chistoso o no, se oyó cuando se debía oír: en medio del silencio. Por eso ayer, en aquel silencio surgió el momento óptimo para las dedicatorias y un anónimo espectador, uno de tantos de los que tenían aparcado cerca su Lamborghini con rombo, soltó un “viva” al presidente del Gobierno. Acertado, o no, malévolo o no, chistoso o no, alguien desgañitó su garganta para gritar un ¡Viva a Pedro Sánchez!

Y los tendidos respondieron a este “Genaro” vallisoletano. Respondieron amable y suavemente con sonidos músico labiales agudos, sin aplausos, distribuidos por todo el coso…por un público al que le gusta ir a los toros, y aparcar sus Lamborghinis ,(con sus rombos en el motor) en los aledaños de las plazas a modo de calesas de feria. Silbidos musicales de muchos espectadores que ya están hasta el gorro de medias verdades, prohibiciones y que se metan en sus vidas.

Yo no encontré sitio para aparcar el mío, así que fui a la plaza andando, comentando con mi esposa el cartel de la corrida y la despedida de ese gran torero que fue, y es, Enrique Ponce. Y salí feliz de que su última (¿) visita al coso del Paseo de Zorrilla se haya saldado con dos orejas y salida a hombros. Y me gustó Talavante, uno de mis obligados clientes cuando tuve que operarle en aquel San Pedro Regalado, muy cambiado a artista y dominador. Y me gustó Roca Rey por su valor. No me considero capaz de comentar su arte ni su técnica.

Una estupenda corrida de toros. Una bonita despedida, plaza llena  (por favor, informen mejor al ministerio de Cultura sobre si la gente va o no va a los toros), y muchos trofeos para los toreros, dos salidas a hombros y Vivas a España, (ovación), a la Fiesta Nacional (ovación) y a Pedro Sánchez (Silbidos y silencio)

Gradas rebosantes y multicolores. Afición numerosa y generosa, políticos pro taurinos en el callejón  y una batalla en sus comienzos para anular eso de que la Tauromaquia sea Patrimonio Cultural Inmaterial, cometido en el que … hoy por hoy, en el Gobierno del vitoreado Sánchez (Que Viva..) ya empiezan los de Sumar y Podemos a  dar guerra…Porque dicen, ellos, los que mandan, que “la gente no va a los toros.

Taurinos míos: Esto es lo que hay.

El doctor Antonio María Mateo ha sido cirujano Jefe de la enfermería de la plaza de toros de Valladolid de 1971-2021 (50 años) y es vice presidente de la Sociedad Española de Cirugía Taurina.