¡Ojo!, no confundir el título de esta columna con Se Acabó La Fiesta, agrupación política creada y liderada por Alvise; me refiero a la finalización de la Feria y Fiestas de la Virgen de San Lorenzo, próximas ya al 25 aniversario desde que quien suscribe propuso a la Corporación Municipal celebrar las fiestas en honor de la Patrona de la ciudad sustituyendo la titularidad de San Mateo y fue aprobado por el Pleno.
Este año, dada la fecha en que caía la festividad de la Virgen, las fiestas empezaron el viernes 30 de agosto para finalizar el domingo 8 de septiembre, festividad de la Natividad de la Virgen, con lo que al coincidir la fiesta y el domingo, en que se celebró la Misa y Procesión en honor de la Patrona con gran afluencia de público, y que algunos alargaron hasta el lunes 9.
Como es habitual, los responsables municipales han hecho balance y no voy a repetir lo publicado desde la concejalía correspondiente, sino que voy a referirme a determinados aspectos, unos novedosos y otros que he vivido muy de cerca y quiero comentar.
En su comparecencia ante los medios, Blanca Jiménez dio algunos datos muy interesantes: en número de turistas, participantes locales, visitas guiadas y actividades organizadas, se han batido todos los récords, algo que confirman las consultas en los centros turísticos de la ciudad, los hosteleros y los hoteleros que en varios casos alcanzaron el completo en los fines de semana.
Los conciertos en la Plaza Mayor obligaron a cerrar el acceso a la misma en varias ocasiones y en todos el número de asistentes fue muy numeroso. Feliz iniciativa municipal la ampliar la invitación a personas con movilidad reducida y otro tipo de discapacidades a presenciar los conciertos desde el balcón del Ayuntamiento, a la Feria de Día y la Gastronómica.
La calidad de los conciertos espléndida, aunque para gustos se hicieron los colores... y los cantantes. Por razones de edad, y porque conmigo vino en varias ocasiones, me quedo con el concierto de clausura de Raphael, aunque no pude asistir al mismo por estar reunido con el Jurado Taurino del Trofeo San Pedro Regalado, felizmente recuperado por el actual Ayuntamiento después de la fobia antitaurina de los dos gobiernos de coalición de izquierdas, algo, por cierto, que comparte el actual ministro de Cultura.
Un año más, el Ayuntamiento acercó las fiestas a los barrios, aunque el escenario principal estaba en el centro. El Pregón tuvo como protagonistas a las Walkirias, agrupación femenina valiente, interviniendo cuatro de ellas desde el balcón de la Casa Consistorial, repleta de invitados y con un calor sofocante.
Las Peñas hicieron su desfile tradicional desde el Paseo Central del Campo Grande hasta la estatua del Conde Ansúrez. Juerga juvenil multitudinaria, sin incidentes graves que reseñar, pero que dejaron el recorrido hecho un estercolero, que tan sólo el celo de los trabajadores del servicio municipal de limpieza recuperó a las pocas horas.
Habría que intentar que los responsables del desfile vean el estado de las calles del recorrido e intenten una labor con los participantes para que llenen hasta los topes los contenedores del trayecto. Es difícil, pero no imposible. En todo caso, mi felicitación al Servicio de Limpieza, y por supuesto a la policía municipal.
Los Museos y las diversas Salas de Exposiciones programaron actividades especiales, que tuvieron muy buena acogida. Las actividades deportivas también interesantes y muy concurridas. Entre los clásicos, la Feria de Cerámica y Alfarería, la Feria del Folclore y la Gastronomía liderada por el incombustible José Luis Bellido, y la Feria de Día.
Por cierto, en la inauguración de la Feria de Día, el alcalde hizo pública su decisión de dedicar una Plaza al exalcalde León de la Riva, decisión que acepto y agradezco. Se trata de reconocer un trabajo de 24 años en el Ayuntamiento, 20 como alcalde, en el me dediqué en cuerpo y alma a mejorar la ciudad... y ahí están los resultados.
Además, me dedican una plaza que carecía de nombre en una zona que se empezó a desarrollar bajo mi mandato. Entiendo que la decisión no sea del gusto de todos. A mí sí me gustó que le rindieran un homenaje a Tomàs Rodríguez Bolaños.
Los bailes en la Pérgola para los mayores, las actividades en las Moreras para los más jóvenes y los fuegos artificiales para todos también resultaron exitosos, resultando muy interesante el espectáculo de los drones que mostró un Valladolid desde una visión hasta entonces inédita.
Y para terminar, la Feria Taurina. La recuperación del Trofeo San Pedro Regalado un acierto, en esta segunda edición, en la que además el Ayuntamiento me invitó a participar en el Jurado, algo que agradecí al iniciar la sesión y reitero aquí.
Buenos carteles y buena entrada, mal que le pese al ministro. Mi agradecimiento a Pablo Hermoso por brindarme su primer toro y a Tauroemoción por sus continuas atenciones conmigo, y sobre todo por la promoción de la Fiesta entre los más jóvenes.
Y como se me acaba el tiempo y el espacio... hasta la semana que viene.