Los que hemos vivido y viajado fuera de la UE hemos visto que les interesa que seamos pobres y dependientes. No sólo ahora sino desde hace muchos años. Nos venden la versión de que les preocupa el medio ambiente de no se sabe dónde pues Europa tiene la extensión de un país africano.
El resto del mundo no tiene medio ambiente ni los impuestos que pagamos aquí donde es imposible levantar cabeza ni siquiera emprender negocios sin estar abocado a la ruina. Cada día son más los que se creen con derecho a vivir de los demás y no dar un palo al agua.
En Francia lo que preocupa a la ONU es la brutalidad policial mientras se queman iglesias todas las semanas, algunas incluso patrimonio de la humanidad. Si tienes un problema en Francia y acudes a la policía te darás cuenta que su actitud es de risa o vergonzosa. Ya no les queda ni gota de sangre de Napoleón.
Así las cosas parece que la élite está preparando una escasez de alimentos para crear crisis. Cada día es más difícil llenar la cesta de la compra. La sociedad está infantilizada, nadie se mueve.
Los jóvenes se movilizan para ir a la playa, vivir al día sin ahorro, no se embarcan en crear una familia, comprar una casa por muy precaria que sea, tener algo de patrimonio para poder ahorrar y esforzarse.
No son tiempos muy diferentes de la España de Felipe donde se pagaban créditos al veinte por ciento y no había vivienda nueva y los alquileres valían más que pagar una hipoteca. Pero había ganas de tirar para adelante, no había cobardes, ni móviles.
Nos proponen que mientras te dan la quimio o vas con muletas pidas una baja flexible. No saben que hacer ni que decir, los que nunca han trabajado obligan a los enfermos a trabajar. Morimos trabajando y al final nada, pensión y cementerio. Vivimos en el país de la ingratitud constante.
Las calles de las cabeceras de comarca en la España vaciada se van convirtiendo en los paseos del horror, lo que antes eran hileras de pequeñas tiendas ahora es el cementerio de las mismas. La gente no reacciona, ve el desastre pero lo acepta. Se va propagando una enfermedad mental y del alma.
El progresismo ya no representa al ciudadano que madruga para levantar este país, representa al niñato que va de listo, al ocupa que no trabaja ni respeta, al separatista que sólo odia, a los millonarios pijos de la farándula y demás, que nadie se engañe. No están a hacer país.
La riqueza se crea si los ciudadanos se levantan pensando en mejorar su vida sin robársela a otro. Lo malo es que ya tenemos hasta sinvergüenzas con pedigrí.
España tiene que pedir perdón a México que existe gracias a España. Nivel de niño de cinco años. No hay debate con estúpidos. Sólo queda dejarlos en ridículo por su ignorancia. Así con todo, la memoria no es historia.
La memoria es típica de los testigos o de los iluminados, la historia la escriben los historiadores basada en los hechos que son inamovibles. Quevedo afirmaba que todos los que son estúpidos lo son, y además también lo son la mitad de los que no lo parecen.