Don Juan Tenorio, el de La Tijera Teatro de Zamora no el de Zorrilla, cumple 18 años. Es la mayoría de edad de un excelente montaje sobre las tablas del Corral de Comedias zamorano, es decir, el Teatro Principal, lleno hasta el tercer piso. Y bajo la dirección de Indalecio Álvarez Campos.

Ante de adentrarnos en la importante interpretación del famoso drama del romanticismo español, decir que La Tijera Teatro de Zamora es una compañía teatral emblemática en la ciudad del Duero. Su propósito inicial de acercar el teatro a todos los públicos, al menos con el Tenorio, lo cumplen a la perfección.

La Tijera ha crecido con los años y se ha consolidado como un referente cultural en la provincia. Su compromiso con la calidad artística, la innovación en sus montajes -que inmensos cuadros sobre las tablas del Principal-, y el fomento de la cultura teatral ha permitido que se gane el respeto y el cariño del público zamorano y de más allá y, de paso, ahora también el mío.

Por primera vez, y espero que no sea la última, he podido asistir a la representación de 'su' Don Juan Tenorio de este año, cuando se ha hecho mayor de edad. Con actores de la talla de Daniel Migueláñez encarnando a Don Juan, Jorge Vidal como Don Luis Mejía, Lorena Pérez-Calvo como Doña Inés, Álvaro Pérez el pícaro Ciutti, Steve Lance como Capitán Centellas, Guille Calero en el personaje de Avellaneda y la grata sorpresa interpretativa de Gabriel Ramos, el escultor, todo es más fácil. Y, el café, al final, intercambiando opiniones, sabe mejor en una amena y más que interesante tertulia en la fresca noche zamorana. Además, encontrarse con amigos de tiempos siempre es un aliciente a sumar.

Cada año, en la época de Todos los Santos -tiempo para recordar a los difuntos-, el personaje de Don Juan Tenorio resurge de la mano de diversas compañías de teatro, que buscan mantener viva la tradición de representar esta emblemática obra del romanticismo español. En Zamora, La Tijera Teatro se ha encargado de darle vida a este clásico de José Zorrilla, presentando una versión fresca, amena, bien montada y profunda que capta la esencia de Don Juan, pero con matices propios que lo acercan al público contemporáneo. Y, además, de todas las edades, que es lo esencial.

Un clásico que no pasa de moda

Don Juan Tenorio, escrito en 1844, ha sido una obra inmortal del teatro español. Su protagonista, el osado y arrogante Don Juan, es un personaje que desafía normas y valores de su época, conquistando a las mujeres con su encanto pero sin preocuparse por las consecuencias de sus actos, buenos y malos. La obra transcurre en un ambiente oscuro, de secretos, duelos y engaños, donde el tema de la redención y la lucha entre el amor y la muerte cobra especial relevancia.

A lo largo de los años, este drama romántico se ha convertido en un símbolo de la cultura española, y su representación ha pasado a ser una tradición durante el día de difuntos. En ese contexto, La Tijera Teatro asume la misión de reinterpretar la obra cada año, proponiendo una versión que sigue fiel a la esencia de Zorrilla, pero que, a su vez, añade elementos que lo vuelven más accesible y cautivador para las nuevas generaciones.

La compañía ha creado un montaje dinámico y creativo, que destaca por el cuidado en la escenografía, el vestuario y la interpretación de cada uno de sus actores. Con una puesta en escena que combina momentos de humor, pasión y suspense, esta versión de Don Juan Tenorio es una verdadera experiencia teatral, al menos para quien escribe. Digna de vivirla y disfrutarla, y más siendo un grupo de los nuestros plagado de amigos y amigas, ay!

Uno de los puntos fuertes de esta representación es la ambientación: con un escenario que transporta al público a la Sevilla del siglo XVI -como esa balconada floreada donde asoma Doña Ana de Pantoja-, los detalles del vestuario, la iluminación y el sonido con sus efectos especiales envuelven la obra en un halo de misterio y dramatismo. La combinación de luces y sombras es clave en esta producción, ya que permite resaltar los momentos de tensión y drama que caracterizan al personaje del Tenorio.

Los personajes

Además del propio Don Juan, qué bien dramatizado por el madrileño Daniel Migueláñez, los personajes de Doña Inés -la amiga y actriz toresana Lorena Pérez-Calvo-, Don Luis y el Comendador -dos grandes intérpretes- adquieren una relevancia especial. Cada actor y actriz aporta una perspectiva única a su papel, explorando la psicología de sus personajes y dotándolos de una profundidad que permite al público conectar con sus emociones y dilemas. Doña Inés, en particular, se presenta como una figura fuerte y decidida, más allá de su imagen clásica de mujer inocente y monja dócil. Muy bien amiga Lorena.

La interpretación de Don Juan también es notable en esta versión. El protagonista, Daniel Migueláñez, se muestra tanto carismático como ambiguo, desafiando las normas y enfrentándose a su propio destino. Este enfoque le añade un matiz trágico, ya que el público puede percibir en él una lucha interna que finalmente lo lleva a buscar la redención. Un actor dotado de la capacidad innata de sugestión y entrar en el espíritu de los espectadores. De verbo suelto y carácter dramático.

La Tijera Teatro logra darle un toque actual a Don Juan Tenorio sin alterar la esencia del texto original. Se mantienen los versos y las rimas características de Zorrilla, pero la dirección introduce un ritmo ágil que permite una conexión más directa con el espectador actual. La incorporación de elementos visuales modernos y un trabajo de sonido cuidadoso son algunos de los recursos que la compañía utiliza para captar la atención del público.

La representación de Don Juan Tenorio en Zamora se ha convertido en una cita obligada para los amantes del teatro y los seguidores de esta tradición. Esta compañía zamorana ha logrado consolidar un espectáculo que atrae a espectadores de todas las edades, en parte, gracias a su esfuerzo por mantener el espíritu de Zorrilla, pero adaptándolo a las sensibilidades actuales.

La Tijera Teatro

La compañía fue fundada en la década de 2000 por un grupo de entusiastas del teatro que buscaban una manera de expresar sus inquietudes artísticas. Su nombre, La Tijera Teatro, es una alegoría de la habilidad de los actores y directores para "cortar" la realidad y construir nuevos mundos sobre el escenario.

Desde sus primeros espectáculos, La Tijera demostró su deseo de experimentar con diferentes géneros, estilos y técnicas, lo que permitió que su propuesta artística fuera variada y accesible para una audiencia diversa.

A lo largo de los años, La Tijera Teatro ha sabido adaptarse a los cambios y enfrentar los desafíos del mundo teatral. En la actualidad, con una sólida reputación y un público fiel, la compañía continúa explorando nuevas formas de expresión y colaboraciones con otros artistas y compañías. No solo representa una tradición artística en la ciudad, sino que se ha convertido en una parte fundamental de la identidad cultural de Castilla y León.

Con su versión de Don Juan Tenorio, La Tijera Teatro demuestra que los clásicos nunca mueren, sino que se transforman y evolucionan para continuar emocionando a quienes los presencian. Esta compañía zamorana ha logrado un equilibrio perfecto entre la tradición y la innovación, ofreciendo una experiencia teatral que honra el legado de José Zorrilla, al mismo tiempo que lo reinterpreta para hacer vibrar a un público moderno. Si puedes, amigo lector, no te lo pierdas, ay!