Not surrender. Ha ganado Trump. Las celebridades y los medios de comunicación comprados ya no son suficientes para decidir unas elecciones. Los legacy media están muertos. El poder de las redes sociales ha podido con todos ellos.

Estos y la industria de Hollywood han colapsado los aeropuertos está mañana para intentar salir de EEUU. Otros empiezan a alegar que estaban confundidos como el cubano.

A España no pueden venir porque no saben bailar los pajaritos y en Benidorm no los queremos pero les queda Cuba, Venezuela, Corea del Norte o Gaza donde seguro les escucharán y ayudarán a gente con tanta miseria con sus millones. Aquí el pueblo soberano tiene que limpiar mucho fango y mucha maldad.

Los bufones y demás en la era medieval y hasta hace poco no contaban con demasiados privilegios vista su extracción social. Eran simples entretenedores sin estudios.

Hoy la sociedad les sigue fervientemente hasta el punto de entregarles la vida. Es una medida del nivel intelectual y moral de la sociedad. Incluso hay cada día más bufones en la política y en la charocracia.

La progresía se ha ido formando en su gran mayoría por estudiantes que no estudian, por educadores que no educan y por trabajadores que no trabajan.

España es un terreno de juego difícil. El cambio complicado porque hay media España parasita de la otra media, parásitos de paguita y chándal que están encantados con la gestión. Personas que enfermarían de pensar que tienen que pisar barro o ayudar a los demás.

Pensamos que los demás tienen sentido común y del deber como nosotros, pero hay una España cainita con el alma podrida que no descansa y siempre estará al lado de los malos. Lo peor en esta vida no es la cobardía sino la obsesión por hacer daño de los que nos administran.

No hay que olvidar que hay personajes a los que supera su maldad.

El palo de la mayoría de los EEUU a la ideología woke y radical ha sido tremendo. En España a día de hoy la normalidad es un anhelo, una aspiración y un sueño. La victoria de Trump tendrá unos efectos que se extenderán por el mundo y barrerán tanta irracionalidad.

Trump gana la presidencia, el voto popular, el congreso y el senado. Esto le da al menos dos años de margen para trabajar en una agenda reformista y ambiciosa desde el primer momento. No se van a cometer los errores del novato y quiere dejar un buen legado para la historia.

La guerra comercial con China y el control de fronteras van a ser importantes. No era una elección entre un hombre y una mujer sino entre capacidades. Nadie quiere las mentiras de siempre, ni aquí ni allí.

La victoria de Trump es un mazazo a los medios de comunicación de siempre, a los expertos tertulianos que se alimentan de su propia bilis que ya son cadáveres mediáticos. Por ello es una buena noticia.

En España deberemos ponernos las pilas y que algunos se bajen de su juego de tronos y sus reinos de taifas. Hay que dejar de lado la Agenda 2030 y trabajar con sentido común.

De momento a uno le van a meter un puro por pegar con un palo a un coche mientras hay cuatrocientos terroristas callejeros amnistiados por lanzar adoquines a la policía en cierta ciudad llamada Barcelona.