-¡Miau. Miau. Miau. Miau. Miau. Miau. Miau. Miau miau. Miau miau. Miau-miau miau. Miau miau. Miau miau!. Se escucha el ‘Duetto buffo di due gatti’ de Rossini, desde el rellano de la escalera. Hoy visito a tía Manolita para desear lo mejor para 2025.  

Entro en la salita con resol invernizo, donde está ensimismada con el crochet. Con la voz de la Caballé a tope, no quiere usar su sonotone, no se vayan a enterar sus amigas del bridge. Tiene nombre de lotera de postín y lo sabe. Rápida, me espeta:

- Te leo en El Español Noticias de Castilla y León. Andas entre gentes de las tres pes. Son los reyes de la noche, donde pulula lo peor de cada casa. Las pes de periodistas, policías y otra pe, que una señora como yo ni pronunciar debo.

- Tía Manolita, debes leerme y decírselo a la vecina del cuarto y a tus amigas Lola y Juanita. También a tu carnicero Luis, a la pescadera Tita y por supuesto al portero Cele. Si no me leéis me echaran del periódico. Tía, las métricas son las métricas.

-¡Que métricas, ni que ocho cuartos! No intentes darme lecciones de métricas. Las sisas me quedan perfectas. Estás instalado en la sátira, un género menor.  Lo que tienes que escribir es ensayo como Ortega y Gasset. O eso, o nunca llegarás a ser Pedro Jota. Aunque me sabes fiel a Paco Umbral, que se casó en Valladolid en la iglesia de San Martín y empezó escribiendo en revistas del SEU. Ósea, gente seria.

- Tía Manolita, si te pones así en el próximo artículo me meteré con Mañueco.

- ¡Tendrás valor! No hay ya respeto a la autoridad, ya lo decía tu tío Pepe. Don Alfonso está ahora hecho un brazo de mar. Se ha recortado el pelo y va tan peinadito que parece recién salido del cine de los Luises.

- Lo tengo chupado tía Manolita. Hay un gran filón para escribir una columna sobre las diatribas que se trae el PSOE con Tudanca.

-¡Faltarías a la caridad! Uno no debe emprenderla con quien está en apuros. A Tudanca quieren hacerle la cama. Tío Pepe lo llamaba hacer `la petaca’. Intentas entrar en la cama y no cabes. Así que, a dormir al raso.

- Hablaré del alcalde de Valladolid.

-¡No conoces la vergüenza! El alcalde Carnero está disgustado. No tiene el cuerpo para jotas. El gobierno no da el brazo a torcer y no pondrá ni un real para soterrar el ferrocarril. Además, si atacas a Carnero estará muy mal visto. Tú eres cofrade de Angustias y el alcalde de Vera Cruz. Un auténtico duelo entre Capetos y Plantagenet. Será la comidilla de los capillitas.

-Entonces, contaré maldades de los ministros de Valladolid.

-¡Te meterás en un jardín! Tío Pepe que tenía un amigo gobernador civil, decía que a los ministros ni la más mínima crítica. A Juan, que traía el carbón para la calefacción le aplicaron la Ley de Vagos y Maleantes por blasfemar contra Girón. Óscar Puente es buen mozo, si te da un mandoble rodarás como una peonza. Y si te pone verde en eso del Twitter, date por muerto. Si hablases mal de la ministra Redondo te tildarán de machista. Tienes la ruina servida.

-Tía Manolita, es mejor ser mudo. Nada de columnismo, escribiré sobre el ‘Dúo de los Gatos’  y pasaré por un cultureta finolis. Seré lo más. Aunque lo fetén es escribir comedia como Arniches. Ya tengo el prólogo: ‘Duetto buffo di Capodanno’. ¡Miau, miau, miau! ¡Feliz Año Nuevo!