Nuestra historia empezó al revés. A mí no me gustaba ni un poco, quizá por lo que decían de él o quizá porque conocía su pasado. Prejuicios. No soy yo muy de eso, pero se me había atravesado. Por lo general, me enamoro muy rápido, pero padezco de desenamoramiento crónico. Esto significa que me emociono mucho con los inicios y, según voy conociendo el resto, me aburro. Me pasa con todo y la música no es una excepción. Al principio era frustrante, ahora ya no tanto; es importante conocerse y jugar con las cartas que te tocan.

Tengo que reconocer que, hasta hace dos años, no terminé de encariñarme con Dani Fernández. Musicalmente hablando, claro. El punto de inflexión fue una canción y un concierto; como suele pasar, todo depende del momento en el que estés. 'Plan Fatal' llegó a mi vida a modo de grito de auxilio, un querer llamar la atención en mayúsculas, un "ey, se está yendo todo a la mierda, por si quieres volver al equipo e intentar remontar el partido". Spoiler: no funciona.

Cambiamos escenario, estamos en Madrid un jueves de febrero. Madrid siempre es peligroso, sólo tienes que tener ganas y conocer a las personas indicadas. Después de un concierto en la Rivera acabamos de after show en un garito que de repente se convirtió en mi favorito por lo sórdido y desvergonzado. No creo que vuelva a pisarlo. Fue ese día cuando acabamos de mañaneo en casa de un amigo con un montón de gente random que sale por la tele y tiene muchos seguidores en Instagram. Ese día o el siguiente, no lo tengo claro. La mayoría eran insustanciales, pero quedaron anécdotas graciosas para recordar. 'Todo cambia' fue esa noche. Tampoco hay que explayarse mucho más, una vez que tocas fondo lo habitual es resurgir. Y así fue, todo es cuestión de tiempo.

El verano pasado fue el mejor de mi vida. Si lo comparamos con el anterior, era bastante fácil de superar. Tirando de histórico, igual no tanto. Estábamos en Formentera, habían llegado amigos al barco, vermut al sol y 'me has invitado a bailar' como banda sonora. Comer en Beso, un guiri que invita a chupitos a todo el local, acabar en Ses Roques y volver tres en una moto. Encontrar a nuestro capitán entre las rocas y bañarnos por la noche. Muy verano de Estrella Damm en los viejos tiempos. Confirmo que es una de las mejores sensaciones del verano.

Entre una cosa y otra, dar vueltas a "qué hubiera pasado si...". Esa duda que a veces salta sobre los amores (fallidos) de toda la vida. Vivirlo mucho tiempo después y darte cuenta que, efectivamente, con diecinueve años tenía el criterio preciso. Está bien reafirmar las decisiones si es conveniente y no quedarse con la duda ¿Me podía haber ahorrado pasar por 'joderme la vida'? Afirmativo ¿Me arrepiento? Ni un poco. De nada.

Mañana iremos al Polideportivo Pisuerga a ver a Dani. Si cuando toque 'Me sabe fatal' me veis llorando, no os preocupéis, estoy justo donde quiero estar.