Macedo de Cavaleiros, apreciable destino turístico para saborear
Del 26 al 29 de enero todos los caminos van a dar a Macedo de Cavaleiros, sobre todo para los amantes de la caza, el turismo y la buena gastronomía. Un territorio con características cinegéticas y paisajísticas únicas, a las que se suman unos fogones de primera calidad. Además, la Feira da Caça e Turismo, con 21 años ya de vida, la mayoría de las actividades organizadas están dirigidas a una participación en familia.
El presidente de la Câmara Municipal, Duarte Moreno, explica a noticiascyl/Jornal da Raia, "el patrimonio natural sirve de invitación para los amantes de las grandes cacerías. En esta estación, Macedo de Cavaleiros es escenario para el mayor certamen cinegético del país. Un evento que promueve la caza en cuanto elemento turístico, sumándose una amplia oferta de potencialidades y motivos para conocer este concejo".
No es menos cierto, pudo constatar el viajero, que la organización espera que este fin de semana pasen por esta vasta extensión de espacios expositivos, más de 25.000 personas que, en su mayoría, llegan a realizar compras de materian cinegético, otros a ver qué hay de nuevo y, muchos miles, a divertirse con las actividades programadas o de la gastronomía.
Quien pase por Macedo de Cavaleiros, como comprobó el viajero, no puede dejar de saborear un buen plato de jabalí. Qué sabor, qué textura... y encima parecía carne noble. No puede dar crédito el éxito que tiene esta pieza cinegética en todo el amplio territorio trasmontano, convirtiéndose en plato necesario y, también, exquisito junto a la perdiz en salsa y a la liebre estofada. Hablamos de Alberto Paula, el chef y dueño del restaurante Quinta da Ribeira. Casi medio siglo -45 años- ofreciendo los mejores platos de Trás-os-Montes. Por 25/30 euros, el menú es amplio, variado, rico y sabroso. Entradas típicas con fumeiro, presunto y queso, un plato fuerte de caza y los dulces con el vino de la propia casa.
No podía ser menos, para iniciar este menú -el viajero degustó y aprobó con muy alta nota- el sabor del fumeiro artesano. Es la señora Adina, da Quinta da Amendoeira, quien confecciona a mano el producto cárnico de cinco cerdos por semana. Es el butelo y las chouriças y la alheira y el choriço noble. Tal es la fama de este embutido, que al margen de los clientes propios de la cidudad de Cavaleiros, llegan de toda Portugal. No hay más que ver los colgajos que adornan el stand.
Para finalizar el suculento menú y poder mejor llevar el paseo por cuatro espacios expositivos, la Ginginha Transmontana de Augusto Maxima. Es una producción escasa por su calidad. Son 1.000 litros de sabor a gloria bendita mezclada con vasitos de chocolate. Es la esencia artesana de estos territorios donde aún anida la tradición y la pureza.
Azeite cuatro estrellas Terras Dazibo
Bueno, bueno! Nada es igual. Los parecidos sobran. De una cosecha de 300.000 litros de aceite para la producción propia de la empresa, explica António Soares, otros 100.000 van para exportación y garrafas de 5 litros, decía el viajero, tan sólo pudieron sacarse 40.000 litros para Azeite Terras Dazibo. Un aceite super extra obtenido de las variedades Madural, Cobrançoes y Verdeal. Un mundo de aromas de aceitunas frescas, con notas herbáceas y de frutos secos, dejando en la boca un ligero sabor dulce y amargo pero también picante persistente... Es la lujuria en el paladar. Decir que son 25 euros la botella de medio litro. Es oro líquido para la alta gastronomía y para pecar los mortales. Un aceite que saldrá a competir en todos los certámenes internacionales y, además, es producido en Macedo de Cavaleiros.
Y como estamos en territorio cinegético, la empresa local Trevisport caza/pesca/naútico, ofrece lo mejor de estos deportes. Es llegar el viajero a su stand y comprobar el trajín de cazadores, que llegaban de la primera cacería -aún restan tres este fin de semana-, entre ropas, artilugios varios, calzado y escopetas. Además, son muchos los españoles que en esta tienda deportiva compran por internet.
El espacio expositivo
Ubicada en el recinto expositivo de Macedo de Cavaleiros, la Feria tiene cuatro espacios bien diferenciados. El primero está dedicado a los productos agroalimentarios, donde predominan los artesanales trasmontanos. Sigue otro espacio de turismo, donde los diferentes concejos -Mogadouro, por donde el viajero saludó a Gina Gomes; Maia, Vinhais, Vila Real, Lamego...- exponen sus atractivos turísticos. El tercer espacio es el dedicado exclusivamente a la caza, la pesca y el deporte de naturaleza. Con exposición también de cetrería. Y, el último, es la zona de tasquinhas (bares) y restaurantes. Levantó la curiosidad del viajero el buen orden y la buena imagen de estos restaurantes en cuanto a mesas -porque, no es menos cierto, de todo hay por esas ferias de dios-. Y, sobre todo, llenos, lo que dice mucho de este evento.
Si el viajero llegó con lluvia a eso de media tarde -la maldita hora de diferencia que hace estragos y sólo son 60 minutos- marchó también con una fuerte lluvia. La propia 'chuva' trasmontana que cuando, cae de verdad. En el camino de vuelta por Bragança, porque ir lo hizo por Almendra y Fermoselle y Bemposta y Mogadouro, se preguntaba, pero también respondía, por qué Macedo casa con turismo. Porque nada menos que este concejo recibe dos reconocimientos de la Unesco, que confirman la singularidad de este territorio de casi 700 km2. Piensa en la declaración como Reserva de la Biosfera Transfronteriza, con una Paisaje Protegido da Albufeira do Azibo y la clasificación de todo el territorio como Geopark Terras de Cavaleiros. Todo ello amasado por un patrimonio cultural, natural, histórico y geológico que siempre espera una visita.
Visita que hará el viajero cuando entre la Primavera, pero de por medio queda la identidad cultural que evidencia el carnaval de los Caretos de Podence, una rica historia para vivirla. Y si vas a Macedo, nunca olvidarás la acogida de estas gentes trasmontanas, no dejes de de realizar la Rota do Javali. Son mil y unas razones -como recetas de bacalao- para visitar la XXI Feira da Caça e Turismo de Macedo de Cavaleiros.
FOTOS LUIS FALCAO