Mogadouro, fruto de la historia
Visitar la villa de Mogadouro siempre es abrir un sinfín de encuentros nuevos y desconocidos. Este municipio transmontano recibe con los brazos abiertos para mostrar lo mejor y más genuino de estas tierras del Duero, a caballo entre la frontera y los territorios del Sabor. Pero Mogadouro también habla de historia. De la historia de Portugal. Porque la villa es fruto de esa historia. En esta ocasión, y de la mano de Turismo Porto e Norte, en colaboración con la Câmara de Mogadouro, yendo de la mano Gina Gomes y Cristina Mendes, un grupo de periodistas conocen sobre el terreno la villa mogadourense.
Llegados al lugar, en una calurosa jornada de primavera, no está de más conocer los orígenes de la villa más bella del nordeste transmontano, aún desconocidos. Con todo, su ocupación medieval está marcada por el bello castillo, en una situación altanera, integrando la línea defensiva de frontera, en su época. La ubicación del concejo, en cuanto región del ‘Novo Reino’, fue otorgada por fuero de D. Afonso III, en 1272, renovado más tarde por el rey D. Manuel, en el año 1512.
El concejo de Mogadouro posee un importante patrimonio histórico, distribuido por todas las aldeas y lugares, como bien demuestran los castros y otros sitios de valor arqueológico, los castillos de Mogadouro y Penas Róias, las iglesias de Algosinho y Santa Maria do Azinhoso, de culto medieval, la iglesia del Convento de S. Francisco, la iglesia da Misericórdia y la iglesia Matriz de Mogadouro. Un recorrido iniciado en el propio municipio, con lugar de partida del moderno Centro de Turismo.
El castillo de Mogadouro
El castillo de Mogadouro se levanta en la actual Zona Histórica de la Villa. Su construcción inicial puede remontarse a finales del siglo XI. En la segunda mitad del siglo XII es donado por D. Afonso Henriques a los Templarios, que realizan reformas en la composición y arquitectura de la fortaleza, concretamente con la construcción de la Torre de Homenaje. En los siglos XIII y XIV son introducidos en su arquitectura elementos góticos en el sentido de adaptarlo al sistema de ‘defensa activa’. A partir del siglo XV la familia Távora transforma el Castillo en su residencia palaciega hasta el año 1759, fecha en que sus bienes fueron confiscados a favor de la corona. Hasta el año 1834 se convierte en residencia de los Juízes de Fora entrando posteriormente en ruina, que es su imagen actual, con un hermosa torre que domina, desde la colina, todo el municipio, y observable desde la distancia. Es imagen e icono de Mogadouro.
Castillo de Penas Róias
Ubicado en lo más alto del monte al norte de la actual población de Penas Róias, esta fortaleza desempeñó un papel preponderante en la defensa de este territorio contra las incursiones musulmanas y en la consolidación de la línea de frontera rayana de Trás-os-Monte con el vecino reino de León en el transcurso de la formación de la nacionalidad portuguesa. Las dos torres, aún visibles, indican que esta fortificacion fue construida a principios del siglo XII. Después de su donación real a los templarios, alrededor del año 1145, el Castillo de Penas Róias fue objeto de importantes reformas estructurales a finales de la segunda mitad del siglo XII, patentes en la Torre del Homenaje, situada en el centro de la alcazaba, en la cual se procedía a ordenar las operaciones militares en circunstancias de sitio.
Después de varios cambios de mano entre el poder real y los templarios, en el año 1457 Álvaro Pires de Távora adquiere el castillo, y en los grabados de Duarte D’Armas del año 1509 la fortaleza aún se encontraba en relativo buen estado de conservación. En el año 1759 retorna a la corona y con la extinción del antiguo Concejo de Penas Róias en 1836, se acelera su proceso de ruína. Está declarado Monumento Nacional desde 1945.
Igreja de Algosinho – Peredo da Bemposta
La Iglesia de Algosinho se sitúa en el levante de la población de la cual recibe su nombre. Su composición arquitectónica, de estilo tardo-románico, apunta a una fecha de construcción del templo religioso de mediados del siglo XIII o inicios del siglo XIV, reflejada en su resistencia a adoptar el estilo gótico, como acontece en esta región del Nordeste Transmontano, en la que perdura como estilo principal el románico. Ello es visible en la composición de la nave en cantería con pocas ventanas y gruesos muros, completada con elementos góticos, concretamente los arcos apuntados rasgados en las tres entradas y en el arco del triunfo de perfil saliente. En su interior, en la capilla mayor, datada posiblemente del siglo XVI, se ubica un retablo de estilo manierista. Fue declarado Monumento de Interés Público en 1955.
Igreja de Azinhoso
De estilo arquitectónico tardo románico, la Iglesia de Azinhoso se levanta en el centro de la actual freguesía y antigua Vila do Azinhoso, por fuero otorgado de D. João I en el año 1386. El actual templo fue construido entre finales del siglo XIII y posiblemente inicios del XIV. Posee fachadas en cantería de granito, estando las laterales rematadas en ménsulas y cornisas redondeadas. Actualmente, la Capilla de la Misericordia de Azinhoso, adosada a la Iglesia Parroquial, acoge una exposición permanente de Arte Sacro. Monumento clasificado desde 1962 como Mueble de Interés Público.
Castro de Vilarinho dos Galegos – Castelo dos Mouros
El Castillo de los Moros, también conocido como ‘Castelillo’ o Castro de Vilarinho dos Galegos, se sitúa en una pequeña elevación, a 600 metros de altitud, en la confluencia de la ribera de Vilarinho con el río Duero. Su ubicación en el arribe ofrece al sitio una excelente defensa natural, casi en tres partes de su perímetro, situación que proporcionan las laderas rocosas, muy abruptas, que caracterizan el lugar.
Quien llega al Castillo de los Moros se encuentra con una amalgama de piedras de cuarzo, con aristas puntiagudas, distribuidas por un área considerable. Esta barrera de piedras hincadas dificultaba el avance de personas y animales, volviéndolas muy vulnerables.
Tras el campo de piedras hincadas, se abre un largo y profundo foso, cavado en roca granítica, funcionando como un segundo obstáculo para quien pretendiese entrar en el lugar. El sistema defensivo incluía también una muralla y un torreón en piedra. La muralla, en rampa, tenía una base de cerca de 9 metros y una altura que debería rondar los 7 metros. El torreón, de configuración tendenciosamente circular, se extendía en frente de la muralla, ocupando un espacio entre esta y el foso.
El Castro de Vilarinho dos Galegos fue motivo de un proyecto de Investigación y Valorización, que transcurrió entre los años 2011-2014, desarrollado por el Municipio de Mogadouro y patrocinado por un mecenas local, el Comendador António Cepeda Alves.
Diversidad natural y riqueza gastronómica
El viajero, junto a sus compañeros periodistas, también visita las laderas y arribes del río Duero y las serras acantiladas que bordean el río Sabor, donde existen tres accidentes que hacen de Mogadouro un concejo muy atractivo –el Parque Natural do Douro Internacional, la Red Natura 2000 y, en medio, el Planalto Mirandês. La diversidad del paisaje, de la fauna y de la flora proporcionan paseos a través de rutas turísticas con especial belleza y encanto.
En lo que se refiere al patrimonio inmaterial se presta homenaje a la artesanía local, a los rituales paganos del solstício de invierno como son su cantidad y variedad de máscaras, a las canciones, folclore y otros eventos festivos y religiosos locales, como As Amendoeiras em Flor, Festival de Música Transmontana y Festival Terras Transmontanas.
El concejo de Mogadouro está dotado con las más diversas y modernas infraestructuras, que constituyen un empuje al desarrollo cultural, deportivo y económico, siendo, también, soporte la calidad de vida de sus habitantes y visitantes.
El concejo de Mogadouro está dotado con las más diversas y modernas infraesctructuras, que constituyen un empuje al desarrollo cultural, deportivo y económico, siendo, también, soporte de la calidad de vida de sus habitantes y visitantes.
En la realización de actividades culturales, la Casa de Cultura, la Biblioteca Municipal Trindade Coelho, la Casa das Artes e Ofícios, Sala Museo de Arqueología, Centro Interpretativo del Mundo Rural y el Arquivo Muncipal disponen de excelentes condiciones para el apoyo a los diversos eventos. Estructuras deportivas modernas constituyen el Complejo Deportivo Muncipal, para la práctica de diversos deportes. El Aeródromo Municipal dispone de una ecuela de Vuelo sin motor, más allá de otras funcionalidades. A ello se debe sumar la construcción del Centro de la Gaita, que ofrecerá oportunidades musicales para el conocimiento y aprendizaje de este instrumento propio de Trás-os-Montes, como es la gaita de foles.
Cuando el día caía y la temperatura se hacía más gélida por estos pagos del Planalto, esperaba la gastronomía local, en restaurante A Lareira –en esta ocasión-, sustentada en productos propios de la tierra y confección tradicional, que ofrece una variedad de sabores. Las carnes a la brasa de un sabor y textura especial, como Posta Mirandesa, pero también el cabrito y el cordero a la brasa, como las sopas, el arroz y el bacalao a las mil maneras, y los dulces con miel y todo regado por sus vinos del Duero. Todo un manjar al alcance de cualquier bolsillo, porque, en Portugal, van de la mano calidad, cantidad, variedad y precio.
Merece la pena conocer Mogadouro y sus entrañables freguesías. Es que este viajero tiene sus orígenes en Bemposta, que mira altanero el otro pueblo, allende el Duero, Villarino.
FOTOS LUIS FALCÃO