FIMI 2017 DOMINGO lisboa (2)

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Portugal

Hasta el FIMI Lisboa llega 'La Campanera' en un cierre espectacular

8 mayo, 2017 13:29

El Festival Internacional de la Máscara Ibérica -FMI- que se ha celebrado en Lisboa desde el pasado jueves, bajó ayer el telón de actividades -a falta del balance oficial por parte de la organización- y lo hizo de una manera espectacular con diversos grupos de música que recorrían el recinto ferial y la última actuación en el Palco Ibérico. Es que, hasta el epicentro del turismo lisboeta llegaron los sones de 'La Campanera'.

Poco podía sospechar el viajero, en sus preparativos y despedidas para el regreso a la ciudad del ciego y el Lazarillo, que por las avenidas de los Jardines del Imperio -en la zona de Belém, mismamente enfrente del masificado de visitas Monasterio de los Jerónimos, y acariciados por la suave brisa mitad río mitad mar en una mañana de mucho sol- sonarían los sones del añorado y no menos querido himno de las verbenas que se precien, 'La Campanera'. Era el grupo de dulzaineros de La Alcarria (Guadalajara), siempre en son de fiesta, que arrastraban tras ellos las variopintas mezcolanzas de razas y culturas que se dan cita en este lugar. No importaba si saber o no marcarse un pasodoble, era fiesta y más fiesta, y el 'Viva España' de Escobar y para rematar, vaya por Dios, 'El vals de las mariposas' y, cómo no, 'Asturias patria querida' para despedir a los amigos asturianos, que los había de Oviedo -Uvieu embruxa- y Siero.

Pero antes, como si las aguas del mar se abrieran en su ruido ensordecedor, pero sugestivo, aparecieron por entre los jardines Los Boteiros y Folión de Viana do Bolo (Galicia). Ellos, Los Boteiros, de rebuscas indumentaria, majestuosos en su andar, chulos, bellos, animosos y animados, que ordenan, no podía ser de otra manera, el sonido de los ruidosos toques de los bombos y el grave de las 'sachas' o azadas. Con una vara corta mantienen a los expectadores a distancia de los bombos, los foliones. Un primor este toque tan especial de bombos con piel de cabra vieja... Nada de plásticos ni mezcolanzas. La pureza más tradicional de la Galicia más ancestral.

Y cerró la vertiente festiva y musical el grupo Sons do Douro. Un grupo que traen la evocación de los diversos sonidos que se producen en las tierras del Duero, donde las vendimias y las cosechas. Es la historia e identidad del Douro Vinhateiro... hasta los pies que pisan la uva o los cánticos de poda. Once jóvenes músicos que interpretan los temas de Filipe Marado, inspirados en los barriles, los cencerros o la pisa de la uva. Llegan de Lamego, Peso da Régua y Vila Real.

Y esto no da más de sí, salvo el balance oficial. El viajero emprende el regreso a la ciudad del Tormes dejando atrás nuevos amigos, cuatro días intensos de animación, amistad, fiesta y cultura tradicional, y el regusto de la luz, el color y el aroma de Lisboa que siempre impregna las emociones... Es precio no mirar atrás, porque esta ciudad embruja. Subiendo la primera colina para coger la autovía aún suena 'La Campanera' como en esas noches de verbena en el pueblo de nacimiento. As saudades... cachis!

REPORTAJE GRÁFICO LUIS FALCAO