Lisboa volvió a ser escenario de la cultura tradicional

Por primera vez en el Jardim da Praça do Império, el XII Festival Internaciional de la Máscara Ibérica llevó hasta Belém la magia de los rituales ancestrales, mucha diversidad cultural, máscaras y trajes típicos de la Península Ibérica, productos regionales, artesanos, conciertos, teatro y muchas otras atracciones que discurrieron a lo largo de cuatro días de programa.

Más allá del público que normalmente visita el FIMI –hubo quien vino de Nueva York nada más que para visitar a los caretos y bombos en Lisboa- el cambio de lugar despertó la atención de otro tipo de público. Familias, muchos niños y principalmente muchos turistas pasaron por el recinto para conocer más sobre el motivo de la celebración y de la historia que había detrás del evento, prometiendo volver en las próximas ediciones.

El FIMI contó con una programación pensada al pormenor y desarrollada a través de la colaboración con muchos acuerdos en la 12 edición del festival. Este año el espacio de la Muestra de las Regiones estuvieron presentes quince municipios portugueses, cinco provincias españolas –entre ellas Salamanca-, que más allá de acompañar a algunos de los grupos del desfile, trajeron consigo la mejor oferta cultural y turística de sus regiones – además de diversas entidades de desarrollo y la Fundación Inatel.

El punto más importante del festival y uno de los momentos más recordados fue el XII Desfile de la Máscara Ibérica que este año contó con 37 grupos de Portugal y España y también con grupos de Colombia y de Perú como países invitados.

Con comienzo en al Praça do Museu da Marinha, muchas fueron las personas que fueron siguiendo el recorrido del desfile, mucho antes de que los grupos iniciaran la marcha rumbo al Jardim da Praça do Império, pasando primero en frente del Centro Cultural de Belém, que en esta época se llena de público en búsqueda del mejor lugar con vistas privilegiadas para el recorrido de los muchos grupos de máscaras. Grupos, mascaras individuales, bromas, unos gigantes en el medio y la Real Banda de Gaitas de Oviedo que abría el desfile. Ruidos de tambor y gaitas se hacían oir. Cada grupo que pasaba causaba una sensación diferente, que en su conjunto proporciona una experiencia sensorial excepcional.

El cartel del Palco Ibérico este año ofreció cuatro conciertos de fantásticos grupos musicales que brindaron al público una interesante mezcla de sonidos tradicionales con los ritmos de folk, reggae y ska. Orquestra de Foles, Galandum Galundaina, Los Niños de los Ojos Rojos y Sons do Douro proporcionaron verdaderos espectáculos llenos de buena energía, irreverencia y musicalidad, haciendo vibrar al público con enérgicas notas, impresionantes interpretaciones vocales y constante interacción.

Del programa del festival formaron parte varias novedades que superaron las expectativas de la organización. El Teatro Auto de Floripes (con el salón noble del Museo Nacional de Arqueología totalmente lleno para asistir a la obra), las actividades del Espacio Inatel, con el Teatro de Robertos y el taller de máscaras, la participación del Instituto Español de Lisboa en el XII Desfile de la Máscara Ibérica, los debates con oradores internacionales y también las exposiciones en el Museo Nacional de Arqueología y en el Centro Cultural Casapiano fueron algunas de las actividades con más asistencia.

Los varios acuerdos del XII Festival –Câmaras Municipales, Diputaciones, Ayuntamientos, Embajadas, asociaciones, museos, grupos de desfile, grupos de música y expositores- originaron una gran oferta de actividades y productos, convirtiendo a esta edición del festival la más dinámica de siempre.

A dos días del final del XII FIMI, aún es relativamente pronto para poder hablar de números, en cuanto en términos de comunicación social podemos decir que el festival fue noticia destacada en varios países de Europa (en particular España y Portugal) y también en otros continentes como América (Colombia) y Asia (China e India). A destacar también la presencia de varios periodistas y fotográfos en el evento.

El intercambio constante entre todos aquellos que participaron en el FIMI –sean expositores, instituciones, fotógrafos, diseñadores, periodistas o músicos- marcó la 12 edición del festival, demostrando que solo a través de esta sintonía es posible llevar hasta el público lo mejor de la cultura ibérica.

A constante partilha entre todos aqueles que participaram no FIMI - sejam eles expositores, institucionais, fotógrafos, desenhadores, jornalistas ou músicos - marcou a 12ª edição do festival, demostrando que só através desta sintonia é possível levar até ao público o melhor da cultura ibérica.