Gastronomía única en Moncorco, Migas e Peixes do Río en Foz do Sabor
Adentrarse en los confines del Duero siempre es una aventura, allá por tierras portuguesas donde el Sabor vierte sus aguas al Douro. Es Foz do Sabor, única aldea piscícola de Trás-os-Montes, perteneciente al concejo de Torre de Moncorvo. Un lugar paradisíaco -sin duda alguna- donde es posible sestear en la hierba bajo los fresnos, como darse un baño e, incluso, acercarse a disfrutar del parque acuático mientras, por el Douro, surca un crucero fluvial.
Es Foz do Sabor, donde es frecuente observar los tradicionales barcos rabelos navegar por el Duero y el Sabor, atracados en las orillas o en plena actividad pesquera. No es menos cierto que en esta aldea residen varias familias que viven exclusivamente de la pesca.
Cuentan al viajero que los pescadores salen pronto de madrugada para dedicarse a la faena, como echar los transmallos, para entregar la pesca a los restaurantes quienes, a su vez, la venden a los habitantes. En estas aguas son pescados el barbo y la boga, aunque recientemente fueron introducidas nuevas especies como el la achigã, el lucio y la perca, pero serán los barbos y las bogas los que hacen las delicias de los visitantes.
La Asociación de Comerciantes e Industriales de Moncorvo (ACIM), con el apoyo de la Câmara Municipal de Torre de Moncorvo organiza una nueva edición del Festival de las Migas y de los Peces de Río, que tendrá lugar los días 14, 15 y 16 de julio en la Playa Fluvial da Foz do Sabor.
Esta es ya la 8ª edición de este festival que lleva hasta la mesa de varios restaurantes, de la villa de Torre de Moncorvo pero también de los restaurantes tradicionales de Foz do Sabor e Cabanas de Baixo, pero también de Carviçais, Torre de Moncorvo y Larinho, este manjar como son los peces de río fritos, en mojo de escabeche o asados y las migas de peces. Este plato típico puede ser degustado en varios restaurantes de la villa y del concejo, tales como ‘As Piscinas’, ‘Pingo’, ‘Típico’, ‘Taberna do Carró’ en Torre de Moncorvo, ‘O Artur’ en Carviçais, ‘Bô-Café’ en el Larinho, ‘Café Lameirinho’ y ‘Café Primavera’ en Cabanas de Baixo. Los peces servidos son normalmente bogas y barbos, los más comunes en los rios Sabor y Duero.
Emplazado queda el viajero a realizar un viaje más placentero con sus amigos para disfrutar de este manjar de río y, de paso, compartir con los pescadores esas faenas que se pierden en el tiempo y Portugal, por suerte, aún conserva como un tesoro.
No quedan muy satisfechos los pescadores en el restaurante cuando el viajero emprende viaje de regreso… La hospitalidad portuguesa siempre hace gala. Le promete que pronto volverá.